La confianza del consumidor vuelve a terreno negativo

Septiembre no fue un buen mes para la confianza del consumidor: después de haberse recuperado en el primer trimestre de este año, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo cayó y registró el mes anterior un balance negativo de -0,7%, es decir 5,4 puntos porcentuales menos que en agosto.

Le interesa: La confianza del consumidor vuelve a retroceder en agosto

Al compararse con septiembre del año anterior, el ICC se incrementó 9,6 puntos porcentuales. La reducción frente a agosto obedeció a un deterioro tanto en el Índice de Expectativas del Consumidor como en el Índice de Condiciones Económicas, que registraron caídas de 4,3 y 6,9 puntos porcentuales, respectivamente.

“Aunque la confianza de los consumidores se redujo frente al pasado mes de agosto y el ICC se ubicó en terreno negativo nuevamente, el promedio móvil trimestral se mantiene en terreno positivo”, explicó Fedesarrollo en su informe mensual.

Una de las cifras que se mantiene en negativo está relacionada con la pregunta de si en los próximos 12 meses vamos a tener buenos tiempos económicamente. En septiembre de 2017 fue de -30,6%; en agosto de este año pasó a -6,1% y en septiembre de 2018 llegó a -12,1%.

Sin embargo, los encuestados son un poco más optimistas frente a su realidad en el futuro cercano: al consultarles su opinión sobre si dentro de un año a su hogar le estará yendo económicamente mejor, en septiembre de 2017, el 21,2% de los encuestados respondió favorablemente y para este año en agosto fue de 31,7% y en septiembre de 26%.

Las valoraciones de los consumidores sobre la situación del país y de sus hogares presentaron reducciones frente al segundo trimestre de 2018, con lo cual se revirtió la dinámica de mejoras constantes observada desde el cuarto trimestre de 2017. Por su parte, la disposición de los consumidores a comprar bienes durables se redujo frente al segundo trimestre de 2018 y se ubicó en 5,1%.

En septiembre, el ICC disminuyó respecto al mes anterior en todas las ciudades encuestadas, principalmente en Barranquilla y Bucaramanga. Frente al mismo mes de 2017, la confianza disminuyó en Barranquilla pero se incrementó en las demás ciudades analizadas.

En Barranquilla, Bucaramanga y Bogotá el ICC se ubicó en terreno negativo con disminuciones frente a agosto de este año de 16,2 puntos porcentuales, 14,6 y 3,7, respectivamente. Por su parte, aunque el ICC se mantuvo en terreno positivo en Medellín y Cali, las reducciones frente al mes pasado fueron de 5,6 puntos y 4,0, respectivamente.

El ICC estuvo desde finales de 2015 hasta principios de este año en terreno negativo y aunque se recuperó y volvió a números negros, preocupa que para el mes de septiembre haya quedado en negativo y la tendencia siga cayendo. ¿Qué lo puede explicar?

La recuperación económica ha estado lenta, aunque se estima que este año será superior a la de 2017. Sin embargo, una de las razones que puede explicar el comportamiento de la confianza del consumidor puede estar relacionada con los temas de impuestos.

Por un lado, el efecto de la tributaria pasada entre las personas naturales que se vio reflejada en su declaración de renta de este año, con menores posibilidades de deducción, golpeó las finanzas de muchas de ellas; y por otro, la expectativa de una nueva reforma tributaria que ha anunciado el Gobierno a través de una ley de financiamiento, puede haber generado mayor incertidumbre en el mercado y dentro de los consumidores.

Lea también: ¡Cuidado con la ley de financiación vs el consumo!

Como lo mencionó Dinero en su reciente edición, un aumento en la carga tributaria de los hogares podría desmejorar la confianza de los consumidores y disminuir su gasto, que es la principal fuente demanda.

También podría pesar la incertidumbre que está generando el comportamiento de algunos países emergentes, como Argentina y Turquía, que han tenido un año difícil y sus monedas se han desvalorizado.

Le puede interesar: ¿Colombia se diferencia del resto de emergentes?

El Gobierno para sacar adelante la ley de financiamiento deberá buscar mecanismos para que el consumo no se vea castigado y recuperar la senda de crecimiento del país. Además tendrá que fortalecer su marco institucional y su estabilidad política que le han permitido a Colombia diferenciarse de otros emergentes.