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Foto: Archivo | Foto: Associated Press

ANÁLISIS

Confinamiento inteligente, pruebas masivas y seguimiento: mejor camino

Se deben aprovechar las herramientas, la tecnología y el conocimiento que ya tenemos disponibles contra la covid-19. El confinamiento general no puede ser la única forma de resolver esta crisis; es necesario pasar del modo 'covid fear' al modo 'smart covid'.

Nelson Fernando Mariño
1 de junio de 2020

Uno de los países hasta ahora más exitosos en contención del virus ha sido Corea del Sur que, a pesar de su cercanía a China, a la fecha tiene aplanada la curva de contagio y al igual que Colombia— una de las tasas de letalidad más bajas del mundo. Dentro del conjunto de medidas allí ejecutadas, se incluía, entre otras, una acción temprana como la tomada en nuestro país, acompañada de pruebas masivas, un aislamiento estricto de los contagiados y el rastreo detallado de sus posibles contactos. Se trata de una acción muy en línea a lo que se hizo en Medellín, que tuvo muy positivos resultados conocidos por todos.

Recientemente, el Instituto Nacional de Salud anunció que el país alcanzaba una capacidad diaria de 16.143 pruebas con la técnica PCR para el diagnóstico de la covid-19, lo que equivale a unas 318 pruebas al día por millón de habitantes. Así mismo, a la fecha (mayo 30, 2020), se alcanzaron unas 320.000 pruebas, lo que corresponde a una tasa de 6.300 pruebas por millón de habitantes. La tasa de pruebas de Corea del Sur es de 17.700 por cada millón de habitantes, es decir, casi tres veces la de nuestro país.

¿Cuánto costaría elevar la capacidad para alcanzar unas 15.000 pruebas por millón al día? Supongamos que se logra que las pruebas tengan un costo de $190.000 cada una, partiendo del referente actual indicado por el gobierno: $217.000. En un año tendríamos que invertir cerca de $1 billón; sin lugar a duda, un alto presupuesto. Pero ¿cuánto cuesta el confinamiento general? El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, declaró el 7 de abril que “la cuarentena generalizada durante un mes tendría un costo que está en el rango de $48 billones a $65 billones, que equivalen de 4,5 a 6,1 por ciento del PIB”. Es decir, la inversión en pruebas sería menos del 2% de lo que ya nos está costando este confinamiento. Si a un inversionista le presentan este proyecto, supongamos que tan solo recupera 10% del valor, es decir, $5 billones. ¿Se justifica aquello?

Traslademos el análisis al reciente caso de la localidad de Kennedy en Bogotá: se estima que la población de esta zona es aproximadamente de 1.200.000. Hay que suponer que, por la emergencia, se dedicara el 35% de la capacidad actual de procesamiento de pruebas a la zona. En cuatro días alcanzarían a testear a 22.600 personas, lo que equivale a 18.830 pruebas por millón de habitantes, superando la cifra de Corea del Sur. En lugar de confinar a toda la población, solo se confinarían los contagiados y su círculo cercano que seguramente no sería más de 12.000 personas—, y esto asumiendo una muy alta tasa de positivos de 3% (la realidad seguramente es menor), además de los 2.500 casos ya contagiados y que cada persona esté en contacto con otros cuatro individuos. Este alto número de pruebas costaría unos $4.500 millones. ¿Cuánto cuesta cerrar Kennedy por 15 días? No lo sé, pero seguro que es más eficaz confinar y ser estrictos con unos pocos, que prolongar una cuarentena general y aislar a quienes necesitan y pueden trabajar, así como ser productivos. El virus no ronda por la calle, está en algunas personas (actualmente menos del 0.2%). Reforzando medidas pedagógicas y con una geocerca epidemiológica severa, controlada por un teléfono inteligente, habría más efectividad a la hora de controlar la epidemia, y las acciones serían menos lesivas social y económicamente.

Ahora: ¿cómo podría ser el caso del cuestionado Corabastos? Allí, en promedio, se transan 10.000 toneladas por día que, a una media de $2.500.000 por tonelada, representan unos $25.000 millones diarios. La población fija de Corabastos es de unas 20.000 personas y la flotante se estima en unas 80.000 adicionales. Si se practicaran pruebas al 10% de la población, es decir, a 10.000 personas que sería, tal vez, la muestra epidemiológica para un grupo específico más alta del mundo, y que se lograría alcanzar en tan solo tres días, rápidamente se podría establecer un claro cerco epidemiológico y rastrear a los contactos, tanto local como regionalmente. Estas pruebas costarían menos del 10% del valor que se transa por día. ¿Valdría la pena? ¿Cuál es la razón para no desarrollar pruebas masivas de inmediato?

Por el lado de las pruebas, aunque vamos por buen camino, incrementando la capacidad de análisis y procesamiento, y en el corto plazo podríamos alcanzar a Corea del Sur, hay varias dificultades, que incluyen, entre otras, el abastecimiento de reactivos, la capacidad de personal y los equipos especializados, en los que competimos con el mundo por su escasez actual. ¿Qué podemos hacer para, además de copar la capacidad disponible, emprender un plan para incrementarla? ¿Cuál es el cuello de botella? Necesitamos apoyar al equipo de científicos y al personal de la salud, para soportarlos, robustecerlos e incrementar su capacidad de acción. ¿Qué cuesta más: fortalecerlos o la especulación? ¿Hay que destruir más empleo, seguir rompiendo las cadenas logísticas y la descomposición social?

Es importante señalar que este no es un problema que deba resolver en lo económico, social o político, la localidad, la plaza o las ARL, es una problemática que debemos resolver solidariamente entre todos: Gobierno, Distrito, instituciones de salud, empresas, habitantes de la zona, pero principalmente cada uno responsablemente como ciudadano. La covid no es una enfermedad infantil y como adultos debemos actuar y responder.

Aunque es importante actuar con precaución, se deben aprovechar las herramientas, la tecnología y el conocimiento que ya tenemos disponible. El confinamiento general no puede ser la única forma de resolver esta crisis; es necesario pasar del modo covid fear al modo smart covid.

Por: Nelson Fernando Mariño M.Sc.

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