Home

País

Artículo

Las pyme en cifras

La buena noticia para las pyme este año es que por fin las descubrieron. La mala noticia es que están en la cuerda floja. El dilema es fortalecerse o desaparecer.

14 de junio de 2002

La pyme colombiana es como esos programas de televisión que buscan estrellas entre la gente común y corriente. Así como el público se cansó de ver las mismas caras, los bancos y las grandes empresas descubrieron que no pueden pasarse la vida vendiéndoles a los mismos clientes. Y llegaron a la misma conclusión de los buscadores de talentos: el país tiene una gran reserva de energías y aptitudes lista para saltar al escenario a la primera oportunidad. Pero es una energía básica, a la que aún le falta mucho para funcionar en el nivel de los mejores. Incluso quienes tienen calidad, deben pulir defectos. Y encontrar a los que poseen la calidad es una tarea titánica, pues los talentos con futuro están perdidos en medio de la gran masa.



Sobresalir entre la masa y convencer a clientes, proveedores y banqueros de que están aquí para quedarse es el reto que enfrentan hoy las pyme de Colombia. No es fácil recordar otro momento cuando la pyme haya tenido el protagonismo de hoy. El país tuvo que pasar por varias bonanzas externas de corta duración, y caer en su crisis más profunda en casi un siglo, para descubrir que siempre ha sido un país de pyme. Nuestras empresas grandes son definitivamente una minoría en la base productiva. Solo podemos ser un país de empresas grandes cuando crezcan las medianas de hoy, las "empresas bisoñas" de las que ha hablado el presidente electo Alvaro Uribe.



La atención que se vuelca hoy sobre la pyme es algo muy positivo, pero encierra peligros. Al enfocar la mirada sobre ellas, son evidentes su gran potencial hacia el futuro y sus múltiples problemas del presente. Los defectos aparecen a la luz descarnadamente. Hay tantos problemas en estas empresas, que siempre habrá la tentación de dejar la pyme para después y concentrarse en las empresas grandes que han sido líderes en el pasado. Ante este dilema, los colombianos podemos escoger si preferimos ver el vaso medio lleno, o medio vacío. Si escogemos ver el potencial de crecimiento, podemos trabajar sobre estas empresas, aunque estaremos corriendo el riesgo de fracasar. Si escogemos ver solo los problemas, el fracaso dejaría de ser una posibilidad y se convertiría en una certeza, pues habríamos cerrado la vitalidad de la base productiva de este país.



La fuerza escondida



En una mirada general, los datos de la pyme son preocupantes. Mientras las grandes empresas han mejorado sus indicadores desde el punto más profundo de la crisis, en 1999, la pyme como grupo presenta un sustancial deterioro. En 2001, las ventas del grupo pyme en la muestra que sale de las 5.000 empresas cayeron 12% en términos reales y apenas llegaban al 74% del nivel de 1998. Sector por sector, al conjunto de las pyme les va menos bien que a las grandes.



Sin embargo, cuando se observa con mayor detenimiento, aparecen señales de una notable fortaleza. En la muestra de las empresas que presentaron sus balances a la Supersociedades en todos los años entre 1998 y el año 2001, que utilizamos para el análisis en esta revista, el 67% de las pyme experimentó crecimientos en ventas superiores a la inflación entre los años 1999 y 2001. Este resultado contrasta fuertemente con la notable caída real que se observa para todo el grupo. ¿Qué ocurrió?



El desempeño más positivo fue jalonado por las pyme con niveles de ventas superiores a $5.000 millones. Solo un 40% de las empresas que venden por debajo de $5.000 millones al año logró crecimientos reales en ventas. En este segmento está el 44% de todas las pyme cuyas ventas caen en valor real. El 74% de las empresas en el rango de $10.000 a $15.000 millones tuvo crecimiento real en el período. Esto confirma el hallazgo de los banqueros: cuando las pyme sobreviven y crecen por encima de ciertos límites de ventas, pueden ser altamente resistentes a la adversidad. Mantener un crecimiento en términos reales durante un período tan difícil como estos tres años es una proeza para una empresa de cualquier tamaño. Lograrlo con acceso limitado al crédito y con muy escasos recursos para atender cualquier contingencia es una hazaña.



Incluso en los datos agregados, se aprecian señales de fortaleza en las pyme. Si bien su utilidad operacional se vio afectada por la disminución en las ventas, las pyme son más eficientes en sus costos, al registrar una recuperación de su utilidad operacional real del 50% con respecto a la obtenida en 2000.



Aunque el agregado de la utilidad neta en términos reales sigue siendo negativo, las pyme disminuyeron su pérdida real en un 85% en el 2001 con respecto al 2000. Esto fue posible por un mejor manejo de su deuda y una disminución real de sus obligaciones financieras. Así mismo, el margen neto, o rentabilidad del negocio, también reportó mejorías. Pero sigue siendo negativo, pasó de -15,7% en el 2000 a -2,7% en el 2001. Estos progresos se deben a un severo ajuste en costos, y muestran que, si la economía vuelve a una senda de crecimiento, las pyme podrían tener incrementos en ventas sostenidos por varios años.



Una mirada sectorial



Las pyme participan en casi todos los sectores de la economía, desde los más básicos de la industria y el comercio hasta los más sofisticados de tecnología y comunicaciones. No en balde sus ventajas son precisamente la flexibilidad y la movilidad. Los sectores de industria, comercio, servicios y agropecuario agrupan al 82% del total de las empresas. Su participación en la industria manufacturera es muy importante, y el 68% de las pyme del sector industrial reportó crecimientos en ventas por encima de la inflación en los dos últimos períodos. En más del 70% de las pyme de acabados textiles, calzado, carrocerías y partes para vehículos, cerámicos, confecciones, laboratorios farmacéuticos, maquinaria y equipo, productos de metal y productos de plásticos, hubo crecimiento real. Si bien las ventas del agregado del sector fueron similares al 2000, el margen operacional de 5,3% muestra los esfuerzos por alcanzar mayor eficiencia.



El comercio también repuntó. Si bien la caída del ingreso de los colombianos los ha llevado a racionalizar la canasta familiar, más del 57% de las pyme de comercio crecieron sus ventas por encima de la inflación entre 1999 y 2001. La agresiva competencia ha obligado a los comerciantes a rebajar los precios y a disminuir el margen. Los subsectores materiales de construcción, el comercio al por mayor, prendas de vestir y calzado apoyaron el adecuado desempeño del comercio pyme en el 2001.



En servicios, las pyme de servicios públicos siguen siendo uno de los subsectores más prometedores para estas unidades en la economía. Más del 70% de estas pyme mantuvo crecimiento real en ventas durante los tres últimos años. El debate sobre la participación del capital privado en los servicios públicos cada vez cobra más fuerza y adeptos. Estas pyme han permitido no solo la racionalización de precios de los servicios, sino la masificación del cubrimiento en lugares donde hasta el momento no se prestaban.



Las pyme y su enorme aporte a la economía colombiana son un tema que el país desconoce. Cómo son los procesos de crecimiento de estas empresas, cuál es la ruta que les permite crecer y cuáles son las mejores estrategias para recorrerla son temas que deberían tener un espacio privilegiado en la investigación en Colombia, pero apenas lo están empezando a ganar. La agilidad de estas empresas y la capacidad para experimentar con fórmulas atrevidas, ajenas a la experiencia pasada, pueden ser el factor clave para que las cadenas productivas colombianas penetren los mercados internacionales. Su capacidad para moverse rápido y reaccionar a demandas segmentadas que exigen alta calidad podría ser una punta de lanza del desarrollo colombiano. Su resistencia a las condiciones más adversas sería el activo más valioso para el futuro empresarial del país. Es vital que aprendamos más sobre nuestras pyme, para reconocer a aquellas con gran potencial, en medio del torrente de empresas que nacen y desaparecen cada año en el país. Ese es el arte de los cazadores de estrellas.



El ranking pyme

Las pequeñas y medianas empresas son el 96% de las empresas del país, generan el 63% del empleo industrial, realizan el 25% de las exportaciones no tradicionales y pagan el 50% de los salarios, de acuerdo con datos del Ministerio de Desarrollo. Por eso, este año nuestra edición de las 5.000 empresas presenta el primer Ranking nacional con las 500 pyme de mayor crecimiento en el país.



El primer punto en la construcción del ranking fue la determinación de qué es una pyme. Después de un sondeo cualitativo entre diferentes dirigentes gremiales y directivos del sector financiero, definimos a las pyme en Colombia como aquellas empresas con ventas anuales de hasta $15.000 millones.



Las empresas fueron seleccionadas a partir de la información suministrada por la Superintendencia de Sociedades, alimentada con los datos del 2001. Consideramos empresas que hubieran estado en el mercado por lo menos durante tres años. El ranking ordena a las pyme con base en el Indice Dinero de la pyme, el cual combina las dimensiones de tamaño y crecimiento en los dos últimos años.