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Cambio climático, amenaza para café en Centroamérica

Científicos prevén que el cambio climático global golpeará la producción del reconocido café de Centroamérica en las próximas décadas, pero actualmente algunos productores de tierras bajas en Guatemala ya están sintiendo sus efectos.

25 de agosto de 2009

 Proyecciones de Naciones Unidas indican que las temperaturas subirán de uno a seis grados en el próximo siglo, lo que hará inviables algunas tierras bajas y obligará a los productores a moverse hacia territorios más altos.

Académicos que llevan adelante un estudio de cuatro años sobre los efectos del cambio climático sobre pequeñas fincas de café en Guatemala hallaron que muchos productores están luchando para poder continuar con sus cultivos en zonas bajas.

"En Santa Rosa el problema es que es más seco, la gente se queja mucho de falta de agua y este año concreto obviamente la sequía está afectando bastante más", dijo Edwin Castellanos, el científico que conduce el estudio.

Las exportaciones del café gourmet de Guatemala han sido consistentes en los últimos cinco años, oscilando entre 3.3 y 3.8 millones de sacos de 60 kilogramos por cosecha, debido a que los productores de tierras altas, con microclimas, han sido poco afectados.

"Si vemos un porcentaje mayor a 10 %, entonces ahí sí debemos comenzar a preocuparnos", dijo Christian Rasch, presidente de la asociación de productores Anacafé.

Aún productores de áreas húmedas están batallando con los climas extremos e impredecibles, que expertos dicen se debe al cambio climático.

Los productores de Cerro de Oro, un pueblo ubicado entre volcanes cerca del Lago Atitlán, han sido castigados por torrenciales lluvias así como por sequías en años recientes.

"No podemos contrarrestar (los efectos) porque no podemos predecir el clima", dijo el productor Carlos Siteán.

NECESARIA AYUDA DEL GOBIERNO

En la vecina Nicaragua, muchas de las tierras bajas dedicadas a la producción cafetalera probablemente se volverán inviables para el cultivo a medida que las temperaturas suban.

En Guatemala, muchos productores no tienen un terreno de mayor altitud para moverse, con lo cual diversificarían el cultivo o directamente se pasarían a otra actividad dado que la inversión en café es demasiado riesgosa como para que la cosecha sea destruida por un huracán o por la sequía.

"Lo que estoy pensando es que yo tengo que vender este terreno porque ahora no da resultados", dijo Nasario Guoz, que ha cultivado café en Cerro de Oro por 30 años.

Pero los expertos advierten que los esfuerzos de organizaciones no gubernamentales y del sector privado podrían no ser suficientes para contener lo que se viene.

"Los Gobiernos tienen que mirar estratégicamente dónde puede ser cultivado el café en los próximos 30 o 40 años y ver que otras áreas claramente quedarán fuera rápidamente", dijo Peter Baker, experto en materias primas del británico Centro Internacional para la Ciencia y la Agricultura.

Algún tipo de ayuda para los productores podría surgir si se llega a un acuerdo mundial sobre cambio climático este año en sustitución del Protocolo de Kyoto.

 


(Reuters)