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El asesor de Santos

Domingo Cavallo, ex ministro de Economía de Argentina, se ha convertido en uno de los principales asesores a la sombra del presidente Santos. Entrevista con Dinero.

27 de abril de 2011

A Domingo Cavallo siempre le tocó bailar con la más fea. Así sucedió cuando pasó la Ley de la Convertibilidad durante el gobierno de Menem, con la que buscaba equiparar el valor del peso argentino con el dólar y ponerle punto final a las temibles épocas de hiperinflación. Después, como ministro de Economía de De la Rúa, tuvo que imponer el famoso corralito financiero, una de las medidas más impopulares y traumáticas de la historia Argentina.

A pesar de todo, Cavallo siempre ha sabido reencaucharse. A una década de aquella crisis que golpeó a la Argentina y que lo tuvo a él como uno de sus principales protagonistas, el ex ministro se ha convertido en un conferencista estrella de las más prestigiosas universidades y organismos internacionales del planeta. Ahora, además, es también asesor del gobierno colombiano.

En los últimos meses, este hombre se ha convertido en una voz muy escuchada por el presidente Juan Manuel Santos y el ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry. Es frecuente encontrarlo en los corredores de la Casa de Nariño y del edificio contiguo de la carrera octava con sexta de Bogotá. También es usual verlo reunido con prestigiosos economistas, banqueros y especialistas, con quienes intercambia ideas sobre la revaluación, el plan de reformas fiscales, de regalías y de formalización laboral, entre otros.

Dinero habló en exclusiva con Domingo Cavallo, en la primera entrevista que concede en el país.

D — ¿Cuándo y cómo conoció al presidente Santos?

Desde comienzos de los noventa, cuando él era Ministro de Comercio de Gaviria y yo era Ministro de Economía de Menem. Nos conocimos en las negociaciones de la ronda Uruguay del GATT. Después volvimos a encontrarnos, cuando él era Ministro de Hacienda de Pastrana y yo de De la Rúa. Desde 2000 nos vimos como mínimo una vez al año porque los dos formamos parte del Foro de Iberoamérica que creó Carlos Fuentes. En 2008, volvimos a encontrarnos gracias a un gran amigo en común: Rodrigo Botero.

D — ¿Cómo terminó de asesor de su gobierno?

Cuando nos encontramos con Rodrigo Botero en Boston, estuvimos hablando de cómo alentar la creación de empleo formal. En ese momento Santos era ministro de Defensa, pero le interesaban muchísimo los temas sociales y de generación de puestos de trabajo. Entonces nos pusimos a escribir un paper con Botero que cayó muy bien en Colombia y que incluso mandamos a Fedesarrollo. Ese trabajo llamó la atención del presidente Santos, quien un día me llamó por teléfono y me dijo que si yo estaba dispuesto a ayudarlo a implementar. Le dije que sí y desde entonces le vengo colaborando.

D — ¿Qué tipo de consejos le da a Santos?

En realidad con el Presidente nos hemos visto solo dos veces este año, pues él tiene múltiples ocupaciones. Sin embargo, sí me pidió que colaborara con Juan Carlos Echeverry, Rodrigo Suescún y Juan Ricardo Ortega.

D — ¿En qué temas?

Principalmente en buscar las formas más eficientes, sencillas y automáticas de control de la recaudación impositiva. Ellos están haciendo una muy buena tarea y yo simplemente trato de ayudarlos y de darles consejos cuando consultan mi opinión.

D — Usted se enfrentó a duras mafias de contrabandistas durante el gobierno de Menem. ¿Qué le recomienda a Santos en esa materia?

En Colombia hay que crear la mayor cantidad de mecanismos de transparencia que sean posibles. Estoy obsesionado con la transparencia que se puede lograr bancarizando el sistema de pagos de la economía y haciéndolo accesible a toda la gente. En la medida en que se vaya reduciendo la utilización del efectivo se van desarmando solas un montón de mafias.

D — ¿Qué opina de la revaluación del peso colombiano? ¿Cuál es su consejo al Gobierno en este campo?

El boom minero y petrolero hay que neutralizarlo con generación de superávits fiscales, aprovechando los altos precios internacionales. Creo que el Gobierno ha tomado una decisión muy inteligente al eliminar la exención para las retenciones en la fuente del sector de minería y combustibles. No tenía sentido que esos sectores pagaran los impuestos de manera tardía. Lo lógico es que tributen igual que el resto de sectores de la economía. A la gran minería hasta hace unos meses no le retenían nada, ahora se le empezó a retener un poquito y llegará un momento en que se le retendrá lo justo.

D — ¿Estamos ante una enfermedad holandesa?

Yo creo que la minería, el petróleo y el gas son sectores muy importantes para el desarrollo de Colombia, pero hay que tener cuidado con no darles un beneficio exagerado y mucho mayor al que tienen otros sectores de la economía. Si quieren dar incentivos, entonces concéntrenlos en una actividad productiva que cree empleo formal. Pero el gran problema que tiene Colombia es que no hay suficiente creación de empleo formal, bien remunerado y con cobertura de salud.

D — ¿Qué opina de la reciente subida de tasas por parte del Banco de la República?

Yo no estoy brindando ningún asesoramiento en ese tema y por lo tanto no soy quién para hablar del mismo. Sin embargo, creo que en general la mayor parte de los bancos centrales de América Latina están subiendo la tasa de interés demasiado rápido, aunque no es el caso de Colombia. Por el contrario, Chile, Perú y Brasil están subiendo la tasa rápidamente, creando un mayor diferencial con la tasa de los Estados Unidos, que creo puede traer problemas por el lado de la apreciación de las monedas. Mi recomendación general es adoptar medidas macro prudenciales para restringir la expansión del crédito interno por la vía de generar mayores superávits fiscales.

D — De las cinco locomotoras, ¿cuál va mejor y cuál peor?

Aunque no es una locomotora, es muy importante el avance que han tenido las relaciones diplomáticas. Me acuerda de cuando yo era Canciller de Argentina entre el 89 y el 91, durante el gobierno de Menem. Aunque seguíamos con los problemas de hiperinflación, logramos cambiar la imagen de Argentina a punta de restablecer relaciones diplomáticas con el Reino Unido, terminar con todos los resabios del conflicto de la Guerra de las Malvinas, resolver 22 problemas limítrofes con Chile y acabar los problemas de la cuenca del Paraná con Brasil. Eso nos allanó el camino para hacer después una reforma económica que erradicó la hiperinflación que tuvo argentina durante 45 años.

D — Entonces, ¿le parece una buena gestión la de María Ángela Holguín?

Excelente. Es el reflejo de un trabajo en equipo con el presidente Santos.

D — Ya que hablamos de política, ¿qué va a pasar en Perú con la llegada de Humala o Keiko?

En el caso de Keiko Fujimori, muchas de las cosas buenas que hoy existen en materia económica son legado de su padre. Por el lado de Ollanta Humala, no creo que haga nada parecido a lo que hizo Chávez, pues las instituciones del Perú son bastante más fuertes de lo que eran las de Venezuela. Además, hay una composición equilibrada del Congreso, que va a controlar lo que pretenda hacer el siguiente presidente.

D — ¿Y en Argentina? ¿Quién va a ganar las presidenciales de octubre?

Es muy difícil hacer una predicción. Me preocupa que el gobierno de Cristina Kitchner se logre reelegir gracias a la bonanza internacional de los precios de los commodities y la soya. Pero me preocupa más que no exista un candidato que sea una alternativa para los electores.