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Cómo van los precios

La revaluación del peso ha sido determinante en la reducción de la inflación en lo que va corrido del año. Hacia adelante no se esperan mayores sobresaltos.

11 de junio de 2004

Si algo bueno ha tenido el comportamiento de la tasa de cambio en los meses recientes, es su aporte positivo a la reducción de la inflación. En los cinco primeros meses del año, el crecimiento del índice de precios al consumidor fue de 3,97%, 1,01 puntos porcentuales por debajo del mismo período de 2003, en tanto que la inflación acumulada de los últimos 12 meses se ubicó en 5,37%, inferior en 2,36 puntos porcentuales a la de los 12 meses anteriores.

El impacto positivo ha venido por el lado de los precios de los transables o productos importados que, gracias a la revaluación de los primeros meses, muy superior a la esperada, tuvieron un comportamiento muy favorable a pesar de las alzas de los precios de muchos de estos productos (cereales y aceites) en los mercados internacionales.

La gran liquidez en los mercados externos y los bajos intereses en Estados Unidos dieron lugar a una entrada neta de capitales al país durante estos meses que se reflejó en la apreciación del tipo de cambio, particularmente en los tres primeros meses del año. Así, la inflación de transables total pasó de 8,7% en diciembre de 2003 a 6,1% en mayo de 2004.

De otra parte, la inflación de no transables se redujo de 5,1% en diciembre de 2003 a 4,9% en mayo, por la moderación en los precios de los arriendos, que venían disparados, y porque la economía aún no está trabajando a plena capacidad. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Empresarial, de Fedesarrollo, este indicador a mayo estaba en 72%, lo que significa que aún hay espacio para que la economía crezca sin que se generen presiones inflacionarias. Claro está, para lograr aumentos en productividad, que son realmente los que mitigan la inflación, es preciso que el país entre en un proceso intensivo de inversión en nuevas tecnologías.

El dolor de cabeza en estos meses han sido los alimentos y la salud, con aumentos muy superiores al total de la inflación, de 5,08% y 5,05%, respectivamente.



Qué esperar

Los cambios en los mercados financieros internacionales por cuenta de las expectativas de incrementos de tasas de interés en Estados Unidos hacen prever un segundo semestre muy diferente al primero, sobre todo en lo que se refiere a los ingresos de capital. Qué tanto se pueden revertir estos flujos es algo que no se conoce aún y depende exclusivamente del aumento en las tasas de interés en Estados Unidos.

Es muy probable que en los meses que vienen se produzca una devaluación real de la moneda y que, por tanto, el efecto positivo de la tasa de cambio sobre el comportamiento de los precios se evapore. Sin embargo, dada la magnitud de la apreciación del peso en los primeros meses también es posible que su impacto se siga trasladando a los precios al menor durante algunos meses más. Por estas razones, al menos para lo que resta del año, se podría esperar un efecto neutro de la tasa de cambio sobre la inflación.

El precio internacional del petróleo es otro aspecto que hay que mirar para establecer el curso que pueda tomar la inflación hacia adelante en Estados Unidos y el resto del mundo. No es claro, en este momento, qué pueda pasar con este precio, pues un porcentaje está dado no por los fundamentales de la oferta y la demanda, sino por factores externos como las probabilidades de que ocurra un atentado terrorista a la infraestructura petrolero en Arabia Saudita o cualquier otra parte del mundo.

Si el precio sigue subiendo, podría empezar a afectar la inflación mundial, lo cual necesariamente llevaría a un aumento mayor al previsto en las tasas de interés externas y, por tanto, en las internas. Igualmente, el aumento del precio internacional del petróleo afecta la economía colombiana en la medida en que en Colombia, el precio de la gasolina se transa a precios internacionales.

En resumen, aunque por ahora no hay señales de que la inflación podría cambiar la tendencia favorable que viene presentando hasta ahora, factores como el aumento de los intereses en Estados Unidos por encima de lo previsto o un aumento exorbitado en los precios internacionales del petróleo podrían poner a sufrir al Banco de la República.