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Arriba: Juan José Echavarría, gerente; Juan Pablo Zarate, codirector; Gerardo Hernández, codirector y José Antonio Ocampo, codirector. Abajo: Ana Fernanda Maiguashca, codirectora, Alberto Carrasquilla, minhacienda y Carolina Soto, codirectora del banco de la República. | Foto: Dinero

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Carrasquilla vuelve al Banrep: el que es caballero repite

El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, llega por tercera vez a la Junta Directiva del Banco de la República ¿Cómo le fue en sus dos primeras temporadas y qué se espera en esta oportunidad?

31 de agosto de 2018

Alberto Carrasquilla llegó por primera vez a la Junta Directiva del Banco de la República como gerente técnico de la entidad en 1993 y allí permaneció hasta 1997, de donde pasó al Banco Interamericano de Desarrollo con Ricardo Haussman a la cabeza.

En esos primeros años de Carrasquilla en la Junta Directiva del Emisor, el entonces gerente técnico fue el primero en advertir las dificultades económicas que amenazaban al país, pues entre otras cosas la deuda de los hogares colombianos era demasiado alta. Colombia necesitaba un ajuste.

Carrasquilla insistió en la necesidad de reducir la liquidez del país para acabar con la burbuja de gasto que se vivía mientras el presidente de la República, Ernesto Samper, intentaba intervenir en el Banco de la República para que este no generara un apretón que le hiciera terminar su gobierno en 1998 con desaceleración económica.

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La Junta Directiva tomó la decisión, con 4 votos a favor y 3 en contra, de aumentar la meta de inflación desde el 18% hasta el 20% en una discusión que algunos miembros de la misma junta calificaron como totalmente técnica.

Sin embargo, Carrasquilla insistió hasta que por cuenta de la discusión dejó de cruzar palabra con su jefe directo, el gerente general del Banco de la República, Miguel Urrutia y finalmente ese mismo año abandonó la entidad para irse al Banco Interamericano de Desarrollo por una propuesta del mismo Ricardo Haussman.

Finalmente, en 1998 Luis Alberto Moreno acompañó al equipo económico del presidente Andrés Pastrana en la misión de lograr un acuerdo de ayuda del Fondo Monetario Internacional, atado a una serie de reformas como la eliminación de la banda cambiaria, en su calidad de embajador de Colombia en Washington.

La segunda estadía de Carrasquilla en la Junta Directiva parece haber sido mucho más tranquila. El entonces presidente Álvaro Uribe Vélez lo nombró como ministro de Hacienda luego de un año de funciones de Roberto Junguito y allí permaneció hasta 2007.

En 2003 también llegó a la Junta Directiva del Emisor Juan José Echavarría, quien permaneció en el cargo hasta 2013 y después volvió como gerente general de la entidad desde 2017.

Fue durante el primer periodo del ministro de Hacienda cuando se acordó que el Banco de la República dejara de darle permiso al Gobierno para emitir deuda y por más acalorado que fuera el debate dentro de las reuniones de la Junta, Carrasquilla jamás salió a hablar de temas monetarios.

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“No era mi competencia, simplemente era como cumplir una cortesía mínima que uno debe tener”, le explicó el ministro Carrasquilla a Dinero.

La segunda temporada de Alberto Carrasquilla dentro del Banco de la República la describe él mismo: “casi como volver a casa”.

En ese momento el gerente del Emisor todavía era el economista Miguel Urrutia, quien había sido su jefe mientras fue gerente técnico de la entidad y muchos de los funcionarios del Banco Central también se mantenían, una familiaridad que le jugó a favor al ministro.

Esta vez, el gerente general de la autoridad monetaria es uno de sus antiguos compañeros en el Emisor: Juan José Echavarría, mientras que su antiguo viceministro técnico, Juan Pablo Zárate, ejerce como codirector.

Además, el mismo Carrasquilla ha reconocido en diferentes eventos que la situación económica del país es mucho mejor que la que se vio en 2002, cuando fue ministro por primera vez.

De acuerdo con el ministro, “las cifras están muy fáciles de manejar, las cifras monetarias están muy ordenadas”. Esta vez, Carrasquilla tendrá a su favor mucho más que la familiaridad con el equipo.

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