Correa ofrece apoyo para resolver conflicto y mitigar efecto de las lluvias

Correa llegó a la capital colombiana a las 10.30 hora local (15.30 GMT) y después se dirigió al recinto que acoge la cita literaria, Corferias, donde le recibió un gran auditorio con gestos de mucho respeto y que durante su discurso le interrumpió en varias ocasiones para aplaudir sus palabras.

Ese hecho tiene lugar después de que los Gobiernos de Ecuador y Colombia restablecieran las relaciones diplomáticas en noviembre pasado, que Correa había roto en 2008 como protesta a un bombardeo colombiano a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano.

Entonces gobernaba Álvaro Uribe (2002-2010) en Colombia y fue el nuevo presidente Santos quien, tras su posesión en agosto del año pasado, invitó a Correa a resolver el choque diplomático.

En la misma base aérea de Catam, donde aterrizó el avión que lo trasladó desde Quito, Correa aseguró que Ecuador está "dispuesto a ayudar" a Colombia para poner fin al "lamentable" conflicto armado que vive desde hace medio siglo.

Además, se solidarizó con los afectados por la ola invernal, la peor en décadas en Colombia, para después, tras una recepción con el presidente Santos en la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo), poner a disposición del país vecino toda la infraestructura de Ecuador en vías, educación y salud para paliar los efectos del duro invierno. "La infraestructura que tiene Ecuador en la frontera está a las órdenes del pueblo colombiano", afirmó Correa a los periodistas, a los que también confesó que sabe que buena parte del territorio colombiano "pasa momentos muy duros".

A su turno, Santos agradeció el ofrecimiento y resaltó los significativos avances obtenidos por los dos Gobiernos en materia de economía, seguridad y cultura durante los últimos meses. "Todo fluye positivamente. Esta relación se consolida cada vez más en todos los frentes", manifestó. Pero el acto más simbólico de la jornada fue el paso de Correa por la Feria del Libro, que en esta 24 edición tiene a Ecuador como invitado de honor.

Ese hecho, que convirtió a Correa en protagonista de la feria, fue el colofón de la restauración de las relaciones diplomáticas, tal y como quedó plasmado en los discursos de ambos presidentes. "Hemos venido a quedarnos para siempre en el corazón de Colombia. Ahora que vamos a avanzar en todos los frentes venciendo las dificultades, asumimos que la certeza es por fin y para siempre el sur", manifestó Correa en la apertura de la cita literaria.

Entre los más de 30 autores ecuatorianos que presentarán sus obras hay varios funcionarios del Gobierno de Correa, como el embajador en Colombia y exministro de Cultura, Raúl Vallejo, y el ministro ecuatoriano de Defensa, Javier Ponce. "Y yo mismo", remarcó el presidente, en alusión a su obra, "Ecuador: De la Banana Republic a la No República", que no es otra cosa que "un libro de denuncia; del saqueo material e intelectual que vivió nuestra América durante la larga y triste noche neoliberal", en palabras del propio Correa.

A continuación, Santos se comprometió leer esa publicación: "prometo leer con juicio su libro", le dijo a Correa entre los aplausos de un auditorio satisfecho por ese diálogo entre dos presidentes que hace sólo unos meses no se dirigían la palabra. "Estoy poniendo en marcha la tercera vía, que propone una posición intermedia, un medio entre el neoliberalismo y el intervencionismo estatal, si leo su libro puede que coincidamos en alguna apreciación", prosiguió.

El colombiano consideró que ese es el objetivo: "respetarnos frente a las diferencias, apoyarnos con sentido de hermandad". "Que los libros, presidente Correa, también nos unan, que el arte nos una, que la libertad como siempre nos una, ese es el espíritu de esta Feria del Libro, que promueva la lectura y la libertad de expresión, de escribir lo que se quiere, y de leer lo que se quiere", agregó Santos.

Elogios mutuos durante una simbólica visita que culminó con un acercamiento de Correa no sólo a Santos, sino a todos los colombianos, a quienes presentó su libro al término de una jornada de hermandad entre pueblos vecinos.

EFE