No más Merlano por 10 años

Según el fallo de la Procuraduría, cuya lectura se prolongó por más de cinco horas, el comportamiento del ahora exsenador "afectó seriamente los principios de la función pública, puesto que influyó de manera indebida acudiendo de manera irregular a su investidura de senador para evitar que se le inhabilitara su vehículo".

El cargo dictado a Merlano fue tráfico de influencias. Esto tras comprobarse que el legislador llamó al centro de control de la policía de Barranquilla (Atlántico) para evitar una prueba de alcoholemia.

Además de las pruebas en audio y video en las que se quedaron registradas las declaraciones en las que el congresista del Partido de la U adujo que no le podían hacer el procedimiento ya que era un senador. "Nunca debió acudir a su investidura de senador para influir en los policías", dijo el Ministerio Público.

Fueron varias las pruebas presentadas por la Procuraduría, entre ellas seis testimonios de policías que hicieron el retén y los tres videos grabados en un celular. A ellos se sumó un audio de siete minutos de la llamada a la línea de emergencia 123 que hizo Merlano.

Merlano argumentó en su defensa que no se quiso hacer la prueba de alcoholemia por desconfianza del retén, una afirmación rebatida por la procuraduría, pues Merlano viajaba sin escoltas ya que consideraba seguro el trayecto y porque en el nunca manifestó sentirse inseguro.

La falta se agravó luego de que se conociera que Merlano no tenía licencia de conducción. "Lo que la sala sí consideró irregular es que Merlano no permitiera aplicar la acción preventiva que era la inmovilización. Y resaltó que por todos los medios impidió que se inmovilizara el vehículo".

Los hechos ocurrieron la madrugada del 13 de mayo del 2012 cuando el senador se transportaba en su camioneta con varias personas cerca de la ciudad de Barranquilla.