Opinión Online

Internacionalización de las empresas colombianas: más allá de las exportaciones

Formas diferentes en las que las firmas nacionales pueden entrar a nuevos mercados en el exterior. La opinión de Cristina Robledo, profesora del Departamento de Negocios Internacionales. Universidad Eafit.

Dinero
9 de abril de 2011

Acerca de la internacionalización de las empresas colombianas, podría decirse que es un proceso en el que, paso a paso, se ha ido construyendo la inserción de éstas en los mercados globales. Es más, cabe afirmar que en la actualidad existen compañías multinacionales/multinacionales de origen colombiano que se desempeñan exitosamente como jugadores regionales o, incluso, globales.

El análisis de los orígenes de dicho proceso incluye referencias a la apertura económica iniciada en la década de los 1990, al modelo de sustitución de importaciones implementado después de la Segunda Guerra Mundial, y en algunos casos se remonta hasta descubrimiento de América.

Sin desconocer la importancia filosófica, económica y práctica de estudiar la internacionalización de las empresas colombianas desde una perspectiva histórica, sería relevante hoy considerar el tipo de estrategias utilizadas para lograr la inserción en los mercados globales.

Por mucho tiempo, hablar de internacionalización y/o negocios internacionales ha estado directamente relacionada con dos estrategias extremas: las exportaciones y la Inversión Extranjera Directa (IED). En un extremo, se encuentran las exportaciones como un modo de ingreso de relativo bajo costo y bajo riesgo; en el otro, aparece la IED como una estrategia con grandes requerimientos de capital y altísimo riesgo.

Dado el número reducido de empresas colombianas que pueden optar por ésta última estrategia, exportar aparece para la gran mayoría, como el primer paso indispensable para ingresar a nuevos mercados, o peor aún, como el único camino.

Si bien es cierto y afortunado que los esfuerzos gubernamentales e institucionales dedicados a promover las exportaciones colombianas han logrado, gracias a un coordinado trabajo, la formación de lo que podría llamarse hoy “cultura exportadora”, también es cierto que es necesario y conveniente dejar a un lado la autocomplacencia para reconocer que cuando se trata de considerar otras estrategias o modos de ingreso a los mercados internacionales, la tarea está aún por hacer.

Exportar definitivamente no es para todo el mundo. Es una actividad que requiere inversiones, riesgos y en ocasiones una gran carga operativa para las empresas. Para muchas es difícil o imposible, debido a su tamaño o al tipo de actividades a las cuales se dedican. Cabe preguntarse: ¿cómo financiar la producción que se va a exportar si no se cuenta con los recursos financieros o la capacidad de crédito necesaria? Aún cuando exista la disponibilidad financiera, es inevitable reconocer que algunos productos por su calidad perecedera, por su precio, o incluso por su peso, no son sujetos viables de ser exportados. Es aquí entonces cuando surge la necesidad de revisar y considerar otras estrategias que permitan a un mayor número de empresas colombianas, acceder a los mercados externos.

Otras estrategias para entrar a nuevos mercados
¿Existen otros caminos para que las empresas colombianas se beneficien de los mercados internacionales?

Para una empresa nacional con aspiraciones internacionales, cuando se habla de estrategias de internacionalización, específicamente de modos de ingreso, existen alternativas como:

· Franquicias: consisten básicamente en la transferencia de un modelo de negocios a un socio local en el mercado destino, mediante un contrato que incluye numerosas restricciones con el fin de proteger al propietario de dicho modelo. El socio local podrá replicarlo y explotarlo pagando en contraprestación unas regalías.

· Licencias: permiten otorgar a un tercero el derecho de uso sobre un derecho de propiedad intelectual. Es decir, el licenciado puede usar un derecho intelectual previamente registrado por el licenciante, bien sea este una marca, una patente, un diseño, un secreto industrial, entre otros. En contraprestación, al igual que en el caso de las franquicias, el licenciado pagará unas regalías.

· Alianzas estratégicas: dentro de este tipo de estrategias existen dos modalidades según involucren inversiones de capital o no. Cuando la alianza implica una adquisición parcial de otra compañía en el exterior, generalmente se habla de una operación de Inversión Extranjera, la cual requiere mayores recursos que una operación de exportaciones. Bajo la segunda modalidad, se habla de acuerdos contractuales que permiten a dos compañías compartir ciertos recursos (conocimientos, capacidades, acceso a canales de distribución, etc.) con el fin de generar sinergias y beneficios para ambas.

Bien vale la pena explorar estas alternativas con miras a la internacionalización. No se trata de calificar la actividad exportadora como buena o mala en sí misma; sino de reconocer la existencia de diversas alternativas que permiten a las empresas colombianas, de acuerdo con sus capacidades y recursos, acceder a nuevos mercados, logrando una combinación de riesgo e inversión que se adecúe a sus posibilidades. Además, más allá de la simple selección de una de las estrategias mencionadas, existe un gran número de combinaciones posibles mediante las cuales cada empresa puede construir su propio modelo de internacionalización.