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Capacitarse o desaparecer

La falta de gestión es una de las principales barreras para el desarrollo de las pyme. Universidades, empresas y gobierno diseñan programas para solucionar este problema.

8 de marzo de 2002

En los últimos tres años y medio, el gobierno y el sector privado han volcado sus esfuerzos a estimular el desarrollo y consolidación de la pequeña y mediana industria en el país, un sector que representa el 96% de las empresas colombianas y que comercializa el 25% de las exportaciones no tradicionales.



La atención que han despertado las pyme ha permitido entender que los problemas de estos empresarios van más allá de la falta de recursos financieros y que los desactualizados modelos de administración que hasta el momento operan estas empresas también son una gran limitante para su desarrollo. "La situación de las pyme en Colombia podría generalizarse en un problema de gestión, y para esto la solución es la capacitación", comenta Christian Briker, director ejecutivo de Visión Universidad de la Sabana.



La falta de gestión se puede apreciar en cinco puntos donde el empresario pyme ha demostrado tener las mayores debilidades: manejo de costos, enfoque de producto, indefinición de mercado, comercialización y venta, y gestión humana.



En el primer punto se ha identificado que el empresario no hace una diferenciación entre costos directos, indirectos y proporciones de asignación en los productos. Además, el modelo empírico de costeo prevalece y, por lo general, está en su cabeza, lo que lo lleva a cometer grandes errores en la planeación de sus presupuestos.



Respecto al enfoque de producto, los consultores encuentran que muchas de las pyme se enfocan en la elaboración de un producto o servicio que no está siendo demandado, porque no logran identificar la necesidad del mercado y porque las empresas se crean más por la disponibilidad de una maquinaria que por la existencia de un mercado. Así mismo, la empresa desconoce el verdadero cliente de su producto o servicio, pues no define un target específico de mercado en el inicio de su actividad.



Una de las deficiencias más coyunturales es la comercialización y venta, comenzando por un error de idiosincrasia de los empresarios pyme y es que les da pena salir a la calle a vender, mientras la estructuración de canales de comercialización no está definida y conservan carteras muy concentradas en clientes tradicionales.



En cuanto a la gestión humana, tanto en el manejo dentro de la empresa como en su comportamiento con miembros de su sector productivo, al empresario pyme le falta conciencia del papel que juegan los trabajadores en la eficiencia y productividad, y de los beneficios del trabajo grupal.



La evidencia empresarial justificó el compromiso de varios sectores de meterse en los últimos tres años en el cuento de capacitar a las pyme, con todo lo que implica el desarrollo de una nueva metodología de enseñanza: lograr que un empresario pyme esté consciente de los beneficios de capacitarse ya es un trabajo arduo, la logística para la toma de capacitación implica mucha flexibilidad para adaptarse al ritmo de exigencia de sus empresas, la tradicional cátedra se transformó en exposición de casos reales, de empresas verdaderas y de nuestra situación nacional, y los profesores de la nueva generación han dejado de ser académicos para convertirse en asesores, consultores, amigos y colegas.



Hay una oferta de capacitación bastante amplia: planes de iniciativa del Gobierno nacional y del sector privado encabezado por la gran empresa, o las cámaras de comercio, los centros de productividad, los organismos internacionales y las universidades.



El compromiso del gobierno



Si algo se puede resaltar en este gobierno, es el apoyo a la capacitación y difusión del conocimiento para la pequeña y mediana empresa, que se ha logrado desde la creación de la ley Mipyme. Expopyme es prueba de ello.



Este programa, dirigido a la pequeña y mediana empresa que desea iniciar o consolidar una actividad de comercialización internacional, fue creado en 1999 y a diciembre del 2001 había vinculado 1.680 empresas. Expopyme trabaja de la mano con algunas de las más importantes universidades del país: Inalde, Cesa, Sergio Arboleda, Javeriana de Cali, Icesi, Universidad del Norte, Eafit y Andes. El programa contempla dos etapas. Expopyme tradicional incluye cursos de capacitación especializada en comercio internacional, cuyo fin es la realización del Plan Exportador del empresario. La segunda etapa es la de Gerencia del Cambio y apunta a implementar el plan exportador. Proexport financia en un 50% la capacitación del empresario que sea admitido, y el que culmine a cabalidad el programa de Expopyme y tenga listo su plan de exportación, es candidato aceptado en Bancoldex para una línea de crédito Expopyme-multipropósito.



Además, para todos aquellos productores de artesanías con potencial exportador, Expopyme, en asocio con la Universidad Sergio Arboleda, brinda asesoría y capacitación para fabricantes de productos manufacturados a mano y que en la tradición industrial se consideran como artesanías.



Otra opción de capacitación aparece bajo el programa del Sistema Nacional de Innovación con la ayuda de los Centros de Desarrollo Tecnológico (CDT), los cuales son unidades especializadas en la generación y difusión del conocimiento para el sector productivo. La capacitación y asesoría de los centros se concentra en aseguramiento de calidad, medición e incremento de la productividad, desarrollo de plataformas para negocios electrónicos y liderazgo. La red de Centros de Desarrollo Tecnológico en el país está conformada por 50 centros, que apoyan en capacitación, asesoría y acompañamiento a empresas de minería y energía, agropecuarias, industria, servicios y nuevas tecnologías, diferenciándose por su enfoque y región de influencia.



El IFI tiene un centro de información y capacitación para el pequeño y mediano empresario. El Ificentro, como se llama, reúne en un solo sitio físico los pilares de asesoramiento para este empresario: las universidades Externado y Javeriana capacitan en plan de negocio y esquema jurídico, el SENA ubica al empresario en la capacitación técnica necesaria, y el Banco Caja Social y el IFI ofrecen recursos financieros para pyme.



En la actualidad, Fomipyme ha participado activamente en la asignación de recursos para entidades públicas y privadas orientados a la financiación de proyectos de capacitación en productividad y competitividad para la pequeña y mediana empresa en Colombia. "El modelo de pago de la capacitación de Expopyme, en el que el empresario paga un 50% y Proexport financia el otro 50%, es muy favorable y ha sido de gran aceptación; recursos de Fomipyme podrían contribuir a establecer programas de capacitación a la pyme y financiarlos de esta manera, con el fin de hacerlos de alta calidad y más accesibles", comenta Rodrigo Varela, director del Centro de Desarrollo del Espíritu Empresarial del Icesi.



Las entidades mixtas y el empresariado



El Centro de Desarrollo Empresarial es un programa liderado por la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio y el Banco Interamericano de Desarrollo, en una alianza estratégica con las principales cámaras de comercio del país y la Asociación Colombiana de Pequeños Industriales, Acopi. "Es un programa basado estrictamente en la demanda, que al identificar y dar prioridad a las debilidades empresariales, busca mediante consultorías y capacitación proveer a las pyme de las herramientas necesarias para aumentar su productividad", comenta Víctor Manuel Palacios, director nacional del CDE.



Dentro de la política de apoyo a la productividad y competitividad está el Centro Nacional de la Productividad (Cali), que se concentra en la capacitación y asesoría en calidad, productividad y tecnología. El resto del país tiene el apoyo de la red de productividad: Producaribe (zona norte), Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (occidente), la Corporación Calidad y el Centro de Productividad, Innovación y Desarrollo Empresarial de Boyacá (en el centro del país), el Centro de Productividad e Innovación del Cauca y el Centro de Productividad del Tolima.





De parte de la academia



En los últimos años, las Universidades empezaron a apoyar más activamente la capacitación de las pyme. Reforzaron en sus programas la conciencia empresarial: los pregrados cambiaron de un enfoque administrativo, que forma ejecutivos, a uno más emprendedor que da cabida a creadores de empresas; y los programas de posgrado empezaron a adecuarse tanto en metodología como en logística a una generación de empresarios necesitados de conocimiento, pero con un día a día por hacer.



La Universidad del Norte en Barranquilla, con su cátedra de Negocios Internacionales del programa Expopyme, se ha convertido en el líder en exportaciones. Las empresas que han participado en los tres años que lleva el programa de este centro docente ya han exportado más de US$10 millones. "La actitud del empresario pyme frente al programa ha sido muy positiva, su asistencia el viernes y sábado se ha consagrado como una prioridad y el ausentismo es casi nulo", dice Fernando Solano, director del programa Expopyme en Uninorte.



Coruniversitaria, de Ibagué, ha estado por más de 10 años apoyando el proceso de modernización del sector pyme del Tolima, capacitando a más de 1.500 empresarios en diferentes campos de la gerencia integral. "El 98% de las empresas del Tolima son micro, pequeñas y medianas. Ahí está el futuro de nuestra región, y nosotros estamos formando los gerentes para que esas empresas sean productivas y competitivas", comenta Raimundo Rodríguez, director del programa pyme.



Desde 1988, el Externado de Colombia ofrece su programa de especialización en gerencia de la pequeña y mediana empresa, el cual pretende afinar todas las habilidades estratégicas gerenciales del empresario pyme, "la capacitación debe entenderse como una herramienta para enfrentar las exigencias de un nuevo mercado; la efectividad depende de la habilidad del empresario para usarla", dice Sonia Novoa, directora del programa.



El Icesi, en Cali, es la única institución en Colombia que forma parte de la Red Pyme, proyecto del BID para el desarrollo de la pyme en Latinoamérica. Bajo la dirección de Rodrigo Varela, el centro utiliza una metodología de empresa pivote (que en este caso es Epsa), la cual plantea la adherencia de 18 empresas pyme con el objeto de ser capacitadas y asesoradas de acuerdo con un diagnóstico realizado por la empresa pivote, el empresario y la academia.



Por su parte, la Universidad del Rosario, en su facultad de Rehabilitación y Desarrollo Humano, se enfocó en la prevención de riesgos en pequeñas y medianas empresas, con el fin de dar prioridad a la salud de los trabajadores. "El programa pretende generar en el empresariado pyme una conciencia de la relación directa entre salud ocupacional de los trabajadores y productividad", comenta Javier Suárez Casallas, decano de la facultad.



La estrategia de Visión Universidad de la Sabana es brindar un paquete integral de asesoría y capacitación aterrizada a la realidad del país, apoyada por casos verídicos de empresas colombianas. "Antes, cuando hablábamos de pyme, se tenía una connotación de ayuda, de ONG; hoy en la era pos-Expopyme, estamos hablando de empresas que representan el 47% del PIB y más del 63% del empleo en Colombia", dice Christian Briker, su director.



La Universidad Javeriana de Cali atiende actualmente en su programa de gerencia del cambio a más de 125 empresarios pyme que se han montado en el cuento de la exportación. En este momento, el diplomado tiene una duración de 120 horas y Proexport financia el 50% de su costo.



La gran empresa también está al frente de la capacitación a las pyme y ofrece formación en desarrollo empresarial por medio de sus fundaciones. La Fundación Corona, por ejemplo, con su Fondo de Desarrollo Empresarial, capacita tanto a creadores de empresa como a empresarios pyme en la ejecución de su trayectoria empresarial. "El conocimiento es clave para la toma de decisiones empresariales coherentes con la dinámica de los mercados; el empresario es uno cuando llega aquí, y después de capacitado es un empresario proyectado vendedor no solo de su negocio, sino de un sentimiento emprendedor", anota Diana Droste, directora ejecutiva de la fundación.



Entre otras instituciones que apoyan la capacitación empresarial están la Fundación Carvajal, Fundes, Fundaempresa, la Corporación Calidad, la Corporación Colombia Internacional y Fedecaribe.



Capacitarse es una situación de supervivencia, pues quien no compite con productividad desaparece. Una demanda nacional contraída, una apertura en las fronteras y un comprador más exigente con mayor número de ofertas sobre la mesa han llevado a las empresas a entender que tienen que ser competitivas, a las buenas o a las malas y esto se logra con una capacitación para la competitividad. Las generaciones directivas han cambiado o, mejor dicho, el mercado las transformó. Se dieron cuenta de que en la actualidad no hay elementos más prácticos para la administración de empresas que una buena teoría aplicada.



Si hace 20 años las pequeñas y medianas empresas aún funcionaban con la exclusiva capitalización de experiencias de sus gerentes adquirida en los largos años de dirección en un tipo de negocio específico, hoy las exigencias de un mercado globalizado están revaluando esta mentalidad.