Home

País

Artículo

Huelga agropecuaria revela incapacidad del Gobierno ante problemas sociales. | Foto: EFE

Paro agrario

La incapacidad del Gobierno ante problemas sociales

La huelga agropecuaria colombiana ha revelado la crisis del sector y la incapacidad del Gobierno para resolver un problema anunciado hace meses, que puede tener un costo político para el presidente Juan Manuel Santos.

31 de agosto de 2013

La protesta, que comenzó el pasado 19 de agosto, fue manejada al comienzo por el Gobierno sin la importancia requerida, hasta que los bloqueos de carreteras por parte de los campesinos llevaron al mandatario a reconocer, en la segunda semana de la huelga, que las de los labriegos "son reclamaciones válidas".

"Ha sido un manejo absolutamente errático e improvisado de la situación. Inicialmente el presidente subestimó el paro y llegó a negar su existencia cuando se sabía desde hace meses que fuerzas sociales se estaban movilizando, algunas teledirigidas por las FARC desde La Habana", dijo a Efe el analista político Vicente Torrijos, profesor de la Universidad del Rosario.

El desconocimiento de la huelga por parte del presidente, que cuando la protesta cumplía una semana afirmó que "el tal paro nacional agrario no existe", enardeció a los campesinos, lo que le llevó a entonar un mea culpa dos días después en un visita a Tunja, capital del departamento de Boyacá y epicentro de las protestas.

En esa visita, Santos aceptó iniciar negociaciones con representantes de los labriegos de Boyacá, Cundinamarca y Nariño, proceso que sólo hoy, después de cuatro días de prolongadas reuniones, arrojó un primer acuerdo para levantar los bloqueos, cuando el presidente dijo que, ante la falta de resultados, había ordenado el regreso a Bogotá de sus delegados.

Según Torrijos, Santos sabe que del manejo que dé a esta protesta social depende la continuidad del diálogo en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al que ha apostado todo su capital político, y por eso ha caído en dudas y contradicciones que no contribuyen a una solución.

"Esta actitud obedece justamente al miedo de romper de manera directa o indirecta la negociación con las FARC y esto ha llevado al país al caos y la anarquía", agregó el analista en alusión a la parálisis en las carreteras y a los disturbios que ayer llegaron hasta el centro mismo de Bogotá.

Para los analistas, el desafío planteado por campesinos que piden bajar el precio de los combustibles y de los fertilizantes, control a las importaciones agrícolas por la vía de los Tratados de Libre Comercio (TLC) y más créditos, entre otras medidas, y la incapacidad del Gobierno para resolver la si

tuación son un síntoma de que el presidente está aislado de la realidad social del país.

"Sorprende que en la Habana negocie un acuerdo de paz con las FARC pero que no sea capaz de darle solución social a demandas de campesinos", dijo a Efe el analista político Jairo Libreros, profesor de la Universidad Externado de Colombia.

En sus idas y venidas con los campesinos, Santos ha culpado de la crisis del sector a factores estructurales y coyunturales como el abandono del campo, una percepción discutible si se tiene en cuenta que ya está en su tercer año de mandato y que casi toda su carrera la ha hecho en el Gobierno, en diferentes cargos y ministerios.

"Que una persona como el presidente, que ha estado en todos los gobiernos, con el perfil que tiene, saque como excusa el abandono del campo demuestra la falta de conexión que tiene con la realidad del país, que no le da una lectura apropiada a los problemas", agregó Libreros.

Para Torrijos, con la huelga campesina el presidente simplemente ha utilizado el viejo recurso de "endilgar la responsabilidad de los problemas a los gobiernos anteriores".

Desde que comenzó la huelga no se ha publicado ninguna encuesta de popularidad, pero visto el apoyo manifestado por gran parte de la sociedad a los campesinos y el descontento con el manejo de la situación que ha hecho el Gobierno pueden pasarle factura al presidente.

"Esta crisis dará al traste con su intención de buscar la reelección porque tiene efectos directos sobre sus aspiraciones políticas", opinó Torrijos, una percepción compartida por Libreros, quien considera que al presidente sólo le interesa el acuerdo de paz con las FARC.

EFE / D.com