¿A quién benefician los cambios en pensiones por el coronavirus?

Las medidas de aislamiento produjeron una drástica caída en los ingresos de las empresas. Por eso, el Gobierno les brindó la posibilidad de reducir sus aportes a pensiones por dos meses con el fin de conservar el empleo.

Para los periodos de abril y mayo, cuyas cotizaciones deben efectuarse en mayo y junio próximos, el aporte pensional pasará de 16% (12% empleador y 4% trabajador) a 3% (2,25% empleador y 0,75% trabajador). Los trabajadores independientes tendrán que hacerse cargo del pago total de 3%. Esto reduciría el costo de la nómina en alrededor del 7,5%, un pequeño salvavidas.

Dicho beneficio podría cobijar a cerca de 8,3 millones de cotizantes activos que tiene el sistema pensional del país y representar un alivio económico para las empresas superior a $3 billones.

Por tanto, la mayoría de expertos recibió bien la medida aunque no sin algunos reparos.

Algunos consideran que la reducción de 16% a 3% solo garantiza el pago de los costos de administración a los fondos, aunque para otros se trata de seguir contando con el seguro previsional que cubre las eventualidades de que el afiliado muera o quede inválido.

Por otra parte, muchos hubieran preferido la eliminación de los giros a las Cajas de Compensación Familiar. Algo difícil hoy si se considera el seguro de desempleo y la importante participación de este tipo de entidades en el sector salud.

Sin embargo, a la suspensión de los aportes a pensión la acompañó otra sorpresiva medida mucho más controversial: el traslado de alrededor de 20.000 afiliados de las administradoras privadas a Colpensiones.

En su decreto 558 de 2020, el Gobierno explicó que buscaba proteger a los pensionados bajo la modalidad de retiro programado de salario mínimo del régimen de ahorro individual, cuyas cuentas podrían desvalorizarse por efecto de la actual coyuntura financiera. Por esto, muchos interpretaron la medida como un salvavidas para los fondos de pensiones. Estos, sin embargo, afirmaron que no solicitaron esta medida y que no era necesaria.

Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, explicó que hubieran preferido (en un hipotético caso en que dichos retiros programados se descapitalicen) acceder al Fondo de Garantía de Pensión Mínima, el mecanismo de solidaridad del régimen de ahorro individual, que hoy tiene más de $24 billones.

Durante abril y mayo, las empresas y los trabajadores independientes podrán suspender sus aportes a pensiones.

“Este fondo se ha financiado con un aporte de todos los afiliados, incluyendo quienes hoy reciben una pensión de un salario mínimo. Por esta razón, consideramos que esas pensiones deberían tener acceso a dicho fondo” explicó Montenegro.

Para muchos esta medida en realidad sirve para financiar a Colpensiones durante el tiempo que las empresas y los afiliados no cotizarán por efectos de la primera medida y para los giros adicionales con los que se ha comprometido el Gobierno en algunos de sus programas sociales, como Colombia Mayor e Ingreso Solidario a causa de la pandemia.

Los fondos insisten en que ellos siguen respondiendo por los afiliados y que Colpensiones no asumirá ningún costo adicional. Los pensionados de salario mínimo seguirán recibiendo normalmente su pensión.

Se estima que, por esta medida, Colpensiones y el Gobierno recibirá entre $4 billones y $5 billones, por lo que muchos lo ven como un salvavidas para las arcas públicas.

Según el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, esta fue la manera que encontraron para financiar la caída de ingresos de Colpensiones por cuenta de la suspensión de los aportes y seguir atendiendo los pagos mensuales a los pensionados del Régimen de Prima Media. Este, al ser un sistema de reparto, se financia con el aporte de los más jóvenes y el presupuesto nacional.

“Los $5 billones de ahorro de pensionados de fondos privados que se entregarán a Colpensiones son un crédito, “simple y llanamente es deuda” para evitar un problema de caja en Colpensiones”, afirmó Carrasquilla. Los fondos rechazaron el uso político de la medida y la manipulación de la misma que, a su juicio, han hecho algunos grupos.

Sin duda, este debate muestra la dificultad de los temas pensionales y cómo estos se prestan para todo tipo de interpretaciones. Seguramente, en esta discusión cada quien se quedará con su punto de vista.

Lo cierto es que ante las dificultades fiscales, el Gobierno ha encontrado en el ahorro pensional una importante fuente de financiación para enfrentar esta inédita y profunda crisis. Una fórmula de la cual será mejor no abusar para no desproteger a la población en el futuro.

Ya lo había hecho al financiar la emergencia con recursos del Fondo de Pensiones Territoriales (Fonpet) y las regalías, lo que desató la inconformidad de los mandatarios regionales.

En otros países como Perú han planteado que las personas puedan retirar hasta 20% de su ahorro obligatorio, condicionado a demostrar una verdadera necesidad.

Para los expertos, la crisis económica tiene tal gravedad que requiere la unión de esfuerzos y medidas excepcionales. Sin embargo, las mismas deben ser responsables, para no profundizar las problemáticas de mediano y largo plazo. Esta coyuntura demostró la importancia del ahorro tanto para las personas y hogares, como para las empresas y los gobiernos.