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Jaime Ardila, vicepresidente financiero para América Latina, General Motors.

Multinacionales miran a Colombia

La "Mesa redonda de negocios con el gobierno", organizada por The Economist y apoyada por Dinero, permitió conocer la opinión de las empresas internacionales sobre el ambiente de negocios en Colombia y sobre las reformas que se deben emprender.

24 de junio de 2005

Quizás desde las reuniones de la Junta del Milenio que organizaba Luis Alberto Moreno, hoy embajador de Colombia en Washington, no había una concentración tan nutrida de presidentes y vicepresidentes globales de multinacionales en el país. En Cartagena, la "Mesa redonda de negocios con el gobierno de Colombia", organizada por la revista inglesa The Economist y apoyada en parte por la Revista Dinero, convocó a 90 ejecutivos de empresas internacionales, cerca de 200 nacionales y el alto gobierno, encabezado por el presidente Álvaro Uribe y seis ministros.

Asistieron los presidentes mundiales de empresas como BBVA, Telefónica, Darby Overseas Investment, Falabella, el Grupo Gloria del Perú, lo mismo que vicepresidentes de Visa, Nestlé, General Motors, McDonald's, Credit Suisse, Heineken, Novell, Philip Morris y Statoil, entre otros.

Estas reuniones se hacen en una docena de países para que los inversionistas internacionales tengan acceso por dos días a empresarios y a las más altas autoridades del gobierno de cada país. Pero, además, sirven para verificar qué tan interesante es el país y qué le falta hacer.



Diagnóstico sincero

Hace cinco años, el orden público habría tomado una gran parte de las presentaciones de los funcionarios de gobierno y de los empresarios extranjeros. Hoy, los asistentes y los conferencistas internacionales reconocieron los avances en este frente y el tema se volvió apenas una mención en sus intervenciones.

Sin descuidar la seguridad, el tema se volvió hacia otras condiciones de negocios. Jaime Ardila, vicepresidente financiero de General Motors para América Latina, África y el Oriente Medio, en su presentación en Cartagena recogió sin proponérselo, muchas de las preocupaciones de los empresarios internacionales. Ardila tiene la refrescante franqueza de los ejecutivos que se preocupan por los resultados y no por la corrección política de sus opiniones.

"¿Colombia es un país atractivo para un fabricante global de carros? Sí, pero.", dice Ardila. En el lado bueno, señala que hay mercado para crecer. En Colombia hay casi 30 carros por cada 1.000 habitantes, mientras que en Brasil hay casi 70, en Argentina 180, en Corea 220 y en España algo menos de 500.

Sin embargo, como les ocurriría a otras empresas, ese potencial se estrella con varios problemas. Mencionó, el reducido ingreso per cápita, la debilidad de la infraestructura de carreteras nacionales, las ineficiencias y el costo en el proceso de importación y los aumentos de 20% y 50% en los fletes marítimos hacia el país en el último año.

Además de eso, señaló tres áreas en las que el país debería mejorar para ser atractivo para la inversión. De un lado, las elevadas tasas de interés reales. Ardila muestra que las tasas reales de crédito en Colombia superan el 5%, mientras que en Polonia, Corea y México están cerca de 1%. También destaca el hecho de que la inflación es baja, pero se mantiene por encima del promedio de los países emergentes.

La segunda es la productividad. "Los costos laborales no son competitivos comparados con la productividad", señala Ardila. El salario de un colombiano en la industria automotriz con todos los costos incluidos supera a los de Brasil y México. Esto se podría compensar con una mayor productividad que se consigue con más inversión en capital humano y físico.

La tercera, quizá una de las más apremiantes, es la tributaria. Las tasas de impuestos están entre las más altas del planeta. "Colombia está en la liga de los impuestos elevados", aseguró. Así, mientras la tarifa de impuesto de renta corporativo es de 38,5%, en Argentina y España está en 35%, en Brasil, Venezuela y México en 34% en Sudáfrica en 30% y en Corea en 29,7%. Pero como lo han señalado tantas veces los economistas locales, las tarifas altas no se han traducido en mayores recaudos. Mientras en Brasil los ingresos tributarios valen 37% del PIB y en España 36%, en Colombia representan apenas el 17%.



Otros programas

El foro de Colombia tuvo varios elementos que la diferenciaron de otras mesas redondas de The Economist. Una asistencia superior al promedio, en particular, de ejecutivos extranjeros y funcionarios con cargos altos en las jerarquías corporativas. "No es típico que un jefe global vaya a este tipo de reuniones", sostiene Cate Ambrose, directora ejecutiva de las conferencias de The Economist. La razón de esta asistencia, señala, es que hay un interés renovado de las multinacionales en Colombia, sobre todo de las europeas, que encuentran un buen momento político y una oportunidad de negocios estratégica. "En la región andina no hay otras opciones", añade.

En la reunión, Heineken no ocultó su interés por Bavaria. Falabella y el fondo de inversiones Stanford Group reafirmaron su intención de instalarse formalmente en Colombia. El BBVA dejó entrever su interés en nuevas compras de bancos y Telefónica reforzó el mensaje de participar en el mercado celular.

Pero también hubo otros propósitos comerciales. Para Visa Internacional, Colombia es el cuarto mercado de América Latina. Sin embargo, los pagos con Visa en el país valen 2,1% del consumo privado total, mientras que en Brasil valen 5%, en España 7% y en Austria 19%, señala José María Ayuso, vicepresidente de esta tarjeta para América Latina. Su reto es aumentar la aceptación de las tarjetas entre los comerciantes y para ello lanzará nuevos productos, entre los que se cuenta uno para intermediar remesas, que les parece una enorme oportunidad.

La cadena de restaurantes McDonald's quiere ampliar su menú, introducir el concepto de servicio a la familia y abrir uno o dos restaurantes este año, lo que implica nuevas inversiones, le dijo a Dinero José Armario, presidente para América Latina.

La "Mesa Redonda" no es una rueda de negocios, pero como ocurre cuando las condiciones son buenas, los proyectos como estos y otros que se discutieron en conferencias y en los pasillos, aparecen con relativa facilidad. Los empresarios internacionales pudieron hablar con 150 ejecutivos locales de firmas tan diversas como Carvajal, Carulla, Valorem, oficinas de abogados y bancos de inversión. La conclusión de todos ellos: si Colombia se aplica en quitar los obstáculos a la inversión nacional y extranjera, los resultados en crecimiento serán sin duda, mejores.