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Durante el primer semestre del año la construcción de edificaciones decreció 7,2%. | Foto: Alejandro Acosta

CONSTRUCCIÓN

¿Servirá el plan del Gobierno para reactivar la construcción de vivienda?

El gobierno nacional puso en marcha un paquete de medidas para tratar de reanimar la construcción de edificaciones. ¿Lo logrará?

5 de septiembre de 2019

La construcción de edificaciones sigue limitando el crecimiento del país. Durante el primer semestre del año, la economía colombiana creció alrededor de 3% y todos los sectores alcanzaron terreno positivo, menos la construcción de edificaciones residenciales y no residenciales.

En la primera parte del año, este sector decreció 7,2% (-8,7% en el primer trimestre y -5,6% en el segundo trimestre) y completó dos años de una situación crítica. Tal vez el ciclo más largo de decrecimiento después de la crisis hipotecaria del Upac.

Esta fuerte caída del sector parece estar concentrada en la vivienda de estrato medio, así como en la de alto valor, las que más impactan el PIB. La edificación no residencial también está en terreno negativo, aunque en cifras más cercanas a cero que la vivienda.

Según muchos expertos, esto se debió a que en años anteriores la oferta de vivienda creció más que la demanda, lo cual llevó a una acumulación de inventarios que frenó la nueva oferta. En la actualidad habría más de 8.500 viviendas de valor superior a la VIS en inventario.

Para revertir este panorama, el gobierno nacional lanzó la semana pasada un paquete de alrededor de 26 medidas con las que espera reactivar el sector. En el marco del Congreso Colombiano de la Construcción, anunció que garantizará recursos por alrededor de $10,4 billones para los subsidios de vivienda por medio de los programas Mi Casa Ya, Semillero de Propietarios y Frech VIS, hasta el año 2025. Además, otorgará el primer subsidio concurrente de vivienda.

La política de vivienda busca que las familias de menores ingresos cuenten con más recursos. Jonathan Malagón, ministro de Vivienda.

Con esta nueva medida, los hogares que ganen hasta $1,65 millones podrán aspirar a recibir hasta $41,4 millones de subsidio para comprar su vivienda. De estos, $24,8 millones corresponden a las Cajas de Compensación Familiar y $16,5 millones al gobierno nacional (antes debían escoger entre uno u otro). Además, el Gobierno modificó los topes de la VIS en las grandes ciudades, dado que allí el valor del suelo es mayor.

En el caso de la no VIS, autorizó que los créditos hipotecarios financien hasta 90% del valor del inmueble, garantizados por el Fondo Nacional de Garantías (que presupuestó más de $650.000 millones para este fin).

Además, para facilitar la participación de los bancos, Findeter estableció créditos a tasas compensadas para constructores.

La gran pregunta es si esto alcanzará para reactivar el sector. Para los expertos la estabilidad de los subsidios al segmento VIS acelerará el lanzamiento de nuevos proyectos en este segmento, pero son más escépticos sobre si eso dinamizará la inversión en vivienda nueva del segmento medio y alto. Por esto, algunos siguen reclamando los subsidios al segmento medio, cuyo retiro provocó que muchos desistieran de comprar vivienda en este segmento.

Para el ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, la política busca ser más equitativos y que las familias formales de menos ingresos cuenten con más recursos. “Queremos pasar de gastar solo 34% de los recursos de vivienda en los estratos 1 y 2 a destinar 60% para los más necesitados”, explicó.

Por su parte, Sandra Forero Ramírez, presidente ejecutiva de Camacol, el gremio del sector, pidió seguir trabajando en materia de seguridad jurídica y en reducción de trámites. Hoy hay más de 8,6 millones de metros cuadrados de área paralizada por diversos factores y esta ineficiencia regulatoria le cuesta al sector más de $2,8 billones anuales. Por esto, hizo un llamado a los gobiernos locales entrantes para priorizar los temas de desarrollo urbano, el ordenamiento territorial y la reducción de la tramitología.

“Hay que habilitar suelo para el desarrollo de las ciudades de manera oportuna. Construir infraestructura para servicios públicos, actualizar los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), pensando en región para articular de manera efectiva los municipios, y mejorar trámites y procedimientos para promover la inversión”, afirmó.

Además, pidió revisar la pertinencia del impuesto al consumo de los bienes inmuebles o adoptar las medidas reglamentarias necesarias para minimizar su impacto. En efecto, el gravamen ha frenado la venta de vivienda y ha encarecido el suelo.

Según algunos expertos, este es el momento de comprar vivienda. El nivel más bajo en materia de tasas de interés, la continuidad de los subsidios, el dinamismo de la cartera hipotecaria y el leasing, así como una gran oferta. 80% de los proyectos tiene un precio inferior a $360 millones de pesos. No obstante, el deterioro del mercado laboral y de la confianza del consumidor disminuyen la disposición a comprar vivienda por parte de los hogares colombianos.

Habrá que esperar el efecto de las nuevas medidas.