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Foto: Banco Agrario/Semana | Foto: Semana

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Crédito del Banagrario a Navelena generaría detrimento por más de $135.000 millones

La Contraloría General de la República informó hoy que los dos créditos que el Banco Agrario de Colombia le otorgó a Navalena, de propiedad mayoritaria de la empresa brasileña Odebrecht, generaron un detrimento al patrimonio del Estado de $135.805 millones.

1 de junio de 2017

El ente de control le atribuye ese detrimento patrimonial a la operación de otorgamiento, aprobación y desembolso de dos créditos por $120.000 millones a Navelena.

Este monto es inferior al detrimento calculado por la Contraloría General debido a que corresponde al saldo de capital e intereses que a la fecha no han sido pagados (con corte a marzo).

El hallazgo fiscal se dio tras una auditoria que adelanta actualmente la Contraloría General al Banco Agrario, entidad a la cual ya le fueron comunicados los resultados correspondientes a esta operación.

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Uno de los aspectos importantes que evidenció el ente de control es que para las fechas en que se solicitaron, estudiaron y aprobaron los dos créditos a Navelena- uno por $70.000 millones y otro por $50.0000 millones- se aceptó la garantía y se desembolsaron los mismos.

Esto a pesar de que “ya era de público conocimiento” desde el 20 de junio de 2015 que cinco 5 directivos de la Organización Odebrecht habían sido detenidos por la Policía Federal del Brasil, dentro del proceso denominado “Lava Jato”.

“Pero, además, este hecho había sido identificado y advertido como un riesgo reputacional por algunos funcionarios del Banco Agrario que intervinieron en el estudio y análisis del crédito”, añade el informe.

Teniendo en cuenta este contexto, la Contraloría concluyó que era posible inferir que el riesgo reputacional de Navelena se vería afectado de manera significativa, así como percibir las dificultades que tendría para conseguir un crédito y por ende cumplir con su responsabilidad.

“A pesar de lo anterior, el Banco Agrario desestimó y/o subvaloró los riesgos a los que se exponía, de llegar a ejecutar la operación de crédito con Navelena, pues aprobó y desembolsó los créditos sobre una expectativa incierta de flujo de caja”, explica la Contraloría General.

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También hay irregularidades en el proceso de estudio, aprobación y desembolso de los créditos, pues el Banco Agrario habría desconocido lo dispuesto en la Circular Básica Contable y Financiera de la Superintendencia Financiera de Colombia y su propio Manual de Políticas de Crédito, Cartera y Garantías.

Dicha normativa establece que para el otorgamiento de créditos a empresas se debe tener en cuenta: “(…)  la reputación moral y comercial de las personas que la representan o la administran”.

De otra parte también se evidenció falta de efectividad de la garantía que respalda el pago de los créditos otorgados por el Banco Agrario a Navelena.

Para la Contraloría, las posibilidades de que Navelena consiguiera financiación para el cierre financiero  del proyecto de navegabilidad del río Magdalena eran “remotas” como consecuencia de sus condiciones reputacionales.

Aunque uno de los puntos más sensibles del informe es el destino de los créditos otorgados.

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En el caso del crédito de $50.000 millones se supo que fue utilizado para la cancelación de una obligación a cargo de Navelena con el Banco de Occidente. Con esta jugada Navelena pretendía que ese banco redujera su exposición de riesgo crediticio con el grupo empresarial Odebrecht.

Finalmente, la Contraloría dio a conocer que para la determinación y aprobación de la tasa de interés preferencial a Navelena, el Banco Agrario incorporó al modelo empleado ingresos netos por la suma de $45 millones mensuales y un acumulado de $540 millones anuales.

Este acumulado, de acuerdo al informe, no lo estaba percibiendo el banco y además no se generaría por operaciones directas con dicha empresa sino por operaciones de crédito que podrían realizarse en el futuro con algunos de sus empleados (Libranzas).

Esto quiere decir que en el modelo utilizado “se asumieron como ciertos unos ingresos cuya ocurrencia estaba sujeta a la firma, en el futuro, de un convenio de cuyo desarrollo se derivarían ingresos para el Banco Agrario en cuantía de $45 millones”, precisó el ente de control en su informe.

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La respuesta del Banco Agrario

El presidente del Banco Agrario, Luis Enrique Dussán, señaló que los recursos de ese crédito "no están perdidos, la plata está absolutamente garantizada" y explicó que los $120.000 millones están custodiados bajo la figura de fiducia y por ahora lo que debe hacer la entidad financiera es esperar a que Navelena y Cormagdalena lleguen a un acuerdo de liquidación para que inicie el pago de acreencias de la concesionaria.

Dussán señaló que no existe detrimento patrimonial en este caso pues "se trata no de recursos públicos, sino provenientes del giro del negocio de un banco como cualquier otro" y agregó que "el día en que un banco, porque no le paguen un dinero, lo sancionen por detrimento patrimonial, tendrá que dejar  de existir".

El proceso tendría una duración máxima de seis meses, de los cuales ya ha pasado cerca de un mes y medio, por lo que el presidente del Banco Agrario espera que en octubre se anuncie la fecha de pago del crédito que tendrá que incluir los intereses corrientes del mismo más los intereses moratorios. De acuerdo con los cálculos de Dussán, en este momento la liquidación de Navelena le dejaría al Banagrario $147.000 millones.

El presidente del Banco fue enfático en señalar que no está de acuerdo con la declaración de la Contraloría General y explicó que Navelena y Cormagdalena tienen máximo cuatro meses para llegar a un acuerdo o someterse a un proceso de dos meses adicionales en los que se tendrán que determinar las condiciones de liquidación de la concesionaria, cuya mayoría le pertenece a la brasilera Odebrecht.