La IPTV abre una nueva competencia en el sector de telecomunicaciones

2 de marzo de 2007

Los servicios de IPTV se presentan como la puerta de entrada de las telefónicas para competir en un segmento no tradicional para estas compañías: la televisión. Además de traducirse en una manera de ampliar la cartera de productos de estas empresas, expandiendo también las fuentes de ingresos de las mismas, la IPTV promete ser un factor que permitirá maximizar el uso de la infraestructura instalada de las telefónicas y fidelizar su base de usuarios. Sobre todo teniendo en cuenta que diversas variables, como la sustitución de los teléfonos fijos por el móvil y el avance de la competencia proveniente de la voz sobre IP (VoIP), están erosionando los ingresos de los servicios tradicionales de este tipo de compañías.


La IPTV supone ciertas características que la tornan un servicio atractivo. Posee algunos beneficios comerciales, como ser la posibilidad de que el usuario obtenga descuentos por suma de servicios contratados a un único proveedor (televisión, banda ancha y telefonía). Por otra parte, posee ciertas características interesantes en el servicio, como por ejemplo aplicaciones de interactividad, la posibilidad de navegar por Internet mientras se ve simultáneamente un programa, la alternativa de adelantar, detener o retrasar el programa que se está observando, de grabar contenidos para verlos cuando uno desee, etc.


No obstante, Signals señala que los servicios de IPTV aún no han sido iniciados comercialmente en América latina y debe destacarse que los operadores de cable están alcanzando las mismas ofertas empaquetadas de servicios, aún antes de que las telefónicas puedan lograrlo sin la necesidad de asociarse a un proveedor de TV paga.

 

En cuanto a las ventajas del servicio de IPTV frente a la TV paga convencional, Signals observa que estas se están reduciendo con las innovaciones tecnológicas adquiridas por los cableoperadores. Por lo tanto, cuando IPTV sea lanzada comercialmente no será un servicio innovador, lo que reducirá el impacto de IPTV en el sector de TV paga.
Además, las velocidades de conexión ofrecidas actualmente por los proveedores de banda ancha no son suficientes para un servicio con varios canales simultáneamente, señales de alta definición (HDTV) y buen ancho de banda remanente para navegar en Internet. La mayor parte de los usuarios latinoamericanos poseen conexiones de 256 Kbps, 512 Kbps o 1Mbps. Las máximas conexiones en la región son de 8Mbps y 10Mbps, pero aún no son suficientes para una oferta competitiva de IPTV.


Ciertamente la IPTV no será un servicio con la adopción masiva de, por ejemplo, la telefonía móvil y para determinar la potencialidad del servicio deben analizarse algunos factores. Por ejemplo, debemos tener en cuenta que América latina no posee los niveles de ingresos de otras regiones del mundo, como Europa y Japón, donde la IPTV ha tenido un buen desarrollo.

 

Además, los servicios de televisión paga en la región no poseen una penetración muy elevada, en parte por las altas tarifas del servicio. Por lo tanto, el universo de clientes potenciales de IPTV se reduce fundamentalmente a las clases sociales de mayores rentas y a clientes de TV paga que estén dispuestos a migrar al nuevo servicio. Otras de las barreras para el desarrollo de IPTV es la baja cantidad de conexiones ya que el total de conexiones en América latina no supera los 12,5 millones.

 

El mercado más desarrollado (Chile) posee una penetración que ronda el 5% y la mayor parte de los países posee un índice que no supera el 2%. Naciones como Paraguay, Bolivia, Ecuador o Guatemala poseen incluso una penetración de banda ancha por debajo del 0,5%.

Signals entiende que la única posibilidad de que estos servicios sean contratados por parte de clientes que no poseen las mayores rentas sería una oferta reducida de canales elegidos por el usuario. En ese caso, tal como ofrece PCCW Hong Kong -que con más de 610.000 abonados es uno de los mayores proveedores de IPTV del mundo- los suscriptores podrán armar su propia programación, compuesta de un número reducido de señales con un valor determinado para cada canal.

De todas maneras, la tendencia de las telefónicas de la región apunta más hacia una oferta de una grilla prefijada de canales, emulando a los tradicionales servicios de TV paga, para poder competir en igualdad de condiciones con estos operadores. La posibilidad de que los servicios de IPTV sean extendidos a las clases de menores recursos se torna aún más remota si tomamos en cuenta los costos que conllevaría adecuar las redes en zonas que no prometen un retorno acorde de las inversiones.

El éxito de IPTV en América latina dependerá fundamentalmente de tres factores: que el servicio resulte atractivo, explotando todos sus beneficios técnicos aprovechando la interacción entre televisión, Internet y telefonía (para esto será necesario que el producto sea ofrecido como parte de una oferta empaquetada de servicios). En segundo término que pueda ofrecer contenidos exclusivos que marquen una diferencia con los otros proveedores, en este caso puede tratarse de contenidos de la ciudad a la cual pertenece el abonado o derechos de transmisión exclusiva, como puede ser campeonatos locales o nacionales de fútbol. Y como tercer requisito, un rango de tarifas competitivas frente a las otras alternativas presentes en el mercado (CATV, TV Digital, DTH).

Si bien aún no se han visto ofertas comerciales de IPTV en la región, en gran parte de los países las telefónicas han iniciado pruebas de estos servicios con miras a un próximo lanzamiento. Podemos citar el caso de las tres incumbentes de telefonía fija en Brasil (Telemar, Telefónica y Brasil Telecom), Telecom Argentina, Antel en Uruguay, Telmex en México, ETB en Colombia, CANTV en Venezuela, Telsur en Chile y los proyectos regionales del Grupo Telefónica en Argentina, Brasil, Chile y Perú.
*Diego Bubillo es analista de Signals Telecom Consulting. Con más de tres años de experiencia, Bubillo se ha posicionado como uno de los principales expertos de IPTV, VoIP y la expansión de los servicios de banda ancha en América latina como catalíticos en la oferta y adopción de ofertas de servicios de telecomunicaciones integrados o de “triple play”.