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SERGIO GALINDO

Cannabis: el oro verde de la economía

La industria del cannabis que ha crecido a nivel mundial, ha trascendido las industrias relacionadas con el uso medicinal, consumo recreativo y se extiende ahora a cosméticos y alimentos. Se estima que para 2025 el negocio legal de cannabis tendrá un crecimiento del 77 % con ventas por encima de los 160.000 millones de dólares. Colombia tiene el potencial de ser un actor importante en este sector dado por su ubicación geográfica, costos de producción y condiciones regulatorias. Un análisis de Sergio Guzmán, director de Colombia de Risk Analysis, y Katherin Galindo, asistente de Investigación.

6 de febrero de 2020

Muchos observadores han opinado que el sector del cannabis puede ser la oportunidad más clara para que Colombia pueda promover una alternativa regulada y rentable a los cultivos de coca, aprovechando que el cultivo de cannabis también puede ser un bálsamo para el creciente desempleo en zonas rurales. Según Fedesarrollo, se requieren entre 10 y 17 personas para trabajar cada hectárea de cannabis cultivada, lo cual puede significar más de 26.900 empleos para 2030 (ver tabla). Asimismo, las ganancias obtenidas del cannabis medicinal podrían superar las de industrias tradicionales como la bananera y la floricultora, generando, en el mediano plazo, ingresos de $2.744 millones de dólares.

A pesar del enorme potencial de la industria, muchas empresas del sector se quejan de los pocos avances en materia de actualización de normas que permitan mayor transparencia y celeridad en los procesos de producción y ventas.  También indican que a pesar de haber un potencial mercado doméstico y de exportación para el cannabis y sus productos asociados, la lentitud de la asignación de cupos de exportación y regulación para la venta doméstica impide el desarrollo de esta industria. El Gobierno ha enfatizado que agilizará los procesos mediante asignación de más personal, pero hay escepticismo entre algunos actores de la industria de que esto suceda rápidamente. Un desafío adicional para la industria de cannabis en Colombia es mejorar el acceso al sistema financiero. En Colombia aún no se reconoce el potencial y los beneficios de esta industria; bancos como el BBVA y el Banco Agrario, según fuentes consultadas por Colombia Risk Analysis, sólo permiten a las empresas relacionadas con esta industria el manejo de cuentas para pago de nóminas y compra de insumos, pero no para la entrada de capital extranjero. 

En la medida en que el Gobierno asigne los cupos a las empresas, las exportaciones colombianas de CBD, aceites y productos terminados para uso medicinal, podrán llegar los mercados del Reino Unido, Alemania, Canadá y Estados Unidos. Según Fedesarrollo, de sembrarse la totalidad de áreas aprobadas para cultivo de cannabis (101 hectáreas), el potencial exportador sería de $258 millones de dólares, superando las exportaciones que en 2018 tuvieron la ropa (USD $167 millones), jabones (USD $175 millones), el vidrio (USD $177 millones), productos químicos inorgánicos (USD $108 millones) y abonos (USD $124 millones).

Área cultivada

Áreas licenciadas 

Proyección 2025

Proyección 2030

Hectáreas cultivadas

56

101

449

1558

Empleos

975

1748

7776

26968

Ingresos totales (millones de USD)

99

178

791

2744

Fuente: Fedesarrollo

Pronóstico  

El Gobierno de Iván Duque y el sector financiero se han mostrado cautos con la industria del cannabis debido a preocupaciones de lavado de activos, financiación a grupos armados, y el estigma que ha generado en el país la lucha contra las drogas. El 2020 será un año en el que las acciones del Gobierno determinarán el futuro de la naciente industria del cannabis. Colombia debe aprovechar la bonanza económica o el país pierde la ventaja competitiva que se tiene frente a los países que han avanzado rápidamente en la regulación del cannabis medicinal, entre ellos Brasil, Perú, México y Uruguay. Además de exigir mayor celeridad al Gobierno nacional y a las instituciones financieras, la industria de cannabis debe informar a los gobiernos locales y a la opinión pública sobre el enorme potencial de empleo y alternativa económica que los cultivos legales de cannabis pueden generar, añadiendo así presión al Gobierno de acelerar el paso.

*Sergio Guzmán es Director de Colombia Risk Analysis y Katherin Galindo es Asistente de Investigación