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La crisis de la deuda soberana de los países de la zona euro ha puesto en entredicho al euro como moneda común europea.

Coyuntura Internacional

Continúa el temor en las bolsas mundiales

El euro cayó a su nivel más bajo frente al dólar en los últimos cuatro años. Las malas noticias continúan en Europa, ahora son los bancos españoles los que ponen a temblar las bolsas globales.

28 de mayo de 2010

Desde hace ocho años y medio el euro no estaba tan débil frente al yen. Frente al dólar, esta moneda no veía los niveles actuales desde comienzos de 2006. A pesar de que algunas autoridades, como el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, insisten en restarle importancia a la reacción de los mercados, hay razones estructurales que siguen atemorizando las bolsas alrededor del globo.

La española, por ejemplo, perdió al inicio de la última semana de mayo más de 5% y se situó en el nivel más bajo en más de un año, en un clima de preocupación por los problemas de deuda de la zona euro y su impacto en la economía. El mercado continúa en vilo por las señales de menor crecimiento que han lanzado organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) debido, principalmente, a las políticas de reducción de déficit.

En este contexto, el martes 25 de mayo el turno de las reformas fiscales le correspondió a Italia. El gobierno italiano se sumó al club europeo de la austeridad con una reducción presupuestal que afectará todos los rubros. Tras meses de insistir en que las finanzas del país eran inmunes a una crisis similar a la griega, el gobierno de ese país optó por una medida preventiva para evitar lo peor.

Con esto se suma a Grecia, España y Portugal en la puesta en marcha de programas para recortar los déficits presupuestarios, centrados en recortes del sector público destinados a recuperar la confianza de los inversores, luego de un rescate de 110.000 millones de euros para Grecia y el establecimiento de un programa de seguridad por US$1 billón para intentar evitar el efecto contagio.

Como Italia, los gobiernos europeos más débiles están acelerando los planes de consolidación fiscal. España, por ejemplo, ha decidido controlar el gasto mediante el recorte del salario de los funcionarios y la congelación de las pensiones.

Por su parte, el Banco Central Europeo ya comenzó a cumplir con el anuncio del 10 de mayo de compra de deuda pública y privada. Por ahora, ha adquirido 26.500 millones de euros en títulos portugueses y griegos, intervención que el mercado ha encontrado tímida.

La crisis de la deuda soberana de los países de la zona euro ha puesto en entredicho al euro como moneda común europea. Todo parece indicar que las autoridades pondrán cada vez más empeño en la adaptación de políticas fiscales y de reformas estructurales dado el reducido -casi inexistente- margen de maniobra de una política monetaria atada al comportamiento de las 27 disímiles economías que conforman la Unión Europea.