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La llegada de migrantes generó grandes expectativas, pero el alto grado de dependencia hace que su impacto no sea el esperado. | Foto: Esteban Vega

POBLACIÓN

¿Por qué la llegada de venezolanos no aumenta el bono demográfico?

Para 2025 habrá en el país 3,3 millones de venezolanos. Pero el crecimiento adicional vendría de consumo e inversión, no de la dinámica poblacional.

23 de enero de 2020

Todo indica que las expectativas de alargar el bono demográfico que vive hoy Colombia, dada la llegada de cientos de miles de jóvenes venezolanos en edad de trabajar, no dejarán de ser más que eso, meras expectativas.

La población migrante es 10 años menor que el promedio de los colombianos. Pero esta migración tiene un fuerte componente de niños y adultos mayores.

En términos técnicos se considera bono demográfico al periodo en el cual la pirámide poblacional de un país tiene más personas en edad productiva que dependientes de ellas. Esta relación es de 2 dependientes por cada 3 potenciales trabajadores, lo que genera mayores aportes a la seguridad social, más recaudo de impuestos y mayor capacidad productiva de la economía.

Las cuentas de servilleta darían para pensar que la llegada de hombres y mujeres venezolanos jóvenes, más preparados en promedio que los colombianos, le permitiría al país tener un periodo adicional de bono demográfico. No obstante, los cálculos completos no dan.

La razón tiene que ver con la estructura poblacional de los migrantes. Esta, sumada a la colombiana, hace que dicha relación de dependencia siga siendo muy alta, más de 66% a partir de 2029. Como efecto, el bono demográfico solo se alarga un año.

Este estudio, liderado por el Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, de Publicaciones SEMANA, y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), tomó en cuenta las proyecciones poblacionales realizadas por Álvaro Pachón y Asociados en 2012 para el Departamento Nacional de Planeación (DNP), previas al fenómeno migratorio. Y las comparó con los cálculos propios que incorporan lo observado en materia de migración y diferentes escenarios del volumen de migrantes a 2025.

Incluso en el escenario más extremo, con cerca de 5 millones de migrantes, no hay un efecto importante sobre el bono demográfico”, aseguró Paula Escobar, directora del Observatorio de Migración de Semana.

Las conclusiones del estudio pueden resultar frustrantes. Pero es importante reconocer esta realidad y ampliar los otros canales por los cuales Colombia se puede beneficiar de la migración venezolana.

La llegada de mano de obra calificada, el impulso al consumo y nuevas inversiones son algunos de los efectos que ya se sienten en las cifras económicas.

“Este contexto plantea como retos la formación de capital humano migrante desde la primera infancia hasta la educación superior y el poder facilitar los mecanismos para su vinculación en el mercado laboral desde un enfoque de oportunidad”, explica Verónica Simán, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

Así, por ejemplo, la llegada entre 2003 y 2005 de un número importante de ingenieros del sector petrolero permitió al país ampliar su exploración y explotación con tecnologías traídas del vecino país. Inversiones con capital venezolano como las que realizaron las empresas Farmatodo, Ma o Empresas Polar, por mencionar solo algunas firmas, han generado nuevos puestos trabajo e impuestos para el fisco nacional.

“El efecto sobre el consumo, que a menudo se subestima, está mostrando ser uno de los principales beneficios de la migración en materia económica. Dos millones de personas adicionales consumiendo a diario bienes y servicios de la economía colombiana generan un shock de demanda que impulsa el crecimiento económico, como lo señalan las cifras de PIB del tercer trimestre de 2019”, señaló Paula Acosta, gerente de la Unidad de Innovación Social de Semana.

De hecho, las recientes cifras sobre el comportamiento del gasto de los hogares en 2019, indican que hubo un crecimiento en términos reales de 6% según la consultora Raddar. Esos datos onfirman que la presencia de migrantes venezolanos fue uno de los factores determinantes para obtener ese resultado.

Para que esta migración se traduzca no solo en mayor consumo sino en desarrollo económico a mediano y largo plazo para el país, será necesario todavía asegurar la formación del capital humano colombiano y migrante, así como avanzar en el proceso de su vinculación formal al mercado de trabajo.

El estudio puede ser consultado en la página web del Proyecto Migración Venezuela (migravenezuela.com), en la pestaña Observatorio.

Colombia disfruta su periodo de bono demográfico desde 2006 y antes de la migración se había calculado que este terminaría en 2027.

Por esta razón la llegada de más de 1,5 millones de migrantes venezolanos a Colombia les ha valido a muchos analistas un discurso entusiasta sobre las posibilidades de crecimiento económico adicional para el país. Más si se tiene en cuenta que la nueva población tiene en promedio 22 años, una década más joven que la media de los colombianos.

Pero aprovechar las ventajas de esta migración pasa por hacer serios ajustes en educación y en el mercado laboral.