Jóvenes califican a la corrupción como el mayor flagelo del país

El país pasa por una serie de problemas y dificultades de diversa índole, económicas, políticas, sociales y ambientales. Sin embargo, en la actualidad hay un factor de especial preocupación que se ha tomado el país: la corrupción.

De acuerdo con un reciente estudio de la Universidad de La Sabana, que consultó la opinión de 576 estudiantes de 30 universidades de Bogotá, el 56% de los jóvenes considera que la corrupción es el peor problema que tiene el país y le sigue la educación (20%), la cultura ciudadana (7%), la desigualdad (3%), la violencia (2%) y la inseguridad (1%).

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Con relación a la percepción que tienen frente a las principales instituciones públicas, los encuestados, en una escala de 1 a 5, calificaron a los partidos políticos y a la iglesia con el peor puntaje (1,9); le sigue la Policía (2,0), los medios de comunicación (2,1), el Gobierno (2,2) y la Fiscalía (2,5).

Cabe destacar que el 78% de los universitarios reconoció que se informa sobre temas políticos y que lo hacen, como canal de preferencia, a través de las redes sociales (63% de los casos), internet (54%), televisión y periódicos (46%), radio (33%), con otras personas (26%) y revistas (10%).

“Surge la preocupación sobre la calidad y validez de la información política que pueden estar consumiendo, en un momento en donde el fenómeno de la “postverdad” y la manipulación de los hechos a través de las redes sociales y la viralidad, plantea serias dudas sobre la veracidad y legitimidad de la información que circula en estos medios”, asegura Juan David Cárdenas, profesor de la institución.

La investigación revela que los jóvenes, pese a lo que piensa el imaginario colectivo, no son tan apáticos como parecen y son un público muy activo.

Actividades en las que han participado los jóvenes

Fuente: U de la Sabana

“El panorama es preocupante. La mayoría de los universitarios tienen una visión restringida de lo político. Esto genera un círculo vicioso en donde todo me parece negativo porque lo que yo considero como político siempre lo asocio con malas prácticas, escándalos y acciones cuestionables.

Por su parte, el Trust Barometer de Edelman 2017, reveló los niveles de confianza que tiene la población con relación al gobierno, medios de comunicación, empresas y las ONG. En este, coincide que la corrupción es el mayor temor que tiene la población latinoamericana.

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El Gobierno pasó de tener 42% de confianza en 2016 a 41% el presente año; las empresas dejaron atrás el 53% para adoptar 52%; por su parte las ONG, la institución con mayores niveles de confiabilidad, obtuvieron 53% en confiabilidad, dos menos que el inmediatamente anterior.

En este índice Colombia bajó 5 puntos porcentuales con relación a 2016.

Las ONG: esta institución que el año pasado tenía un 63% de confianza, pasó a tener 60% este año.

Negocios: siguiendo el patrón mundial, se consolida como la institución que más genera confianza, no obstante perdió 6 puntos porcentuales en 2017 logrando para este año el 64% de confiabilidad de los colombianos.

Medios de comunicación: pasó de tener 55% de confianza a recibir 45% para este año.

Gobierno: Siendo la institución en la que menos confían los colombianos se mantuvo estático en el 32% de confianza.

La corrupción ha golpeado fuertemente la competitividad

Según Informe Nacional de Competitividad, preocupa la fragilidad que muestra Colombia en lo relacionado con instituciones, educación, eficiencia de los mercados, infraestructura y sofisticación, pues estas debilidades afectan considerablemente la productividad nacional y la capacidad de las firmas para competir exitosamente.

En materia institucional, por ejemplo, Colombia pasó de la posición 79 a la 112 en la última década, quedando a la altura de países como Nigeria o Pakistán.

Dentro de este aspecto preocupan los temas relacionados con la justicia y la corrupción, los cuales frenan en gran manera la competitividad del país. Según el informe, Colombia ha ocupado los últimos lugares en el número de días para hacer cumplir un contrato (cifra que supera los tres años), y en materia de corrupción, resulta preocupante que más del 58% de las licitaciones públicas en el país hayan contado con un solo proponente.

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