Los jugosos millones detrás del chance

El negocio del chance en Colombia es un tema complejo que incluye billones de pesos, monopolio y corrupción. Éste es el juego de suerte y azar más antiguo y jugado en el país y consiste en acertar el resultado de una lotería o sorteo.

El tema se volvió a poner sobre la mesa debido a que la controvertida y condenada empresaria del chance, Enilce López Romero (35 años de prisión), se quedó con el contrato en Sucre a pesar de las advertencias sobre las irregularidades en la adjudicación del contrato por parte de los organismos de control: la Procuraduría, la Contraloría y la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República.

El gran malestar es la adjudicación de la concesión en Sucre a una persona condenada a 35 años de prisión y que lleva consigo una serie de cuestionamientos políticos, económicos y empresariales. Otra de las preocupaciones del Gobierno, en cabeza del Secretario de Transparencia de la Presidencia, Rafael Merchán Álvarez, es que el próximo año culminan cerca de 23 contratos de chance, de los cuales tres son de la controvertida empresaria.

López Romero cuenta con Uniapuestas en Barranquilla, Aposmar en Magadalena, Unicat en Bolívar y Aposucre en Sucre. Las dos primeras terminan el contrato de concesión el próximo año.

En todo este ‘tejemaneje’ hay dos cosas a resaltar: ¿quién vigila qué? Y ¿cuál es el panorama económico detrás del chance?

¿Quién vigila qué?

De acuerdo con Coljuegos, entidad adscrita al Ministerio de Hacienda, en Colombia, existen actualmente 38 concesiones de Chance. Sin embargo, este tipo de juegos de azar no está en las manos de esta entidad sino de las entidades territoriales llámese departamentos, loterías o empresas industriales y comerciales del Estado.

La fiscalización y control de Coljuegos recae sobre los juegos de azar novedosos, es decir, Baloto y Súper Astro, y los localizados como bingos y casinos. También están a su cargo juegos promocionales o rifas que tiene menos participación.

Las loterías y los chances son resorte de los departamentos o por las entidades concedentes designadas para el otorgamiento de las concesiones (5 años), como por ejemplo, loterías o empresas industriales y comerciales del Estado. Para este caso hay función de vigilancia en el Consejo Nacional de Juegos de Suerte y Azar (CJNSA) y funciones de inspección y control en la Superintendencia Nacional de Salud.

Pasemos a los números

Un estudio de la firma PwC revela que sólo en 2010, los chances registraron ventas por $1,3 billones y los casinos de $1,2 billones.

El año pasado las ventas en Colombia del chance alcanzaron los $1,68 billones y los Derechos de Explotación, es decir las transferencias al sector salud generados por el chance, fueron de $202.372 millones.

Para hacer más especifico el tema:

Juegos de Azar Nacionales

En 2012 Balotó vendió $382.192 millones y entregó al sector salud $122.302 millones.
En 2012 Súper Astro vendió $130.170 millones y entregó al sector salud $22.129 millones.
Casinos y bingos transfirieron $163 mil millones, las ventas no están especificadas debido a que son presuntivas.

Juegos de Azar territoriales

Durante el 2012, las 38 concesiones registraron ventas por $1,68 billones de los cuales se transfirieron $202.372 millones. De la siguiente manera se mueven los recursos del chance en Colombia:


¿Pero si el tema es de corrupción por qué no se hace un alto en el camino? La respuesta es sencilla: la renta que produce la operación de este juego territorial, denominada Derechos de Explotación, tiene como destino la financiación de la salud pública en los departamentos en el cual opera el juego. Son recursos necesarios aunque en la salud no se noten.