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Los restos de los cuatro secuestrados que fueron asesinados el sábado pasado reciben honores póstumos en Bogotá. Los rehenes, tres policías y un militar, llevaban más de diez años en cautiverio en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y murieron en una zona selvática de la localidad de Solano en el sureño departamento del Caquetá, durante una acción del Ejército. | Foto: EFE

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Adopta un secuestrado tiene 3.000 miembros

Cualquier persona puede vincularse al programa de la Universidad de La Sabana que brinda acompañamiento a las familias de personas retenidas. El otro mes realizarán una jornada especial de oración especial y participarán en la marcha del seis de diciembre.

30 de noviembre de 2011


Esta iniciativa que nació en 2008, hoy cuenta con más de 3.000 miembros, a este grupo pertenecen personas desde los seis años de edad hasta colombianos radicados en Estados Unidos, México, Ecuador y Venezuela, que se unen para rechazar el secuestro.

Cualquier persona puede adoptar un secuestrado, lo importante es tener las ganas y decir voy a luchar por esa persona y generar solidaridad en el entorno donde se encuentre”, aseguró a Dinero.com, Diana Molano, Coordinadota del programa de la Universidad de La Sabana.

José Libio Martínez, sargento de la Policía; Edgar Yesid Duarte, coronel de la Policía; Elkin Hernández Rivas, mayor de la Policía y Álvaro Moreno, intendente de la Policía, asesinados el sábado por las Farc, tenían cada uno cerca de 50 adoptantes, que se encargaban de acompañar a las familias, hacer jornada de oración, compartían el día del cumpleaños, los acompañaban a los programa radiales para enviarles mensajes de esperanza. “Durante el año les celebramos e Día del Niño, Día del Padre, de la Madre, hacemos movilizaciones ciudadanas”, dijo Molano.

Por tratarse de una iniciativa académica durante el año ofrecen jornadas voluntarias. El 16 de diciembre, realizarán una novena el con el lema: “Abrazar un sueño de Libertad”, en la cual van a entregar regalos (donaciones) a los hijos, hermanos, padres de los secuestrados y elevarán oraciones para implorar por el pronto regreso de los otros 24 secuestrados (militares) y cientos de civiles que permanecen retenidos ilegalmente.

Esta es una iniciativa de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana, una propuesta social que invita a toda la comunicad académica y a todos los ciudadanos a reconocer las víctimas del secuestro y a no descansar en la exigencia de libertad de todos y cada uno de las personas secuestradas.

“Ser adoptante significa comprometerse con la libertad de una de las cientos de personas que aún permanecen en cautiverio y emprender acciones ciudadanas en su favor. El secuestro ha afectado la vida de muchas personas y familias, conocer quiénes siguen secuestrados, sus rostros e historias es un paso fundamental en la exigencia de su libertad.”, dijo su coordinadora.

En los años en que ha funcionado la iniciativa se han dado casos en que una vez liberados mantienen su lazo de amistad con los voluntarios, de hecho en la actual caravana por la libertad que lidera Herbin Hoyos, hay varias personas que recuperaron su libertad este año que marcha junto con la persona que sumió el papel de adoptante durante el cautiverio. También hay casos como los de Elvia* y César*, quienes se conocieron cuando él recuperó la libertad y en la actualidad conforman un grupo que decidió acoger a otro retenido.

La iniciativa también ha servido para prestar colaboración especial a los familiares cuando se dan liberaciones masivas, en temas de traslados, alojamiento, acercamiento con los voceros y demás aspectos logísticos, con el único fin de ayudar a recuperar el tiempo perdido.

Adopta un Secuestrado participará en la marcha del próximo seis de diciembre, para exigir la libertad de quienes aún permanecen en la selva.

Para el 2012 alistan jornadas académicas con las familias. Las cuales se realizarán con apoyo de las facultad de psicología, con el fin de ayudarles a sobre llevar su situación.

La gran mayoría de personas vinculadas a la causa son jóvenes entre los 18 y 25 años de edad, pero también hay niños de siete años. La mayoría de actividades se concentran en Bogotá, pero hay voluntarios de todas las ciudades, incluso de colombianos radicados en el exterior.