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Exportaciones totales, acumulado 12 meses.

2010: lenta recuperación

Después de un 2009 extremadamente difícil, el año 2010 será mejor, aunque estará lejos de su potencial.

17 de noviembre de 2009

2009 ha sido un año difícil para la economía colombiana, no solo como consecuencia de la crisis financiera internacional, sino también por la complicada situación política y comercial con los países vecinos, particularmente, Venezuela. Lo más probable es que el año termine con un crecimiento de 0% o algo inferior, tal como lo anticipó Dinero hace varios meses.

La industria manufacturera ha sido la actividad más golpeada, con una caída de 7,5% entre enero y agosto y de 7,7% entre agosto de 2008 y agosto de 2009. Entre las reducciones más pronunciadas en este sector están la producción de vehículos con una caída de 39%; la de prendas de vestir y productos textiles, 24,7% y 25%, respectivamente (ambas muy relacionadas con las ventas a Venezuela), la producción de hierro y acero y la de productos de cuero.

El comercio al por menor también se ha visto bastante afectado con una reducción de 4,2% entre enero y agosto de este año y con una gran pérdida de puestos de trabajo.

Desafortunadamente, en este frente las perspectivas no son muy halagadoras. El índice de confianza del consumidor que publica mensualmente Fedesarrollo y que refleja las expectativas actuales y futuras de los consumidores, después de mejorar entre mayo y agosto, se redujo nuevamente en septiembre y octubre.

De otro lado, las exportaciones han caído fuertemente debido a los menores precios de los productos básicos y al desplome de la demanda de nuestros principales socios comerciales, Estados Unidos y Venezuela. La tasa de crecimiento es negativa y se encuentra por los lados del 13% anual.

De manera similar, y en línea con la evolución negativa de este índice, está el deterioro de la demanda de crédito. Mientras que la cartera de consumo registra un crecimiento negativo de -2,6%; las carteras hipotecaria y comercial apenas están creciendo. Esta última, además de estar afectada por la reducción efectiva de crédito por parte de las empresas, lo está por la emisión de bonos privados que en lo corrido del año asciende a $12 billones.

Aunque los resultados del tercer trimestre del año aún no se conocen, con base en todo lo anterior lo más probable es que no haya habido crecimiento o que si lo hubo este haya sido muy reducido. Algo muy parecido es lo que está pasando con el cuarto trimestre.

Para 2010, se espera un crecimiento económico ligeramente superior, alrededor de 2%, con alto desempleo y lenta recuperación del consumo impulsada por el efecto positivo que sobre el endeudamiento tiene la reducción de las tasas de interés. Los sectores de mayor crecimiento serán los de obras civiles, el financiero y el minero.

Se espera, adicionalmente, un repunte de las exportaciones, principalmente debido a la recuperación de los precios de los productos básicos.

Inflación baja, la mayor ganancia

La inflación ha sido la gran ganadora de todo lo vivido en el último año. Al finalizar 2009, esta será inferior a 3%, una cifra que no se veía desde hace 45 años. De hecho, este resultado tan favorable llevó al Banco de la República a fijar la meta de inflación para el año entrante en un rango entre 2% y 4%, con 3% como rango central. De acuerdo con esta entidad, las condiciones actuales de la economía permiten que de ahora en adelante la inflación se ubique en el rango meta de largo plazo que se fijó hace diez años.

No obstante, hay dudas respecto a la posibilidad de alcanzar esta meta en 2010, esencialmente teniendo en cuenta los supuestos de un crecimiento de la economía entre 2,5% y 3% y de no aumentos en la tasa de interés de intervención que fija el Banco de la República.

El Banco está tranquilo pues considera que, si bien va a haber crecimiento del consumo el año entrante, este no será lo suficiente como para presionar los precios. Además, según esta entidad, la utilización de la capacidad instalada es baja frente a su potencial, lo que da espacio de crecimiento sin afectar los precios.

El Fenómeno del Niño tampoco trasnocha al Emisor. Según fuentes estadísticas, en ocasiones anteriores, cuando se ha presentado este fenómeno, los precios de los alimentos se disparan en el primer semestre y caen luego en el segundo a niveles inferiores a los que había en el periodo inmediatamente anterior.

Pero para que todo lo anterior sea posible es preciso que los salarios no crezcan por encima de la inflación. Algo que tendrán que tener en cuenta las autoridades en la negociación del salario mínimo. Es importante tener en cuenta las condiciones actuales del mercado laboral; una alta tasa desempleo y crecientes niveles de informalidad. Este año ya hubo una ganancia importante en los salarios reales. Si estos siguen creciendo es poco probable que se puedan revertir las tendencias de este mercado.