La hora de la tecnología verde

Jorge Silva, Gerente General de Microsoft Colombia, escribe para Dinero.com sobre la importancia de fomentar la conciencia de ahorrar, a como de lugar, energía.

Dinero
31 de marzo de 2009

Cuando uno está en el colegio le enseñan que el mundo está cubierto por más agua que por tierra. Y nos enseñan que la proporción es 70% agua y 30% tierra firme.

Pero esa teoría la controvierten algunos expertos ambientalistas. Ellos aseguran que la tierra es un planeta apenas mojado y que su mayoría lo es de agua salada. El cálculo es 97,5% agua de los mares; el restante 2,5% agua dulce, casi toda congelada en los polos. El agua congelada y de glaciales representa el 69,7% de agua dulce, el 30% es el agua subterránea y solo el 0,3% es agua dulce de ríos y lagos.

Esas son las cifras más alentadoras, si no mencionamos que las "fábricas del agua" –es decir los ecosistemas- se destruyen diariamente y la escasez aumenta. Los bosques y las selvas se deterioran y traen como consecuencia cambios climáticos y alteraciones en la temperatura de la tierra.

Por eso los analistas advierten que para que salga agua suficiente y de calidad por los grifos se necesitan ecosistemas sanos, ecosistemas suficientes y de calidad, con toda su biodiversidad. Y eso es muy serio. Pues somos más de 6.000 millones de personas habitando el mundo y todas con necesidad de agua. Un informe ambiental asegura que a nivel mundial se dispone de 12.500 a 14.000 millones de metros cúbicos de agua (12.500 a 14.000 kilómetros cúbicos) por año para uso humano. Esto representa unos 9.000 metros cúbicos por persona al año, según se estimó en 1989.

El mismo informe dice que para el año 2025, la disponibilidad global de agua dulce per cápita descenderá a 5.100 metros cúbicos por persona al año al sumarse otros 2.000 millones de habitantes a la población del mundo.

Aún para esa fecha es posible que esta cantidad sea suficiente para satisfacer las necesidades humanas. Pero con una salvedad: si el agua estuviera distribuida por igual entre todos los habitantes del mundo.

Ante este panorama, existe no solo una necesidad de generar estrategias para fomentar la conciencia del uso y la conservación del agua, si no, sobretodo, una obligación. Entonces las empresas están en el compromiso de aportar con herramientas que impacten positivamente el ambiente y se vuelvan prioritarias y comunes a todos los seres humanos.

¿Qué tipo de herramientas? Bueno, desde la tecnología se puede hacer mucho. Se le llama tecnología verde.

Un par de ejemplos: Las nuevas características de Windows Vista en la administración de energía han significado en América Latina, un ahorro de energía equivalente a 140.000 autos menos en las calles, lo que significa una contribución importante en la reducción de CO2 (Dióxido de Carbono) en el medio ambiente.

Un estudio de Microsoft estimó que los ahorros energéticos de una computadora con Windows Vista pueden llegar a significar 760 kWh (kilovatio-hora)(1) anuales, lo que representaría una reducción en emisiones de CO2 de 1,178 libras por computadora.

Para una compañía con un promedio de 1.000 computadoras en su red, los ahorros alcanzarían hasta 70 mil dólares y una reducción anual de un millón 178.220 libras de CO2.

Este sistema operativo cuenta con más de 35 configuraciones de ahorro de energía, que provee a usuarios y organizaciones características que permiten maximizar una configuración eficiente y cambiar entre planes de energía personalizables.

Hay más ejemplos. En la pasada feria del CES en Las Vegas, la más grande sobre tecnología, se vio el interés de este sector por desarrollar más y mejores productos que permitan preservar el medio ambiente y aportar a las condiciones de calidad de vida de los individuos.

Se exhibieron radios alimentados por energía motriz de la empresa británica Freeplay Energy, baterías de hidrógeno de la compañía norteamericana Millennium, portátiles construidos con bioplásticos derivados del maíz de los japoneses (Fujitsu), celulares y computadores personales cargándose al sol, baterías fabricadas con glucosa, televisores planos inteligentes con una capacidad de ahorro del 50% de consumo y mucho más porque más de 150 compañías tecnológicas de todo el mundo están comprometidas con la causa Compra verde, ahorra verde.

Es decir pura tecnología ecológica. Y más ejemplos, porque es importante mostrar al mundo cómo la tecnología está en las grandes trasformaciones y con las grandes causas. HP Compaq, que también se unió, presentó los DC5800 y DC7800, con discos de estado sólido SSD que hacen al equipo el 85% más eficiente en el consumo de energía. Lenovo lanzó su apuesta ecológica con el ThinkCentre A61e, construido al 90% con materiales reciclables y la posibilidad de cargar la batería a través de un panel solar. Y Dell mostró su línea OptiPlex 755 como la más eficiente del mercado en consumo de energía, el 80% menos que otros modelos del mercado.

Para llegar a estos productos “verdes” las empresas invierten millonarias sumas en desarrollo e investigación. Se trata de una apuesta importante, pues según los datos que recibimos de la industria, este sector mueve más de 110 millones millones de euros al año en todo el mundo.

Todo esto, finalmente, para invitar a todo el mundo a apagar la luz el próximo 28 de marzo que se celebra “La Hora del Planeta”. Que sea una hora para darle luz al resto de los días que nos quedan y que le quedan a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.
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[1] Los cálculos están basados en ahorros de energía anuales en kilovatios-hora al usar la función “Sleep” de Windows Vista versus dejar la PC en actividad constante.