Más doctores, por favor

En su columna, Jorge Silva, Gerente General de Microsoft Colombia hace un llamado para que cada vez más colombianos sean unos verdaderos doctores.

31 de julio de 2009

Hace unos días hablé con una persona que es Doctor. Doctor de los de verdad, verdad. Se llama Alberto Gómez, Doctor en Educación Administrativa con énfasis en Educación Superior de la Universidad del Sur de Mississippi en Los Estados Unidos.

Alberto, le dije con un poco de curiosidad por conocer todo sobre el tema, ¿en Colombia sirve ser Doctor? Y me dejó de una sola pieza con su respuesta: “Supuestamente se dice que sirve ser Doctor, pero a mí no me ha servido de nada, solo ha sido un obstáculo”.

Un obstáculo, repetí, como si no hubiera entendido la palabra. Sí, en Colombia necesitamos Doctores, le dije, repitiendo la frase del Director de Colciencias. Pero Alberto insistía en lo que me decía desde el comienzo: “En realidad ser Doctor no me ha servido para nada, aunque en Colombia se dice que hacen falta Doctores”. “Vea, añadió, cuando uno va a buscar trabajo contestan que uno está sobre-calificado, y tampoco miran la trayectoria; si uno NO tiene palanca no lo tienen en cuenta”, sentenció.

Alberto es Doctor desde 1991. Tardó cinco años estudiando en Hattiesburg Miss para obtener el título. Además es químico de profesión, tiene varios master en Educación y ha sido fundador y rector de universidades. Hoy es profesor de Inglés.

Tal vez como Alberto hay muchos otros Doctores. En Colombia, según un estudio, se registraron 5.179 Doctores entre el 2000 y 2007, cifra muy lánguida para impulsar el potencial investigativo y la innovación en el país.

Es por eso que Juan Francisco Miranda, Director General del Departamento Administrativo de Ciencia Tecnología e Innovación, asegura que su misión no es solo incrementar la cifra de ciéntíficos y Doctores, sino además ampliar los escenarios de invetigación y trabajo científico.

Por esto mismo quiero destacar esta propuesta y este trabajo de Colciencias. Precisamente hace unos días se firmó una gran alianza con la empresa privada para echar andar un proyecto que busca fomentar la formación de expertos que guíen estos propósitos e incrementar el acceso a herramientas tecnológicas y a laboratorios de talla mundial.

“Este programa creado junto la empresa privada se convierte en uno de los más importantes del país, debido a que gracias a él, se abren infinidad de oportunidades para el desarrollo de una cultura científica, tecnológica e innovadora en Colombia”, aseguró el Director en un díalogo con varios expertos y empresarios.

Y lo que más me entusiasmó –como interesado en el mundo de la tecnología- fue el reconocimiento de los funcionarios de Colciencias al papel de las tecnologías de la información como el corazón para impulsar los procesos científicos, el mejoramiento de la productividad de los negocios y de los avances en todos los aspectos de la sociedad.

“Porque Colombia tiene que convertirser en un país de mejores oportunidades”, le oí decir al Director de Colciencias. Oportunidades que Alberto no ha tenido, por ser Doctor justamente. En la conversación que conmentaba le pregunté: ¿En el momento en que se hizo doctor era común?, ¿Colombia está o ha estado preparada para recibir Doctores? Y Alberto me contestó: “Yo estudié en Estados Unidos, allí es común ser Doctor. En Colombia para ser Doctor debe uno tener dinero o trabajar en una empresa que lo patrocine, porque es muy costoso un Doctorado en cualquier área. Se dice que Colombia está preparada para esto, pero por mi experiencia sólo ha sido un inconveniente”.

Esto seguro será la gran oportunidad para que los Doctores que tenemos no se vayan a buscar suerte a otro lado y vuelvan los que ya se fueron. “Es que muchos se van”, me dijo Alberto, el Doctor. “Conozco a varios y ellos han decidido regresar a Estados Unidos y otros a Europa. Los que se quedan tienen que asumir el costo de no desarrollar nada de lo que se aprendió”, concluyó

Es el momento entonces, de abrir más espacios. Más empresas comprometidas, más centros de investigación, más academia y más valor por la investigación y la ciencia. Para que personas como Alberto puedan desarrollar todo su potencial y no se le cierren puertas, como -dice él- es la realidad: “Cuando trabajé en Estados Unidos, con mostrar mi Diploma de Doctor se me abrieron muchas puertas, acá en Colombia se me cierran”.

Tal vez por eso no sorprenden la cifras arrojadas por un estudio de Ricyt. Colombia es el país que menos dotores produce. Según el análisis del 2000 al 2006 Colombia graduó 352 Doctores en distintas disciplinas. Pero países como Chile, 1.181; México 10.306 y Brasil 52.838.

Lo cierto es que la idea de que un país tenga Doctores no parecía importante hace un par de años, menos en uno como Colombia donde a todo el mundo se le dice Doctor. Hoy la historia es distinta. Más doctores, por favor.