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Brecha entre géneros

El ranking sobre desigualdad entre hombres y mujeres, que acaba de publicar el WEF, clasifica a Colombia como el país latinoamericano más avanzado en el tema. Las fortalezas, educación y salud.

24 de noviembre de 2006

La desigualdad entre géneros es universal. Está presente en todas las culturas, religiones, naciones y grupos de ingreso. De hecho, no hay ningún país en el que no haya algo de discriminación contra la mujer.

En la mayoría de las sociedades, las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres se manifiestan en las responsabilidades que se le asignan a cada uno, en las actividades que realizan, en el acceso y control de los recursos y en las oportunidades de participar en la toma de decisiones.

En los últimos años, el mundo ha empezado a tomar conciencia sobre lo nociva que para la sociedad misma resulta esta brecha entre los géneros, en la medida en que le impide alcanzar su potencial. Por ello, muchos países y organismos internacionales se han puesto como meta acabar con esta discriminación.

No obstante este reciente reconocimiento, hay pocas herramientas para evaluar la desigualdad entre géneros en los países, lo cual limita la adopción de políticas encaminadas a reducirla.

En 2005, el World Economic Forum (WEF) hizo un primer intento en este sentido, al realizar el primer estudio sobre la magnitud de la brecha entre los géneros en 58 países. Este año, el WEF fue más allá al hacer el estudio extensivo a 115 países (90% de la población mundial) e introducir una nueva metodología para la construcción del índice que mide la brecha entre los géneros.

El objetivo del WEF con esta evaluación es que las comparaciones entre países sirvan en primer lugar como benchmark para identificar fortalezas y debilidades, y segundo, como una guía útil para la formulación de políticas, con base en el aprendizaje de las experiencias de aquellos países que han tenido más éxito en promover la igualdad entre hombres y mujeres.

Los resultados

De acuerdo con el estudio, ningún país ha eliminado totalmente la desigualdad entre hombres y mujeres. Los que más han avanzado en reducirla son los países nórdicos, en particular, Suecia que encabeza el ranking, seguido por Noruega, Finlandia e Islandia.

Entre los otros países europeos se destacan por su avance en el tema, por estar en los diez primeros puestos, Alemania (5), Dinamarca (8), el Reino Unido (9) e Irlanda (10).
Por el otro lado, en este grupo de países llaman la atención por la razón contraria, es decir, por su rezago en el tema, Grecia (69), Francia (70) e Italia (78).

Colombia, por su parte, figura en el puesto número 21, lo cual se puede considerar excelente, si se tiene en cuenta no solo que es el país latinoamericano más avanzado en el tema, sino que está antes de Estados Unidos, que ocupa el puesto 22, seguido por Costa Rica en el 29.

En el caso particular de Colombia, su buen desempeño en el ranking general se debe al magnífico resultado en el tema de salud, en el cual queda clasificado como número 1, al lado de Estados Unidos y otros países.

En educación, Colombia también ocupa una buena posición, en el puesto 13. En cuanto a empoderamiento político, es decir, la participación de la mujer en la toma de decisiones al más alto nivel, Colombia ocupa el lugar 27, por debajo de otros países latinoamericanos como Costa Rica, Argentina, El Salvador y Nicaragua.

Por último, el área en la que Colombia está más atrasada es en participación de la mujer en la economía (39). No obstante este resultado, en Latinoamérica sigue siendo el país más adelantado.

En general, en la medida en que el mundo ha ido avanzando para reducir la brecha entre géneros, los mayores logros han sido en las áreas de salud y educación. Al ofrecer cobertura de estos dos servicios, los sistemas no discriminan entre hombres y mujeres.
Por el contrario, los avances en la reducción de la desigualdad entre hombres y mujeres son mucho menores, en la participación en la economía, ya que solo se ha cerrado un poco más del 50% de la brecha en este campo. Y es peor aún en el frente político.
Cuando se suman todas las mujeres que forman parte del estudio, solo el 15% tiene el mismo poder que los hombres (ver gráfico).