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La banca digital, ¿ayuda a la inclusión financiera en Colombia? | Foto: Freepik

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Colombia, ¿líder en inclusión financiera?

Colombia se ha perfilado como uno de los países que mejor genera un entorno propicio para la inclusión financiera, según el Microscopio Global de 2019 del Banco Interamericano de Desarrollo. ¿Cuál es el panorama?

30 de enero de 2020

La inclusión financiera significa, para personas y empresas, tener acceso a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades, como transacciones, pagos, ahorros o crédito, prestados de manera responsable y sostenible, según lo explica el Banco Mundial.

Es esta materia, Colombia se ha convertido en líder, siendo el país número uno en inclusión financiera en los últimos dos años, tal y como lo muestra el ranking de Economist Intelligence Unit (EIU) de 2019 “Microscopio Global: el entorno propicio para la inclusión financiera” publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, el Centro de Inclusión Financiera en Acción, BID Invest y BID LAB.

De acuerdo con la medición, el país se mantuvo por segundo año consecutivo (2018 y 2019) en el primer lugar de los 55 países que hicieron parte del estudio, obteniendo una calificación de 82 puntos sobre 100 en 2019.

En los siguientes puestos del ranking están Perú con 80 puntos, Uruguay con 76 puntos, México con 74 puntos e India con 71. Según manifestó el BID, el entorno general propicio para la inclusión financiera ha mejorado en todo el mundo y Latinoamérica sigue siendo la región líder en materia de regulación e infraestructura para la inclusión financiera.

“Si bien los aumentos en los puntajes de los países en todo el índice proporcionan evidencia de entornos más favorables para la inclusión financiera en todo el mundo, Colombia, Perú y Uruguay mantuvieron su clasificación en la parte superior del Microscopio de 2019. Estos tres países mejoraron sus puntajes generales, así como sus puntajes para dominios específicos”, indicó el documento del Banco Interamericano de Desarrollo.

La banca colombiana se ha venido fortaleciendo con el avance de las nuevas tecnologías y estrategias de expansión financiera, lo que ha logrado un espacio en la vida de los diferentes tipos de consumidores financieros, como queda expuesto en el más reciente Informe de Inclusión Financiera de la Banca de Oportunidades, con corte al tercer trimestre de 2019.

El estudio reveló que el país logró estar dos puntos porcentuales por encima de las cifras registradas en la medición del mismo periodo de 2018 pues, entre julio y septiembre de 2019, el número de personas mayores de edad con productos financieros alcanzó los 29 millones; es decir, un 83,3% de la población colombiana mayor de 18 años.

Freddy Castro, director del programa Banca de las Oportunidades, frente al más reciente reporte afirmó que “la inclusión financiera es un medio para la construcción de equidad. Al ingresar más de un millón de personas al sistema financiero del país, se refleja el trabajo de las entidades del gobierno y del sector”.

De otra parte, el reporte de la Banca de Oportunidades indicó que los Llanos Orientales, el centro y el oriente del país son las zonas con más alto indicador de inclusión financiera, ya que llegó a estar por encima del 87%. Bogotá, Casanare, Santander y Risaralda tuvieron un porcentaje de inclusión del 90%.

Pero el informe destacó que las regiones más excluidas son el Pacífico y el Caribe con un porcentaje menor a 74%. Las ciudades con el menor indicador de inclusión financiera fueron Vaupés, Vichada y La Guajira, en donde apenas llegó al 50%.

Lo que se ha evidenciado es un mejor panorama en inclusión financiera en las ciudades, que mantienen el mayor indicador llegando hasta el 90,8%; seguida por los municipios intermedios que tuvieron un porcentaje de 73,2%; luego, los municipios rurales con 66,7% y, finalmente, los rurales dispersos con 55,6%.

Banca digital, ¿cuál es su papel?

La Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) expuso que durante los últimos años los canales digitales, entendidos como internet y banca móvil, han tomado una posición cada vez más relevante en el total de operaciones realizadas en el sistema financiero, lo que ha permitido que las cifras de inclusión financiera en el país se incrementen período tras período.

Premisa que se respalda con las cifras de la Superintendencia Financiera de Colombia, pues a julio de 2019 se realizaron 2.519 millones de operaciones por medio de canales digitales, lo que implica un crecimiento del 25,9% frente a las cifras de 2018. Al sexto mes de 2019, las operaciones hechas por medios digitales alcanzaron los $1.728 millones, situándose como el canal de mayor uso por los usuarios.

Por esta razón, Dinero habló con Daniel Gómez, subdirector general sectorial del Departamento Nacional de Planeación (DNP) para conocer cómo está Colombia en materia de regulación, desarrollo y planeación de la banca digital. 

El funcionario resalta que diversos estudios en todo el mundo, como la más reciente medición realizada por The Economist Intelligence Unit (2019) y el Proyecto de Inclusión Financiera y Digital de Brookings Institution (2016), reconozcan el liderazgo del país en tener un entorno propicio para la inclusión financiera.

“En los últimos años, el país logró avances en términos de regulación, desarrollo de productos financieros innovadores y fortalecimiento del marco institucional, lo cual ha permitido avanzar en la implementación de la política de inclusión financiera”, anotó el miembro del DNP.

Y añadió que “según datos de la Banca de las Oportunidades y con base en la información de las entidades financieras entre 2007 y 2019, la inclusión financiera, medida como la proporción de personas con al menos un producto financiero, aumentó de 55% a 83,3%, llegando a 29 millones de adultos (de 35 existentes). Esto, sin duda, es un gran avance que hemos logrado como país”, precisó Gómez.

“Esto es resultado del esfuerzo conjunto entre las entidades financieras y el gobierno nacional, que ha permitido profundizar la adopción y uso de nuevas tecnologías con el objetivo de promocionar los canales digitales”, resalta Asobancaria.

Cabe mencionar que en 2019, el gremio bancario lideró un proyecto en el Sandbox de la Superfinanciera que tenía el objetivo de promocionar el uso de dispositivos móviles en las oficinas físicas de los bancos.

Con base en los resultados del proyecto, se modificó la Circular Externa 093 de 2010 y como consecuencia de ello, hoy en las sucursales bancarias físicas, los usuarios financieros pueden realizar operaciones y transacciones por medio de sus dispositivos móviles.

De otro lado, Daniel Gómez aseveró que “el desarrollo de la banca digital contempla cuestiones como la generación de oferta, distribución y venta de productos y servicios financieros a través de canales digitales, la utilización de las últimas tecnologías para conocer mejor al cliente y adelantarse a sus necesidades de forma ágil y conveniente, la posibilidad de que el cliente se comunique por todos los canales con su banco y la automatización de servicios”.

Por estas razones, el funcionario opina que la banca digital es una herramienta estratégica que permite lograr una mayor inclusión financiera “por su potencial de generar una oferta multicanal con más variedad de productos que estén centrados en el conocimiento de las necesidades del cliente, así como bajos costos, altos niveles de seguridad y mejoras en la productividad”.

Adicionalmente, Daniel Gómez subrayó que “en el estudio de demanda de inclusión financiera de la Banca de las Oportunidades, hay una relación positiva entre bienestar y acceso a servicios financieros formales: a medida que el acceso a los servicios financieros formales crece, aumenta el nivel de bienestar”.

Es importante resaltar que en Colombia, hay servicios financieros particulares de la banca digital que ya se han regulado para permitir su funcionamiento en todas las regiones, pero, con el pasar del tiempo, se han ido presentando nuevas necesidades específicas de regulación para incrementar su oferta y así prestar un mejor servicio a las personas, como es el caso del crowdfunding (un mecanismo para la financiación de proyectos) o las Sedpes (instituciones financieras especializadas en depósitos y pagos).

Gómez profundizó en que el desarrollo de la banca digital ha impulsado diferentes ventajas para quienes han decidido adoptarla: “Para la banca también se perciben beneficios, existe reducción en los costos de procesamiento y operación, así como la creación de nuevas formas de identificar el perfil de los clientes y sus capacidades, dando paso a la expansión y creación de productos más asequibles para usuarios con bajos ingresos”.

De otra parte, el funcionario aseguró que dentro de los usuarios de servicios financieros que realizan transacciones desde el celular, un 23% corresponde a personas que tienen entre 18 y 25 años, mientras que otro 4% representa a usuarios mayores de 55 años.

“Lo anterior muestra que sí hay un cambio generacional; sin embargo, esto no desplazará la banca tradicional, la transformará de manera progresiva mediante la reorientación de los canales y servicios a alternativas digitales, ya que los bancos tradicionales están apostando a la banca digital para posicionarse en el nuevo ecosistema. Se espera que sean mecanismos de atención complementarios”, apuntó Daniel Gómez.

El funcionario también apuntó que aún hay una parte de la población que prefiere no usar las nuevas tecnologías en asuntos financieros y bancarios: “Esto debido al desconocimiento y desconfianza hacia las nuevas tecnologías, según arrojan las cifras de la Cepal. Además,  a pesar de que el 88% de los adultos tiene un teléfono móvil, solo el 14% usa su celular para enviar o recibir dinero, realizar pagos y usar servicios de entidades financieras”.

Los retos que vienen

A medida que el panorama para la inclusión financiera, estimulado por la banca digital, continúa evolucionando y los proveedores de servicios financieros adoptan nuevas tecnologías y enfoques, los gobiernos deberán ir implementando políticas para garantizar que los posibles usuarios desarrollen las capacidades necesarias y posean facilitadores clave para acceder y utilizar estos productos (como ID y teléfonos móviles), según el Microscopio Global de 2019 del BID.

Para ello se necesita incluir el desarrollo e implementación de políticas específicamente diseñadas para abordar las disparidades de género en el acceso a estos habilitadores. Precisamente, el informe de la Banca de Oportunidades explicó que las mujeres están teniendo un puesto relevante en materia de inclusión financiera y el uso de alternativas financieras como la banca digital.

El documento describió que del total de adultos con productos financieros, entre julio y septiembre de 2019, 14,6 millones son mujeres, con un porcentaje de inclusión de 81,7%. Sin embargo, no fue suficiente para superar el de los hombres que fue de 84,7%.

Por otra parte, según Daniel Gómez del Departamento Nacional de Planeación, la banca digital requiere que la regulación considere temas de pagos digitales, seguridad digital, educación financiera, autenticación digital, cripto-activos e interoperabilidad. “Debe concentrarse en los requerimientos mínimos para asegurar la incorporación de nuevas propuestas de manera segura, competitiva, transparente, y con base en la debida atención de la demanda”, destacó.

Adicionalmente, en términos de regulación, es necesario que se favorezca a todas las entidades financieras, incluidas las fintech. “El crecimiento del sector fintech en Colombia representa retos regulatorios para adaptar los criterios normativos a la entrada de nuevos jugadores al mercado de intermediación financiera oportunamente”, explicó.

Cabe recordar que en el país había 180 compañías fintech a 2018, convirtiéndose en el tercer país de América Latina después de México que, a la fecha, tenía 334 y Brasil con 377 fintech constituidas. Además de ser el quinto país que más invierte en esta modalidad de toda la región.

“Lo anterior resulta favorable para la inclusión y la innovación financiera, pero implica una necesidad de estudiar constantemente el mercado para entender las características de los nuevos jugadores, y los desafíos a los que se enfrentan”, ratificó el funcionario del DNP.

Finalmente, el sector financiero en Colombia es uno de los sectores que más invierte en innovación y por ende logra desarrollar elementos para alcanzar nuevas metas que impulsen a la banca digital. Según la EDITS (Encuesta de desarrollo e innovación tecnológica del DANE), las actividades bancarias presentaron la mayor proporción de empresas innovadoras en sentido amplio con un 84%.

“Por estas razones la banca digital está en condiciones de atender la nueva demanda y adaptarse a sus necesidades. Es importante que la masificación de la banca digital esté ligada a programas que potencialicen su uso y desarrollen las habilidades requeridas en la población. Es indispensable aunar esfuerzos para la inserción de contenidos financieros en la educación formal y no formal, además, de continuar mejorando la infraestructura digital y su utilización”, finalizó el directivo del DNP.