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El panorama que le espera a Bogotá no es para nada alentador, pues desde hace año y medio la construcción en la ciudad ha registrado los niveles más bajos en sus indicadores. | Foto: Archivo Semana

Infraestructura

El POT, un panorama gris para Bogotá

Entregar el 35% del área a Vivienda de Interés Prioritario y la restricción de construcción de parqueaderos desestimularán el desarrollo de grandes complejos.

27 de agosto de 2013

La Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, y su regional Bogotá y Cundinamarca rechazan la decisión del Alcalde, de aprobar el POT por decreto, y consideran que la medida es arbitraria, ilegítima y viola todas las normas y procedimientos, pues desconoce la constitución, la Ley, las instituciones como el Concejo Distrital, la sociedad civil y los gremios.

Camacol B&C realizó un exhaustivo análisis cuyos resultados fueron entregados a la Administración, advirtiéndole de los riesgos que representaba para la ciudad la propuesta ya que carecía de sustento técnico y rigor jurídico para su adopción.

El gremio se unió a voces de catedráticos, la Procuraduría, la Contraloría, las universidades, la Veeduría y otros gremios de Bogotá, así como del mismo Gobierno Nacional, para pedir al Alcalde un espacio de socialización en busca de una propuesta de modificación que le apostara al desarrollo de la ciudad y estuviera dentro del marco de la Ley, solicitud que no fue atendida por el mandatario.

La presidente Ejecutiva de Camacol, Sandra Forero Ramirez, y la gerente de la regional Bogotá y Cundinamarca, Martha Moreno Mesa, manifestaron su asombro por la decisión y por la manera como el Alcalde ha hecho el anuncio. Dijeron además, que el Gremio estudiará bien el texto del decreto y tomará las medidas a que hubiera lugar.

Las dirigentes gremiales estuvieron de acuerdo en que el panorama que le espera a Bogotá no es para nada alentador, pues desde hace año y medio la construcción en la ciudad ha registrado los niveles más bajos en sus indicadores. Desde enero de 2012 a julio de 2013, el volumen de lanzamientos de vivienda se ha reducido en 13.200 unidades, siendo la vivienda social el segmento de mayor contracción.

La oferta de vivienda nueva en la ciudad es hoy en 9% menor que hace un año, y 34% inferior al nivel máximo de los  últimos cinco años; además de la pérdida de empleo, que llega a más de 72.000 puestos de trabajo durante el último año. Así lo que puede pasar en adelante es que la ciudad entre en un estancamiento total.

Por otro lado, el gremio de los comerciantes, reitera su  preocupación y desacuerdo, por las contradicciones, ambigüedad y falta de claridad sobre el proyecto de acuerdo del Plan de Ordenamiento Territorial,  el cual fue expedido por decreto por la actual Administración Distrital, ya que el impacto será muy negativo  en  temas vitales como las excesivas cargas urbanísticas y las acciones de mitigación las cuales obstaculizarán el desarrollo  y regulación del comercio y la industria de Bogotá y Cundinamarca.

Para el dirigente gremial, “el expedir el decreto del POT, es un acto de ilegalidad ya que la Administración Distrital no tuvo en cuenta las observaciones del Concejo de Bogotá como representantes de los ciudadanos de la capital”.

Cargas como la exigencia de entregar el 35% del área  a Vivienda de Interés Prioritario para los proyectos de gran extensión y  la restricción de construcción de parqueaderos, entre otras;  desestimularán  el desarrollo de grandes complejos como centros comerciales, grandes superficies y almacenes de cadena.

De igual forma, se incrementará los trámites y será más complejo, en lo referente a la  habilitación de uso de suelo para los establecimientos denominados “de alto impacto” (talleres, bares, lavaderos de carros, CDAs, canchas de tejo, billares, casinos, entre otros), y con ello, se desconocerá abiertamente la Ley Anti- Trámites para el funcionamiento de los establecimientos formales de comercio.

Además, no es clara la exigencia de generar cesiones para reubicación de  vendedores informales en los grandes proyectos de construcción comercial, por cuanto el particular no tendrá participación ni injerencia en dicho espacio dentro de su predio.