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Foto: Protestas en Bogotá. | Foto: Getty

CIENCIA

Recorte del 41% del presupuesto para ciencia genera indignación y protestas

Decenas de científicos, investigadores y docentes protestan en el centro de Bogotá por el anunciado recorte presupuestal del 41 % para el sector de ciencia, tecnología e innovación.

24 de agosto de 2017

Desde las 9 de la mañana de este jueves, la comunidad científica inició el gran plantón en la Plaza de Bolívar por el radical recorte presupuestal, el cual pasará de $380.000 millones en 2017 a $222.000 millones en 2018.

El Gobierno ha defendido esta iniciativa al afirmar que la caída de los precios de las materias primas ha golpeado las finanzas nacionales, generando así un recorte generalizado en el presupuesto.

Con arengas y pancartas, los científicos expusieron que con el fin del conflicto se destinaría menos dinero para la guerra y se empezaría a pensar en temas estratégicos como la ciencia, la tecnología y el desarrollo.

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Además, le recordaron al presidente Santos que hace dos años en una rendición de cuentas de Colciencias, se había comprometido a escalar el presupuesto del sector al 1% del PIB.

“La excusa siempre (del Gobierno) para recortar el presupuesto ha sido la baja del petróleo, ¿pero acaso no sabíamos que eso se iba a dar en algún momento? Yo quisiera dejar un mensaje muy claro al presidente: hay un mundo después del petróleo”.

Así lo manifestó en una entrevista concedida a Dinero la representante de la comunidad científica, la docente Gabriela Delgado, quien dejó claro que “sí existe una vida después del petróleo” y está en “el desarrollo científico para que este país tenga otro futuro”.

“Si nos damos cuenta los países desarrollados no son países petroleros, pero al señor presidente (Juan Manuel Santos) no le llama la atención de qué viven esos países”, añadió.

Investigaciones relacionadas con el cambio climático, la medicina natural, las enfermedades tropicales, el alzhéimer y paradójicamente la extracción del petróleo, quedarían truncadas por la falta de presupuesto.

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Además, según lo expresó la investigadora de la Universidad Nacional, muchos estudiantes que pretenden cursar maestrías y doctorados con la financiación estatal quedarían en el limbo.

La comunidad científica argumentó que el panorama es preocupante, por lo que hace un llamado a toda la sociedad para que participe en el plantón como una forma de pronunciarse frente a esta “afectación al desarrollo”.

“Esto no solo perjudica a la ciencia sino a todo el sistema educativo. El Gobierno no se ha esforzado en motivar la inversión en ciencia por parte del sector público y privado. Es la primera vez que la comunidad científica y académica tiene una movilización de este tipo, porque hemos encontrado que nuestros argumentos sólidos no han sido tenidos en cuenta”, afirma la profesora Delgado.

Durante el plantón, los científicos esperan entregar una carta al presidente, Juan Manuel Santos, titulada “¡No a la reducción del presupuesto para ciencia y tecnología para el año 2018 en Colombia!”, que ya acumula más de 18.000 firmas recogidas a través de la plataforma Change.org.

Un difícil panorama

Cifras citadas por la Academia Colombiana De Ciencias Exactas Físicas y Naturales (ACCEFYN), muestra que la inversión en investigación y desarrollo por habitante en países como Japón alcanza los US$1.385 anuales.

Mientras que en Estados Unidos alcanza los US$1.560, en Brasil US$473, en España US$608, en México US$188 y en Argentina US$130.

El panorama en Colombia es muy distinto, pues según ACCEFYN, tras el recorte presupuestal Colombia solo invertiría US$1,54.

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Otro de los indicadores preocupantes es el número de investigadores por millón de habitantes, el cual también es bajo. Mientras en Israel es de 8.200, en Finlandia de 7.000, en Estados Unidos de 4.000 y en Brasil de 800, en Colombia son solo 180.

La profesora del Departamento de Química de la Universidad Nacional, Carmenza Duque Beltrán, explica que las fuentes de financiación para ciencia y tecnología son principalmente cuatro.

La primera es el presupuesto que se le da a Colciencias, que también está disminuyendo dramáticamente, pues pasó de $299.177 millones para 2017, a $220.506 millones para 2018.

La segunda son las exenciones tributarias que tiene el Sistema de Ciencia y Tecnología para las empresas que inviertan en estos desarrollos y la tercera es el 10% del Sistema General de Regalías que ya fue destinado para la construcción de vías terciarias.

Y la cuarta y última son los aportes de cada una de las instituciones, que en el caso de las universidades públicas también constan de un presupuesto reducido, según denuncian los científicos.

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