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| Foto: Archivo Dinero

SALUD PÚBLICA

Petróleo con precios a la baja podría ser una tendencia duradera: Ocampo

El ex codirector del Banco de la República, José Antonio Ocampo, cree que el dólar podría mantenerse al alza debido a los impactos que sobre los mercados tendrá la declaración de pandemia y las duras medidas adoptadas por algunos países para enfrentar el coronavirus

16 de marzo de 2020

La semana pasada fue de mucho estrés para los mercados de petróleo y dólar. En medio de las tensiones provocadas por un mercado nervioso ante la declaratoria de pandemia del coronavirus, que ya está presente en más de 134 países y la dificultad de definir las cuotas de producción de petróleo, este último tuvo una caída abrupta en sus precios mientras que el dólar se disparó en el mundo y en Colombia alcanzó niveles históricos.
Los dos fenómenos han puesto a prueba a las economías globales. En esta coyuntura, el ex codirector del Banco de la República, José Antonio Ocampo, habló sobre qué está pasando en la economía y planteó algunas recomendaciones para enfrentar este momento difícil para la economía del país.

Así va la guerra fría por los precios del petróleo

¿Cuáles son sus principales preocupaciones de cara al impacto del coronavirus en la economía colombiana?
El impacto principal se está dando en los mercados del petróleo y cambiario. El enfrentamiento entre Arabia Saudita y Rusia sobre la reducción en la oferta de crudo para enfrentar la baja en la demanda mundial generó un colapso de los precios del crudo, los más severos desde el colapso que también experimentaron a mediados de 2014. Esto ha generado una fuerte devaluación del peso, que ha llevado la tasa de cambio real a uno de los niveles más altos de la historia, comparables a los que se alcanzaron a comienzos del 2016, después del anterior colapso de los precios del petróleo.

¿Qué tan duradera ve la volatilidad en materia petrolera?
Si se refiere a cuán duradera es la baja del precio del petróleo, diría que será duradera, no solo por la coyuntura sino también por la baja de más largo plazo en la demanda mundial asociada a los cambios que están experimentando los sectores energéticos del mundo para hacer frente al cambio climático. La evidencia histórica indica, además, que los ciclos de precios del petróleo son más acentuados que los de otras materias primas y estamos claramente en la fase descendente de ese ciclo. Sobre la volatilidad de corto plazo, creo que deberá moderarse e incluso no veo imposible que haya finalmente un acuerdo entre Arabia Saudita y Rusia para regular el mercado.

¿Cuál es su pronóstico frente al comportamiento del dólar?
Creo que vamos a enfrentar un poco más de tendencia al alza, dados los impactos sobre los mercados que tendrá la declaración del coronavirus como una pandemia por parte de la OMS el pasado miércoles y las reacciones radicales que están teniendo las autoridades de algunos países, tales como el cierre de las fronteras de Italia y la prohibición de vuelos desde Europa a Estados Unidos decretadas esta semana. Habrá, sin duda, nuevas decisiones radicales de este, quizás porque se necesitan para controlar la pandemia y, además, por la incertidumbre que genera el que las propias autoridades sanitarias del mundo no saben bien cómo controlarla.

¿Qué tan rápido cree que se transmitirá la devaluación a los precios de los productos en Colombia?
Obviamente los precios de los productos importados aumentarán y quizás también los de algunos de los que exportamos. Pero el impacto de la devaluación sobre la inflación ha sido siempre moderado en Colombia, como por lo demás lo vimos en los últimos años.

‘Se debe dar prioridad a los gastos en salud’, José Antonio Ocampo

¿Qué tan preparado está el país para enfrentar estos choques económicos?
Por una parte, está en una situación relativamente sólida, en un proceso de recuperación de la actividad productiva, con un buen nivel de reservas internacionales, acceso a la línea de crédito flexible del FMI que le daría al país más divisas si las necesita, y con un sistema financiero relativamente sólido para enfrentar la coyuntura.
Las debilidades principales se dan en la cuenta corriente y materia fiscal. En la cuenta corriente, la debilidad de nuestras exportaciones no cafeteras ha demostrado ahora con toda su fuerza que son el factor de mayor vulnerabilidad de la economía colombiana. Además, la pandemia tendrá sus efectos sobre el sector de exportación no petrolero que había sido más dinámico en los últimos años, el turismo. En materia fiscal, tenemos una deuda relativamente alta y la expectativa de baja en los ingresos tributarios como resultado de la reforma de impuestos del año pasado y de los menores impuestos que pagarán las empresas petroleras, así como de la reducción en los dividendos que recibe el gobierno de Ecopetrol.

¿Qué medidas debería adoptar el gobierno a corto, mediano y largo plazo para evitar los impactos?
El gobierno obviamente debe atender de manera absolutamente prioritaria las nuevas demandas del sector salud. Debe estar dispuesto, además, a adoptar un paquete de gasto adicional para enfrentar una eventual desaceleración económica o la crisis de sectores específicos. Dado el nivel de deuda pública, esto puede requerir un aumento en los ingresos tributarios, incluso revirtiendo algunas de las rebajas y beneficios tributarios que se aprobaron el año pasado. En forma igualmente importante, debe lanzar un paquete muy ambicioso de diversificación de las exportaciones, aunque sus efectos serán limitados en el corto plazo debido a las enormes incertidumbres que rodean la economía y el comercio mundiales.


¿Qué tanto margen de maniobra tiene el Banco de la República en materia cambiaria y de tasas de interés?
El Banco de la República deberá estar dispuesto a intervenir en el mercado cambiario si la situación lo amerita. Tiene todo el margen para hacerlo, dado el nivel de reservas internacionales y al acceso a la línea de crédito flexible del FMI. Obviamente sería mejor contar con más reservas internacionales, como lo defendí en su momento como miembro de la Junta del emisor. En materia de tasas de interés, también tiene margen para bajarlas si la actividad productiva se deteriora, pero una decisión en tal sentido deberá también tener en cuenta qué efecto tendría sobre los flujos de capital que el país necesita recibir para financiar el cuantioso déficit en cuenta corriente.

¿Cómo ve la perspectiva del país para el próximo año y qué le preocupa?
Nuevamente mis preocupaciones principales están asociados a los déficits de la balanza de pagos y fiscal, sobre los cuales ya le he hecho mis observaciones. El otro problema son los sectores específicos que se pueden ver negativamente afectados, como el turismo y los restaurantes, la aviación y quizás el transporte en general, y las actividades de los clubes deportivos. Habrá, sin embargo, sectores que se benefician por la devaluación, como el cafetero y otros de exportación, así como los que compiten con importaciones. Por eso, el efecto sobre la actividad productiva no es muy claro y, en cualquier caso, existen mecanismos para continuar apoyando la recuperación, como eventuales bajas en la tasa de interés o paquetes específicos de gasto público.