Juego limpio para proteger la propiedad intelectual

Sabe quiénes son Joop Sinjou, Alan Turing o Doug Engelbart. ¿Ni idea? Poca gente comenta de ellos. Columna de Jorge Silva Luján, Gerente de Microsoft Colombia.

Dinero
10 de marzo de 2009

Sabe quiénes son Johannes Gutemberg y Graham Bell? Durante muchos años el mundo se la ha pasado hablando de ellos por sus innovaciones: la imprenta y el Teléfono; sin embargo esto es una total certeza en el caso de Bell más no para el de Guetemberg.

En Europa muchas opiniones apuntaban a que fue el Alemán Gutemberg el que creó la tipografía. Pero como nada lo certificaba aparecieron otros a disputar la gloria del llamado "Padre de la Imprenta". Por ejemplo el alemán Mentelin, impresor de Estrasburgo; el italiano Pánfilo Castaldi, médico y después tipógrafo y Lorenzo de Coster, de Haarlem, (Países Bajos). Tanto Mentelin como Castaldi perdieron el pleito sobre la autoridad del invento.

Solo una circunstancia ha podido darle el crédito al alemán sobre esta creación. Una edición del año 1502 impresa por Juan Schoöeffer, sucesor de la imprenta que en el pasado le perteneció a Gutenberg, dice: “Este libro ha sido impreso en Maguncia, ciudad donde el arte admirable de la tipografía fue inventado en 1450 por el ingenioso Johannes Gutenberg y luego perfeccionado a costa y por obra de Johann Fust y de Peter Schöeffer... entre otros”.

Bell, en cambio, patentó su invento el 7 de marzo de 1876. El aparato –es decir el teléfono- fue presentado en la Exposición del Centenario, en Filadelfia, el mismo año, y causó sensación entre los que fueron capaces de apreciar su importancia. Y desde entonces ha gozado de todos los créditos.

Pues Joop Sinjou, Alan Turing y Doug Engelbart también son inventores. Los de esta época moderna o digital, desconocidos como muchos otros inventores de hoy día. Sinjou inventó el Compact Disc, Turing fue el creador de la primera máquina de cómputo Engelbart es el inventor del “mouse”. Grandes ideas y grandes innovaciones que han permitido la evolución del mundo de la tecnología.
Y esta evolución ha sido posible por una razón, el derecho a la propiedad intelectual. Si sus creaciones no hubieran contado con la debida protección de la propiedad intelectual aún se estaría utilizando el cassette, la máquina de escribir y el famoso ratón solo sería ese animal que asusta a las señoras.

Hoy en día muchos factores han incrementado la importancia de la Propiedad Intelectual: un mercado mundial cada vez más globalizado que se rige por las tendencias comerciales, económicas y políticas; las constantes invenciones tecnológicas que originan ventajas competitivas y la necesidad imperante de las empresas por proteger sus activos intangibles.

Así que el cumplimiento de la Propiedad Intelectual genera beneficios para todos aquellos que de alguna manera están relacionados con la creación y la invención. La cadena es larga por fortuna: el inventor en primera instancia, los que contribuyen a perfeccionar una idea, el comercializador, el distribuidor, el vendedor, en fin, todo el que se relacione con el ofrecimiento y adquisición del producto en el mercado.

En el caso de la tecnología el caso es igual. Y es importante hablar de este segmento de la economía, pues sin ciencia y tecnología un país estará condenado a vivir en el subdesarrollo. Por fortuna hoy ya Colombia cuenta con una Ley que busca empujar la ciencia, la investigación y la tecnología; sin embargo, el reto, de ahora en adelante, es lograr que se destinen más y mejores recursos del PIB a este sector para que se consolide de una vez por todas un ambiente de desarrollo bajo el amparo de la tecnología, de ciencia y de cultura científica.

El valor de un software crece cuando existe una constante inversión en la investigación y desarrollo, promoviendo la productividad de las empresas y el progreso económico del país.

Así pues, tanto distribuidores como gobierno y usuario final deben ser participes activos en el respeto de la propiedad intelectual y el uso de software original para propiciar un ambiente de legalidad basado en valores y ganarle la batalla a la piratería.
En Colombia hemos avanzado mucho en este terreno. El gobierno a través de la Dirección de Propiedad Intelectual, la Fiscalía con su Unidad Nacional de Delitos contra la Propiedad Intelectual, la policía Nacional con el Grupo de Delitos informáticos de la Dijin y otras entidades más, se han unido para combatir de manera directa a las bandas piratas que, a decir del Fiscal, son tan peligrosas y dañinas como las del narcotráfico, las del secuestro o las que lavan dineros ilícitos.

Para apoyar este trabajo, la empresa privada debe poner su cuota. Es por eso que algunas compañías productoras de software quieres impulsar estos esfuerzos de gobiernos y autoridades en su lucha por reducir los índices de piratería en sus regiones para darle oportunidad a los desarrollos locales y el crecimiento económico de los países.

De acuerdo con el último estudio de International Data Corporation (IDC) y Business Software Alliance (BSA) del último año, la tasa de piratería de software en Colombia se redujo un punto (de 59% a 58%) pero las pérdidas económicas por piratería aumentaron de US$111 millones a US$127 millones en el último año.

Además reveló que la tasa de piratería de software en Latinoamérica bajó de 68% en 2005 a 66% en el 2006; sin embargo ha originando pérdidas por más de más de US$3.000 millones a la industria tecnológica.

Por esto, iniciativas como la de poner a disposición de las autoridades un Laboratorio Forense que permita analizar los diferentes esquemas de piratería de software, la calidad del software falsificado en Latinoamérica, determinar qué características de seguridad han sido falsificadas y cómo lo han hecho es un gran aporte como herramienta de investigación. Además el Laboratorio provee inteligencia en situaciones de abuso de licencias, hurtos de productos, investigaciones criminales, acciones legales judiciales y contrabando.

También identifica cuáles son los títulos de software mas falsificados en el mercado. Esta información también es utilizada por las empresas desarrolladoras de software para mejorar las características de seguridad contra la piratería de sus productos.

En fin, la idea es ser legales, jugarle limpio a la economía de los países, respetar las creaciones y las ideas que permiten la investigación y la evolución de las tecnologías. Se trata de valorar lo que han hecho por la humanidad personas como Bell, Gutemberg, Joop Sinjou, Alan Turing y Doug Engelbart. Sin ellos sus invenciones tal vez no tendríamos la calidad de vida que hoy tenemos.