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Top of mind adultos, qué piensan las mujeres.

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Mujeres colombianas ganan un 14% menos que los hombres

De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, por cada US$100 que reciben los hombres, a las mujeres les pagan US$86. La tasa general de América Latina es de 8%. Existe más posibilidades que las casadas se retiren de su empleo, que las que tienen hijos.

21 de enero de 2012

Según el estudio internacional la desigualdad es más profunda en economías desarrolladas como Alemania, donde un hombre recibe US$100 y las mujeres US$62; en México la proporción es de US$100 por US$80; las mujeres de Malasia apenas reciben US$90; en Sri LankaUS$50 y Bagdad tiene la tasa más baja con US$12.

En décadas recientes, las mujeres de la región han avanzado en cuanto a participación laboral, acceso a la educación y salud, superando incluso a los hombres en muchos indicadores y posicionándose muy por encima de otras regiones en el mundo, según indica un nuevo informe sobre género en América Latina. Al mismo tiempo —indica el informe—, enfrentan nuevos desafíos a la hora de progresar de la mano como madres y como mujeres trabajadoras.

Más de 70 millones de mujeres ingresaron al mercado laboral regional desde 1980, marcando un crecimiento sin precedentes de la participación femenina en el mercado laboral. Hace tres décadas, solo el 36% de las mujeres en edad de trabajar formaban parte del mercado laboral.

La participación femenina en América Latina y el Caribe creció más rápido que en cualquier otra región del mundo. Estos resultados están estrechamente relacionados con el hecho que las mujeres han alcanzado éxitos educativos, superando a los hombres en un número de indicadores. Hoy en día es más probable que las jóvenes cursen la escuela secundaria o la educación superior que los varones, y también tienen más probabilidades de terminar ambas.

Más de 500 millones de mujeres se han incorporado a la fuerza de trabajo mundial en los últimos 30 años,
a medida que la participación de la mujer en el trabajo remunerado ha ido aumentando en la mayor parte del mundo en desarrollo.

Sin embargo, a medida que la brecha entre ambos se cierra, surgen nuevos desafíos, indica el informe. La primera generación de políticas de género abordó las disparidades, asegurando un acceso igualitario a los servicios, desde la educación a la salud. Sin embargo, se necesita un nuevo conjunto de políticas para ayudar a las mujeres a balancear las demandas impuestas por el trabajo y la vida familiar, dicen los expertos.

“Curiosamente, estos avances en la agenda de género implican nuevos desafíos para los diseñadores de políticas, particularmente la demanda de flexibilidad no satisfecha por parte de aquellas mujeres que intentan equilibrar su vida laboral y familiar,” dijo la autora del informe, la economista del Banco Mundial Laura Chioda. “Ya sea la prestación de servicios de guardería o la formalización de arreglos de tiempo parcial en el mercado laboral, las políticas que permiten una mayor flexibilidad en el trabajo han demostrado que sirven para mejorar la calidad de la participación femenina en la fuerza laboral,” dijo Chioda.

La mayor participación profesional de las mujeres en una sociedad también deriva en una mayor participación en la política formal —incluyendo puestos de alto rango. La participación de las mujeres en las bancas parlamentarias de América Latina actualmente llega a 24 por ciento, la más alta del mundo y marginalmente por encima de los países de alto ingreso de la OCDE (23 por ciento).

Mientras que la participación de las mujeres en el sistema legislativo está aumentando, su distribución sigue siendo desigual de acuerdo al país: alrededor de 10 por ciento en Belice, Panamá, Brasil y Surinam, pero más de 30 por ciento en Argentina, Costa Rica, Ecuador y Guyana.