Día mundial de la Propiedad Intelectual

27 de abril de 2007

La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), junto con sus países miembros, celebró el pasado 26 de abril el séptimo año del día mundial de la Propiedad Intelectual (PI). La fecha corresponde al día en que entró en vigor el convenio que establece la OMPI. El lema de este año fue “fomentar la creatividad”, con lo cual se buscó fomentar la reflexión sobre la relación entre PI y la creatividad, como también lo que esta implica para el desarrollo económico y calidad de vida de todos nosotros.

 

El 23 de abril fue escogido por la UNESCO en 1995 como el día mundial del libro y de los derechos de autor por cuanto en ese mismo día fallecieron Garcilaso de la Vega, Cervantes y Shakespeare.

La creatividad, al igual que la imaginación, no tiene límites, y si algo caracteriza a los latinoamericanos y claro a los colombianos, es la creatividad. El desafió se presenta en transformar dicha creatividad en conocimiento que genere innovación tecnológica para producir y ofrecer servicios legales con más calidad, de manera más rápida, segura, productiva y competitiva. La PI precisamente lo que busca es incentivar y proteger ese ciclo de innovación mediante herramientas legales que reconozcan la inversión en investigación y desarrollo que desarrollan nuevas técnicas.

La propiedad intelectual está presente en todos los aspectos de nuestras actividades cotidianas: las invenciones, las obras literarias y artísticas, los símbolos, los nombres, las imágenes y los dibujos y modelos utilizados en el comercio. La tecnología y la innovación transforman nuestra vida.

 

Todos los productos alimenticios tienen una marca y un empaque en donde se preservan son invenciones patentadas. La cuchilla de afeitar, un IPOD, (han vendido mas de 100 millones), un blackberry, un celular (2.6 billones en uso), el repuesto de automóvil, un computador y los microprocesadores contienen patentes. El diseño, la apariencia y textura de los juguetes de los niños contienen dibujos y modelos industriales. Una canción, una película de cine o en DVD, las telenovelas favoritas, el libro de cabecera, la revista en la sala de espera del medico, el periódico, Windows Vista, Google, You Tube, Yahoo, Hotmail, Juan Valdez, las paginas de Internet o cualquier programa que utilice en el computador son derechos de autor y marcas, es decir derechos de propiedad intelectual. Se imaginan qué seria de Gabo, Juanes, Fonseca, Shakira, Carlos Vives, Lucho Bermúdez y Rafael Escalona, por nombrar algunos sin derechos de autor. ¿Cómo sería un mundo digital en donde realizamos transacciones y contratos electrónicos sin la propiedad intelectual?

El sistema mundial de los derechos de propiedad intelectual (DPI) está adaptándose a una sociedad del conocimiento e información, apoyada en una economía globalizada que exige adoptar y proteger los avances de la tecnología en una marco legal consecuente y útil para facilitar los negocios y la vida de todos los ciudadanos.

 

No sorprende que los tratados de libre comercio generen grandes discusiones, complejas negociaciones y controversias en sus capítulos de propiedad intelectual pues cada día es más evidente que el desarrollo económico y prosperidad de las naciones esta más ligado a su capacidad de invertir en ciencia y tecnología para crear, innovar, y transferir conocimiento, como también en la protección que ejerza sobre los DPI. La capacidad de absorber, evaluar y adoptar ideas en los países es fundamental para insertarse en la economía mundial y competir en las mejores condiciones.

Un reciente estudio de la Internacional Intellectual Property Alliance (IIPA) estima que la industria de los derechos de autor (aquella que se dedica a producir o distribuir materiales con derechos de autor), equivale a casi 820 billones de dólares, el 6.5% del PIB de USA. Esta industria representó el 12.96% del PIB de USA. Un testimonio particular lo ofrece Google tal y como lo informara la agencia EFE y el Tiempo.com, pues de acuerdo a la valoración realizada por la consultora Millward Brown, la marca Google, registrada en 1997, es la más cara del mundo al ser valorada en 66,343 millones de dólares, por encima de General Electric, Microsoft, Coca-Cola, McDonald's o BMW.

Esta realidad obliga a las pequeñas y medianas empresas (PYME) a ser el motor de la innovación. Para tales efectos, las PYMES tiene utilizar y ampliar el inventario de activos intangibles, es decir en PI. Prácticamente todos los días, las PYMES generan para el mercado nuevos productos, marcas y dibujos y modelos creativos que son el resultado de una innovación y creatividad continuas, y que requieren de la protección de la PI. De lo contrario la competencia puede aprovecharse y comercializar el producto o servicio a un precio inferior y sin tener que compensar económicamente al inventor. Por lo mismo, utilizar la PI es una de las estrategias comerciales más eficaces de cualquier PYME en cualquier parte del mundo.

Por todo lo anterior, se requiere mayor inversión en ciencia y tecnología (actualmente 0.6% del PIB) para facilitar la investigación e innovación. De igual manera, no compremos productos y servicios de la piratería y la falsificación pues destruyen país y la creatividad, ponen en peligro nuestra salud, generan desempleo, facilitan la evasión de impuestos y financian organizaciones criminales.

* MPA – Consultor para Latinoamérica y el Caribe del International Intellectual Property Institute (IIPI).