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Bancolombia no solo es un actor económico sino un actor social y ambiental, que ejerce por lo mismo un activismo en las tres esferas. | Foto: Bloomberg

Entrevista

¿Qué ve Carlos Raúl Yepes, presidente de Bancolombia, en el horizonte del país?

Uno de los líderes de líderes, que comenzó a trabajar por un cambio de mentalidad de la banca hacia hacerla más humana, habla de las enormes oportunidades y desafíos del 2016. Sus reflexiones sobre el año económico que se avecina resaltan la oportunidad de trabajar por afincar la paz y re-inventar el país, en lo social al igual que al transformar las empresas.

Daniel Niño Tarazona
16 de diciembre de 2015

El entorno externo ha modificado sustantivamente lo que se pensaba hace 3 meses del 2016 pero la paz es uno de los factores más positivos que nos deja el 2015. Si bien 2016 será un año económico más difícil Colombia está ante una era de posibilidades que debe concretar según Carlos Raúl Yepes. Por lo mismo el año entrante será fundamental para empezar a consolidar a un país en paz.

En estas navidades es el momento oportuno para reflexionar el aporte personal de cada quien a los retos y oportunidades que suponen un nuevo escenario sin guerra y los cambios en la estructura económica del país después de la bonanza petrolera.

D/ ¿Cómo ve los diálogos de paz con las FARC?

CRY/ Siempre he sido un convencido del proceso y tuve oportunidad de decir en Cuba, cuando visitamos con un grupo de empresarios las conversaciones en la Habana, que ha sido un proceso lento por la desconfianza y el lenguaje utilizado, que muchas veces no ha sido el adecuado. También, ha sido un error muy grande, y así se los dije a los negociadores de las FARC, creer que estaban negociado con el gobierno y no con la sociedad.

Todos nosotros como ciudadanos debemos alcanzar un acuerdo sobre lo fundamental. Este será un proceso con acuerdos importantes pero como sociedad es importante ir parando la guerra con los diferentes actores. Es un proceso muy importante y lo he ido asumiendo con mis convicciones en el sentido que he estado en la Agencia de Reintegración y Reinserción, en el Departamento de Prosperidad Social, en la Comisión Asesora de Paz, siempre con mensajes constructivos. He tenido fe que este proceso de paz es irreversible.

D/¿Qué sigue después de la paz?

CRY/ Para fortuna del país y de la sociedad esta semana las FARC han dicho que el acuerdo es irreversible.
Como país nos hemos ido acostumbrando a pelear, gritar e insultar. Pero ahora todos tenemos que preguntarnos ¿cómo podemos cada uno aportar? Todos los ciudadanos desde diferentes frentes deberemos llegar a una agenda común. En este proceso político incluso el gobierno y el Centro Democrático tienen puntos en común, ojalá lleguemos a lo que nos une y no lo que nos separa como sociedad.

Las FARC mismas dicen que reconocen que el camino no es la lucha armada y quieren hacer la transición a la lucha política.

En su momento les dije a las FARC que me preocupaba que la gente le tuviera más miedo a los acuerdos que a la guerra. Pero no se está negociando el modelo económico, no se está negociando el modelo de propiedad privada, habrá juzgamiento diferenciado para la guerrilla, los militares y otros actores de la saciedad civil. Ellos deberán hacer dejación de las armas.

D/¿Qué papel juegan los empresarios?

CRY/ A los empresarios nos corresponde ayudar a cambiar la mentalidad. Que la agenda supere los temas de impuestos y de empleos, donde generemos redes de trabajo porque como dice David Bojanini, la paz no se firma sino que se construye.

Desde ya podemos empezar a des-atrasarnos de lo que no se ha hecho como sociedad. Somos corresponsables como sociedad de la desigualdad y la inequidad. ¿En qué momento nosotros fuimos una sociedad indiferente a los problemas que teníamos? Por eso debemos reconciliarnos, donde nos serenemos, definamos la agenda y los actores para entrar en una nueva etapa con efectos económicos muy valiosos.

Eafit y Pro Antioquía ven la necesidad de entre $10 y $20 billones destinados a la paz, adicionales al presupuesto. Pero generarían crecimiento económico superior al 5%. Tanto DNP y nuestro equipo de Investigaciones Económicas ven crecimientos adicionales cercanos a 1,9% del PIB. ANIF hace sumas y restas que concluyen que vale mucho más la guerra que la paz. Lo que hay que hacer es un cambio de mentalidad.


Carlos Raúl Yepes es por naturaleza optimista. Educación, infraestructura y agroindustria hacen parte de la apuesta a una nueva era de oportunidades que se requieren concretar para reconciliar el país.

D/Bancolombia cree en el futuro de las nuevas generaciones y su contribución al cambio social y económico. Eso supone talento humano, ¿cómo mejorar la cobertura y calidad de la educación?

CRY/ Hay que reinventar el modelo educativo desde la temprana edad, la forma en que se enseña, la calidad de los docentes, su remuneración. En Pro Antioquía se ha identificado que el sistema educativo se centra mucho más en el estudiante cuando se trata de preocuparse más por la formación de los docentes y de otros actores educativos. Debemos apostarle a la universidad rural, somos un país rural y uno de los motores de desarrollo del posconflicto donde están centradas las esperanzas es la agroindustria.

Existe por ejemplo la Universidad Utopía en Casanare de los hermanos lasallistas, que han observado que los conflictos del país son diferentes, la idea de paz son necesidades regionales. Se debe construir la educación de acuerdo con la vocación comercial de las regiones, construir la agenda de educación desde los territorios. No desde el centro hacia la periferia. Para esto debemos apostar a la infraestructura educativa.

En la Universidad Utopía, con los programas sueños de paz, apostamos por un acompañamiento en todo sentido para que muchachos que vienen de zonas de conflicto y vulnerabilidad de todo el país, tengan la oportunidad de prepararse y luego realizar emprendimientos en sus regiones con apoyo de capital resolviendo necesidades de sus territorios.

Antes de ayer en la junta del banco hablábamos del talento que se necesitan en las empresas. ¿Cuál es el funcionario de Bancolombia que necesitamos hoy para el futuro? ¿Cuáles son las profesiones, las calidades personales que necesitamos de nuestros funcionarios? La sensibilidad social, la sensibilidad ambiental, trabajo en equipo.

Nuestro regalo para el país y las personas en estas navidades es la educación, es un regalo que no se gasta. Esa es la línea de coherencia que se ven en nuestros comerciales este fin de año.

D/ ¿Cómo puede apostarse al desarrollo agroindustrial? Hay espacio para que crezca el crédito agrícola, pesa menos en los créditos de la banca que lo que pesa en el PIB. Pero a veces tiene la menor calidad de cartera.

CRY/ El reto de agroindustria y del sector agropecuario en Colombia indica que tenemos que reinventarnos. Eso supone un modelo que contemple la distribución y tenencia de la tierra, su mayor productividad, la oportunidad de ser despensa alimentaria, que sea atractivo para la inversión extranjera, sin miedo a los latifundios, apostando a los ecosistemas y no solo a las unidades agrícolas. Que atraiga comercio, servicios, hotelería y “clusters” basados en alianzas público-privadas que incluyan a la academia. Habrá que diseñar modelos sociales cooperativos, de integración vertical y participación e inclusión en la cadena de valor del negocio.

En la banca tenemos que aprender a desatar el nudo en la gestión de riesgos, los recurrentes y sobrevinientes. Necesitamos profundizar nuestros conocimientos de todos los sectores, saber mejor del eje agropecuario, de su ecosistema y de su entorno. Allí está el caso del fenómeno del Niño.

D/El desarrollo rural pasa por territorios muy distintos entre sí, ¿cómo respondería el banco?

CRY/ En la banca se ha fortalecido el entendimiento de los entornos. Será necesario replicar lo que hemos aprendido en la expansión internacional. En Bancolombia tenemos claro cada cultura, no imponemos reglas, identificamos las buenas y mejores prácticas a los países que hemos llegado. Somos locales donde estemos. Trabajamos por interés general y en equipo con las autoridades. Eso mismo será necesario realizarlo en los territorios y para las condiciones particulares de los sectores.

D/Bancolombia propone que se haga infraestructura, en especial la que va a elevar la productividad y competitividad del país, pidiendo que se ejecute apropiadamente. ¿Cómo lo imaginan en Bancolombia para que contribuyan a la construcción de país y sociedad?

CRY/ 2016 no es para asustarnos sino prepararnos. Vamos a tener un entorno más difícil y más complejo, tendremos que transitarlo con más precaución y con cuidado. Los primeros proyectos de 4G y los APP nos moverán y nosotros sabemos que el reto no solo es prestar dinero sino que también prestamos asesoría. En el caso de Bancolombia lo hemos dicho, si con la capacidad del banco pudiéramos participar en el desarrollo de la infraestructura ese sería el negocio más importante en la historia del banco. Eso nos está llevando a redefinir la estrategia, a redefinir la estructura del banco, los perfiles de las personas. Vamos a necesitar más matemáticos, ingenieros, constructores, cambios en los modelos de auditoria, y la más importante, la gestión de riesgos.

Le di instrucción al equipo que pusiéramos sobre la mesa las dificultades, errores, riesgos para todos. Lo que no hagamos bien ahora podría generar un riesgo para todos, pues hay posibilidades de riesgos sistémicos. Tenemos que ser muy responsables, rigurosos en la financiación. Es nuestra responsabilidad como gestores de plazos y de tasas. Vamos a participar de la mejor manera posible.

Este sigue siendo un país en que esta todo por hacerse. Lleno de posibilidades. Ahora esas oportunidades hay que saber concretarlas. Saber definir el modelo para hacer tantas cosas. En todas las actividades de la sociedad tenemos grandes retos y oportunidades pues hay muchas necesidades. Soy de los que creen que el país el país podrá en los próximos años crecer entre 4,5% y 5% y que el sector financiero va apoyar ese crecimiento. Soy muy optimista!