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Sin duda, entre las principales causas de accidentes de tránsito están las asociadas a exceso de velocidad, embriaguez e imprudencia de los conductores.

CCB pide fortalecer medidas para reducir accidentalidad vial

Regular la calidad del servicio de transporte y el crecimiento y uso de las motocicletas, fortalecer las campañas de prevención vial, y analizar cambios en los límites de velocidad de vías arterias y principales, algunas recomendaciones para la Administración Distrital.

6 de octubre de 2010

Consuelo Caldas, presidenta de la CCB, aseguró que si la ciudad quiere reducir la tasa de muertes en accidentes de tránsito, que en el caso de las ciudades de América Latina supera casi cuatro veces la tasa de los países desarrollados, es necesario aumentar los recursos y las acciones que se destinan para ello, para lo cual ofreció todo el apoyo institucional al Gobierno Distrital.

En materia de regulación, pidió revisar y controlar la calidad de la prestación del servicio público, teniendo en cuenta la entrada en operación del Sistema Integrado de Transporte Público y el hecho de que el 15% de las colisiones vehiculares y el 17% de las muertes en accidentes de tránsito de la ciudad involucran a uno o más vehículos de transporte público colectivo.

Así mismo, la presidenta de la CCB pidió a la Administración Distrital expedir medidas que permitan regular el crecimiento y uso de las motocicletas, dado que éstas estuvieron involucradas en el 40% de las muertes en accidentes de tránsito y en el 45% de los lesionados.

Adicionalmente, la entidad considera que en materia normativa se debe verificar, analizar y determinar las autopistas, calles arterias y vías principales en las cuales se deben modificar los límites de velocidad, ya que entre las principales causas de accidentes de tránsito están asociados a exceso de velocidad, embriaguez e imprudencia de los conductores.

Campañas y cultura
La CCB recomendó fortalecer las campañas de prevención vial con la ciudadanía y conductores de vehículos particulares, ya que tan sólo en 2009, los vehículos particulares estuvieron involucrados en el 46% de las muertes reportadas. Con la cooperación del sector público y privado se propuso promover la cultura de la prevención vial y la debida utilización de los sistemas de transporte.

Con el fin de poder hacer un adecuado seguimiento la CCB pidió incluir indicadores de percepción ciudadana para evaluar el impacto de las políticas y campañas de prevención de la accidentalidad vial y establecer mecanismos de divulgación de dicha información. En materia educativa la CCB pidió establecer la cátedra de seguridad vial de carácter obligatorio para todos los planteles educativos.

Finalmente, la CCB pidió garantizar el mantenimiento de la infraestructura existente y construir nueva infraestructura vial con criterios de reducción de accidentalidad y facilidades para la población vulnerable como son los niños, los adultos mayores y las personas con discapacidad.

Las cifras
Bogotá en 2009 alcanzó 528 muertes en accidentes de tránsito, lo que representa una tasa de 7,2 muertes por cada 100.000 habitantes. Este resultado es preocupante, al compararnos con ciudades como Londres y Madrid, con una tasa de 1,8 y 2,4 muertes por cada 100.000 habitantes, respectivamente. Los más afectados son los peatones, motociclistas y ciclistas que constituyen el 80% de las víctimas. Es importante resaltar que los peatones representan el 60 por ciento de los casos.


Las principales víctimas son los hombres mayores, el 19% los mayores de 60 años y el 17% los que están entre 25 y 34 años. Según el Banco Interamericano de Desarrollo para el año 2020 se espera que en la Región de América Latina y el Caribe por cada 100 mil habitantes, ascienda de 17 en 2008 a 31 en 2020.


Actualmente, los accidentes de tránsito representan un costo económico en muchos países de la región de hasta el uno por ciento del PIB. Tan solo en el 2009 se impusieron cerca de 900 comparendos por conducir en estado de embriaguez. Como vemos este no es un problema menor, ni aislado y por ello debe estar presente en las prioridades de la política pública nacional y distrital.