Los carnavales en pandemia

Como era de esperarse, la pandemia cambió totalmente los planes de entretenimiento de los colombianos y la acostumbrada rumba de fin de año va a tener que ser pospuesta. Las aglomeraciones, que son parte del espíritu de estas celebraciones, hoy son impensables, el número de contagios no cede y los pronósticos no son optimistas.

El país ya supera el millón de contagios y el número de muertes sobrepasa las 30.000.

Por esto, fiestas insignia del país como el Carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Blancos y Negros, la Feria de Cali y la Feria de Manizales, entre otras, se aplazaron o se harán de forma virtual. 

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Esto sin duda representa una enorme pérdida, ya que estas celebraciones, que forman parte del ADN del país, son una fuente importante de recursos para vendedores informales, comerciantes, hoteles y restaurantes, así como uno de los motores de la llamada economía naranja.

Anualmente las cerca de 4.000 festividades que se llevan a cabo en el territorio nacional mueven más de $1 billón y son el sustento de miles de familias, que con ellas garantizaban los ingresos para todo el año.