Multilatinas, mucho qué aprender

Las multinacionales latinoamericanas tienen una oportunidad de oro para crecer, entrando en los nichos que sus maltrechos competidores del primer mundo van dejando vacíos en sus procesos de reatrincheramiento ¿Qué tanto sabemos de estas empresas? ¿Qué nos falta por comprender?

Dinero
7 de julio de 2010

Las multinacionales como organización empresarial no son un invento nuevo. De hecho, por lo menos en su versión más moderna, tienen mucho que ver con las empresas inglesas que construyeron y operaron los ferrocarriles del mundo en el siglo XIX.

 

Ese invento organizacional se trasladó al resto de Europa y luego a Estados Unidos donde se aclimató y prosperó con prácticas nuevas que se fueron incorporando desde 1960. Lo cierto es que ese tipo de empresas, desde Alemania, Francia, Italia o Japón se tomaron el mundo.

 

Ahora, con el receso en las economías desarrolladas, las multinacionales que tienen origen en los países emergentes tienen una oportunidad de oro para crecer, entrando en los nichos que sus maltrechos competidores del primer mundo van dejando vacíos en sus procesos de reatrincheramiento.

 

Por eso el estudio de las multilatinas es tan interesante y ha ganado relevancia. La revista española Universia Business Review tiene su número 25 dedicado exclusivamente al tema de multilatatinas. La edición especial fue editada por el profesor Álvaro Cuervo-Cazurra del Moore School of Business de la University of South Carolina y fue lanzada la semana pasada en el congreso anual de la Academy of International Business (AIB) en Río de Janeiro, Brasil.

 

Se conocen como las multilatinas, a las compañías latinoamericanas con operaciones de valor agregado en el extranjero. Como para el mundo, el fenómeno en la región tampoco es nuevo. El profesor Álvaro Cuervo-Cazurra destaca ejemplos del siglo XIX, tales como la empresa argentina de calzado Alpargatas que se convirtió en multinacional en 1890 o como la también argentina agrícola Bunge y Born que tuvo su primera producción en el exterior en el año 1905.

 

No obstante, el crecimiento de las multilatinas aceleró en este siglo y ya se encuentran algunas con presencia y liderazgo incluso en países desarrollados. El modelo de sustitución de importaciones de los sesenta había concentrado las firmas en sus mercados locales y solo las reformas pro-mercado de las últimas tres décadas permitieron a las empresas de la región mejorar su competitividad y convertirse en multinacionales.

 

El tamaño de las multilatinas ahora es sustancial. Eso se pude ver en la clasificación que estableció la revista América Economía en el año 2009 sobre las 60 mayores multilatinas por ventas, inversiones, el porcentaje de trabajadores en el exterior, potencial de crecimiento y el número de regiones en los que la empresa está presente.
La mayor fue la empresa argentina Tenaris del sector siderurgia (que vendió US$12.000 millones ese año) y la siguieron en orden, la cementera mexicana Cemex (con ventas de US$17.000 millones), la empresa de alimentos brasileña JBS-Friboi, la minera brasileña Vale, la siderúrgica brasileña Gerdau, el grupo mexicano Grupo Alfa, la aerolínea chilena LAN, la empresa brasileña de construcción Odebrech, la empresa de petróleo brasileña Petrobras, y la empresa de telecomunicaciones mexicana América Móvil. La única multilatina colombiana de la lista es Compañía Nacional de Chocolates y figura en la posición número 54.

 

Los datos de la Unctad muestran que en 2008 había 545 multinacionales en Sudamérica. De ellas, Brasil tenía 226 y le seguían Argentina con 106, Chile con 99 y Colombia luego con 71. Por eso no sorprende que en la clasificación de las 60 más grandes de América Economía, haya 25 multilatinas brasileñas y13 mexicanas. Sorprende en cambio la cantidad de chilenas (12) y lo reducido de la participación de las argentinas (3) y de las colombianas (1).

A pesar de su importancia, el acceso a información y a investigación sobre multilatinas es bastante limitado aún. La investigación en áreas como rentabilidad, transformación y procesos de internacionalización es incipiente y el hecho de que la inversión venga de países de economías en vía de desarrollo hace que los paradigmas y modelos de análisis tradicionales no sean necesariamente aplicables para entender el fenómeno.

En la academia hay relativamente pocos estudios de las Empresas Multinacionales de Mercados Emergentes (Emne), pero se está formando un consenso sobre las ventajas competitivas que les permitirán ampliar su internacionalización con altos niveles de empresarismo estratégico. Se dice que las Emne más fuertes serán las que aprovechen mejor su experiencia domestica, que muchas veces les ha enseñado a ser capaces de adaptarse rápidamente y a desarrollar la habilidad de improvisar y de sobreponerse a las situaciones más adversas.

Con todo, faltan muchas cosas por saber de las multilatinas. Álvaro Cuervo-Cazurra propone algunas preguntas sobre asuntos desconocidos. “Necesitamos entender mejor qué tipos de procesos de multinacionalización generan mayor rentabilidad”, dice.

Propone además que si bien entendemos cómo las multilatinas han comenzado su proceso de multinacionalización, no tenemos claridad sobre el proceso de transformación que les permite convertirse en grandes empresas multinacionales. “La mayoría de las multilatinas han comenzado su multinacionalización recientemente y operan en un número de países reducido. Muchas están en la delicada situación de que todavía dependen de su país de origen y tienen un tamaño mediano que las hace vulnerables y atractivas a ser adquiridas por multinacionales más grandes de países desarrollados”, explica. Por eso para que puedan conseguir mayor tamaño, se requiere que las condiciones de mercado se mantengan, pero además que los gerentes conserven la visión de expansión internacional.

Por último, considera que está más bien definido cómo los países de origen limitan la multinacionalización y éxito de las multilatinas, pero queda una tarea por hacer: “necesitamos entender mejor cómo resolver estas y otras limitaciones, por ejemplo la discriminación que los productos sufren por tener una indicación hecho en Latinoamérica”, afirma.

 

 

La autora es jefe del departamento de Negocios Internacionales de la Universidad EAFIT.