Bogotanos están dejando de comprar casas

Aunque el área para vivienda nueva en Bogotá creció en 54,4% durante el primer trimestre del año, el análisis del Observatorio de Desarrollo Económico de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico -SDDE- señala que las ventas de vivienda nueva, que insinúan las perspectivas futuras del sector, cayeron 6,9%.

De acuerdo con la información generada por la firma La Galería Inmobiliaria para la Secretaría Distrital de Hacienda, en Bogotá las ventas de vivienda nueva sobre planos, culminada o en construcción, fueron 18.378 unidades durante los primeros cuatro meses de 2012. Esto quiere decir, 1.367 viviendas menos que las registradas un año atrás, cuando se alcanzó una cifra récord de 19.745 unidades.

La disminución en las ventas se registró en todos los segmentos, aunque en mayor proporción en Vivienda de Interés Prioritario (VIP) con una variación negativa del 24,2%. La vivienda distinta a la VIS disminuyó en 755 unidades (-9,4%), mientras que la vivienda de Interés Social (VIS), reportó cerca de 600 unidades menos vendidas (-5,2%).

Por su parte, la financiación de vivienda creció un 3,3% entre enero y marzo de 2012, con respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de 625.642 millones de pesos a 645.417 millones de pesos.

Según la SDDE, si bien el valor de los créditos entregados por las entidades financieras en Bogotá registra un comportamiento estacional a lo largo de cada año, es un buen indicador sectorial que refleja el desempeño no sólo de la vivienda nueva, sino también  de la usada.

Finalmente, la SDDE llamó la atención acerca del boom en la expedición de licencias de construcción, generado como resultado de la implementación de la Norma de Sismoresistencia (NSR-10).

De acuerdo con el análisis presentado, la norma llevó a que muchos constructores solicitaran los permisos de manera anticipada, evitando la aplicación de la medida en sus nuevos proyectos de vivienda y por consiguiente, un incremento en sus costos.

El Secretario de Desarrollo Económico, Carlos Simancas explicó que “esta coyuntura hizo que gran parte de los proyectos de vivienda radicados en las curadurías en 2010 fueran aprobados de manera ‘extraordinaria’ entre finales de dicho año y comienzos de 2011, distorsionando las estadísticas de licencias como indicador del
sector de la construcción en la ciudad y el país”.