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Las huelgas campesinas en Colombia comienzan a disolverse después de 19 días. | Foto: EFE.

Protestas

Huelgas campesinas comienzan a disolverse

A raíz de los primeros acuerdos entre el Gobierno y los manifestantes se empezaron a disolver las huelgas en cinco regiones del país, mientras que en el sur continúan los bloqueos de vías.

8 de septiembre de 2013

Las partes anunciaron el fin del paro agrario en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Nariño, Huila y Risaralda después de negociar durante días en distintas mesas regionales y lograr los pactos definitivos en la madrugada de este sábado.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, celebró este fin parcial de las huelgas durante un acto de entrega de cabezas de ganado en el norte del país, y llamó a aprovechar la coyuntura para construir una "verdadera política agropecuaria".

"En Boyacá, después de más de 120 horas de reuniones, de negociaciones, de análisis, de idas y venidas" se "firmó finalmente el levantamiento del paro agrario en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca y Nariño", dijo al resaltar que el Gobierno y los campesinos del Huila llegaron "simultáneamente" a otro acuerdo.

Las negociaciones de Boyacá abarcaron la situación de ese departamento, de su vecino Cundinamarca y de Nariño (suroeste), y en ellas participó por primera vez el recién nombrado nuevo ministro del Interior, Aurelio Iragorri Valencia.

El Ejecutivo se comprometió en estas regiones a decretar salvaguardias para la papa, leche, tomate, pera, guisante y cebolla importados desde los bloques de Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Alianza del Pacífico.

También habrá salvaguardias para la papa fresca y congelada, la cebolla de bulbo, fríjol, tomate, leche en polvo y queso fresco de los países de la CAN y el Mercosur por dos años.

Una resolución que obligaba a destruir las semillas nacionales quedó congelada, mientras en mesas compuestas por líderes campesinos y gubernamentales estudiarán planes de seguros, cómo mejorar las líneas de crédito y proteger a los productos nacionales del contrabando.

En el sureño Huila, donde según Santos las protestas "se estaban volviendo ya un problema grave por las repercusiones que tenía este paro en las principales poblaciones", también se logró un acuerdo con los manifestantes que contempla condonar deudas de hasta diez millones de dólares con corte a 31 de diciembre de 2012.

Asimismo, está previsto que el Gobierno instaure las ayudas a la producción cafetera cuando el precio internacional es bajo, estudie subsidios para fertilizantes y analice mecanismos para proteger los productos nacionales.

Estos puntos se hicieron extensivos también a la situación en Risaralda (centro), donde los manifestantes y convocantes de Dignidad Cafetera anunciaron también su compromiso para comenzar a retirarse de las vías y "volver a las fincas", dijo el portavoz Duberney Galvis a medios locales.

Santos, que ha visto empeorar su imagen pública al 72 % en el último mes, calificó ayer este episodio del paro agrario como "el momento más difícil" de su Gobierno y anunció el pasado jueves una reforma ministerial en cinco carteras y dos dependencias públicas comprometidas por las huelgas.

"Nos falta el sur, (los departamentos de) Putumayo y Caquetá", advirtió, al manifestar su confianza en que el vicepresidente, Angelino Garzón, tenga también éxito en los diálogos con los campesinos del suroeste del país, con quienes se reunirá el domingo.

Las autoridades confirmaron el despeje paulatino de las vías de los departamentos que lograron acuerdos e informaron de bloqueos en al menos 9 vías del sur y el noreste del país.

El más reciente reporte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD, gubernamental) identificó los mayores bloqueos en los departamentos del Caquetá, Putumayo, Nariño, Cauca y Meta.


El agro colombiano y otros sectores iniciaron esta huelga el pasado 19 de agosto ante la supuesta desatención estatal y el efecto en el campo de los tratados de libre comercio firmados recientemente por Colombia con EE.UU. y la UE, lo que provocó bloqueos, choques entre los manifestantes y policías, heridos y centenares de detenciones.

"Esta protesta de los campesinos colombianos es legítima y válida, y hay circunstancias difíciles que tienen que ver con la cantidad de problemas que se han venido acumulando a través de décadas", reconoció Santos. EFE