Home

País

Artículo

Mauricio Cárdenas, Director ejecutivo saliente de Fedesarrollo. “Si piloto y copiloto no se ponen de acuerdo, los pasajeros van a estar nerviosos y eso afectará la confianza inversionista”. | Foto: Archivo Semana

Para los negocios

Ajuste de las proyecciones

La revisión de las proyecciones de los indicadores de la economía indica desaceleración del crecimiento, aumento de la inflación y una revaluación que no cede.

18 de julio de 2008

Tras el cierre del primer semestre del año, los economistas y analistas pasan revista a sus proyecciones macroeconómicas. El nuevo consenso incorpora los riesgos que enfrenta la economía en lo que resta de 2008 y las consecuencias del nuevo panorama para la inversión.

Cambios en las proyecciones

Las proyecciones iniciales para 2008 eran optimistas porque se basaban en los buenos resultados de 2006 y 2007, aunque ya se veían venir las políticas restrictivas para controlar la aceleración de la inflación. Estas restricciones se consolidaron e incluso se ampliaron durante el primer semestre. De hecho, el nuevo consenso de los economistas consultados por Dinero sitúa la tasa de intervención del Banco de la República promedio para 2008 en 9,81%, frente al estimado inicial de 9,25%.

Por el lado de la política fiscal, se espera un déficit consolidado de 1,33% como porcentaje del PIB, el cual es tan solo 0,7 puntos porcentuales inferior al de los primeros estimativos y refleja la apreciación de que no habrá el ajuste drástico de gasto que se necesita.

La consolidación de la revaluación (13% en lo corrido del año) era inesperada por su magnitud. Los analistas han ajustado sus expectativas en este sentido, pasando de una proyección inicial de cerca de $2.200 por dólar a alrededor de $1.830. El mensaje es de estabilidad en la tendencia y peso revaluado para lo que resta del año.

En cuanto al PIB, las expectativas son de una caída de cerca de medio punto respecto de lo que se estimaba a comienzos del año. La principal amenaza es la inflación para 2008, la cual era estimada en 4,49% al inicio de año, mientras en el nuevo consenso está en promedio en 6,68%. Alejandro Gaviria, decano de economía de la Universidad de los Andes, advierte que si el Gobierno no hace un recorte significativo del gasto, la política monetaria va a continuar siendo restrictiva.

Riesgos para el segundo semestre

Los economistas vislumbran algunos riesgos que traerían efectos nocivos para la economía. Al saliente director ejecutivo de Fedesarrollo, Mauricio Cárdenas, le preocupa que se pueda llegar a un bajo crecimiento con alta inflación, porque se haría más fuerte el debate acerca de la política económica y afirma que, de haber mucha tensión entre política monetaria y política fiscal, se afectaría la confianza: "Si piloto y copiloto no se ponen de acuerdo, los pasajeros van a estar nerviosos y eso afectará la confianza inversionista".
 
De otro lado, Cárdenas identifica el riesgo que traería una fuerte caída en el precio del petróleo no anticipada por las autoridades, porque aumentaría el déficit en cuenta corriente y caería la inversión extranjera, lo cual daría origen a una fuerte devaluación del peso. Si bien el freno a la revaluación es deseado por la mayoría, la experiencia enseña que una devaluación acelerada es más traumática que las revaluaciones.

Para Fabio Sánchez, director del Cede de la Universidad de los Andes, el riesgo más grande para la economía colombiana es que la desaceleración de la economía estadounidense desemboque en una recesión, lo cual todavía no es el caso, dice.

Una complicación adicional puede ser el empleo. La tasa de desempleo, medida con un corte de 12 meses a mayo, no presentaba incrementos desde 2001 y es hoy la más alta de las siete principales economías de América Latina. Según Alejandro Gaviria, esta tendencia va a continuar, debido entre otras cosas al menor crecimiento de la construcción, lo que traerá desaceleración por el lado de la demanda. Gaviria agrega que el modelo económico de Uribe, basado en inversión (que denominó Uribenomics en su más reciente libro), comienza a mostrarse insuficiente para mantener tasas de crecimiento sistemáticas por encima del 5%, pues la inversión es sensible a la forma como se hacen los ajustes, vía política monetaria o política fiscal.

Por último, de consolidarse una presión inflacionaria fuerte, como la que se está dando en diferentes partes, existe el riesgo de que se caiga en una espiral inflacionaria como la que se vivió en la década del 70, pues el aumento de la inflación podría llevar a la fijación de aumentos salariales por encima de dos dígitos, lo que multiplica la inercia inflacionaria. Según Rodrigo Suescún, profesor e investigador de la Universidad de los Andes, "implícitamente la política monetaria es más laxa hoy que cuando se pensaba en una inflación del orden del 6%".

Esto aumentará la pobreza, principalmente la urbana, si no se toman acciones de política pública importantes, dicen los investigadores de la Universidad de los Andes.

Los pronósticos de inversión

El consenso del análisis económico coincide en afirmar que la inversión privada va a continuar siendo importante, principalmente en maquinaria y equipo, pero que su crecimiento no va a ser del nivel del 20% que se venía dando, sino más cercano al 10%, aunque se pueden dar ampliaciones de plantas e instalaciones de inversionistas privados para ser explotados en la parte creciente del ciclo económico. Se estima que la inversión extranjera seguiría siendo superior al 5% y se estabilizaría alrededor de US$10.000 millones anuales. De otro lado, los empresarios han replanteado sus estrategias de inversión para lo que resta del año (ver artículo página 26).