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Para Andrés González, gobernador de Cundinamarca, la nueva ley ofrece herramientas concretas para que los departamentos logren mayor autonomía y desarrollen planes conjuntos con la ciudad-región Bogotá-Cundinamarca.

Coyuntura Nacional

La lucha de las regiones

Se calentó la polémica entre los gobernadores por la Ley de Ordenamiento Territorial: mientras en la Costa están furiosos con la iniciativa, en el centro del país creen que es el primer gran paso hacia la autonomía regional.

6 de julio de 2011

El sueño de los costeños de tener su propia región autónoma quedó aplazado. Por eso, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, y sus homólogos en la región Caribe se fueron lanza en ristre contra la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (Loot), que acaba de sancionar el Presidente de la República.

Según Verano, la nueva norma "no permite el pleno desarrollo de la autonomía regional, que es uno de los más importantes logros en la Constitución". Los costeños quieren tener su propia región; esto es, una unidad política y administrativa, con sus presupuestos y planes de desarrollo autónomos, que eligen popularmente una supra-asamblea legislativa y un supra-gobernador. Esa sería una verdadera revolución de la división territorial y política en Colombia, que además ya tuvo un apoyo en las urnas de 2 millones de ciudadanos durante la iniciativa de "Voto Caribe" que se desarrolló el año pasado.

Pero el balance de la ley no es tan negativo para otros. El gobernador de Cundinamarca, Andrés González, se mostró optimista y cree que es el primer gran paso hacia la consolidación de la autonomía regional.

La Loot le dio un verdadero espaldarazo a los departamentos del centro del país. Según la norma, el Distrito Capital de Bogotá, el departamento de Cundinamarca y los departamentos contiguos como Meta, Tolima y Boyacá, serán la primera Región Administrativa de Planeación Especial (Rape) que tendrá el país.

"Eso nos permitirá, por ejemplo, construir un régimen fiscal especial y de la mano de los Contratos Plan, contar con mayor autonomía en temas de ingresos y tributos. Por ejemplo, si la región le apuesta a tener más movilidad, se puede establecer un tributo y gestionar recursos especiales en el fondo de compensación para financiar metro, tren y buses articulados. Lo propio podríamos hacer con Boyacá, para el tren Belencito-Tunja-Bogotá. Y otro tanto con el Meta para la hidrovía Meta-Orinoco y su conexión al Brasil", explicó González.

La decisión no implica elegir un gobernador regional ni una asamblea regional, pero sí es el primer paso, pues la ley establece que la "Región Administrativa" se puede convertir en "Región entidad territorial"; esa puerta está abierta para todos los departamentos y distritos.

Así que el tema de fondo no es si en Colombia va a haber más autonomía regional, sino el "tiempo" para que ello se concrete: mientras en la Costa querían convertirse en una entidad territorial de manera inmediata, la ley abre esa posibilidad, pero haciéndolo más "despacio".

Colombia ha sufrido un fracaso en materia de descentralización, pues la pobreza y la desigualdad social han crecido en muchas zonas a pesar de los billonarios recursos que se giran por regalías y participaciones. No se le podía pedir al Congreso que revolcara todo el ordenamiento territorial de la noche a la mañana sin blindar el proceso. La autonomía regional es todavía un laboratorio en Colombia.

La Loot no es la panacea ni va a cumplirle el sueño a ninguna de las regiones de convertirse en una región autónoma de manera inmediata; pero allana el camino para lograrlo y brinda herramientas para que los departamentos se la jueguen por planes conjuntos. Es una buena manera de encender motores.