Cómo convertirse en dinastía. Valores y virtudes de los empresarios familiares

Dinero
20 de febrero de 2009

A menudo, las familias empresarias ven con sorpresa que muchos de sus problemas familiares tienen su origen en la poca reflexión que se le ha brindado a temas relevantes que hacen la diferencia en el momento de alcanzar la felicidad plena, como lo son los valores y principios familiares.

Para comenzar, debemos considerar que los valores familiares son precisamente eso, “familiares” y no de unos cuantos de sus miembros. Es de vital importancia invitar a representantes de todas las generaciones a participar en el proceso, en lo posible se debería contar con la participación de todos. Incluso, se le debe pedir a los más jóvenes que comiencen a identificar los valores de su familia. Ante esta solicitud muchas veces las personas tienen dificultad, debido a que no es una tarea fácil conceptualizar las vivencias diarias. Razón por la cual se debe iniciar por recordar aquellas frases que les decían sus padres en el momento de transmitir una enseñanza para que nunca se les olvidara y que representan realmente los valores aprendidos. A parte de ser una tarea muy divertida se empieza a profundizar en lo más hondo de sus creencias, a continuación se mencionan algunos ejemplos que pueden ayudar en la tarea:

· “Al que madruga Dios le ayuda”: esto refleja laboriosidad y fe en la familia.
· “Haz el bien y no mires a quien”: honestidad y justicia.
· “La empresa es de todos y no de uno”: refleja el valor de la colectividad.
· “Todo hombre consigue lo que quiere”: nos deja pensar sobre el valor de la perseverancia.

Como se puede observar, en las frases tradicionales de los padres, encontramos el tesoro más valioso de una familia: sus valores. Pero no sólo nos debemos concentrar en los actuales que ya están arraigados o deben ser trabajados, también existen otros que se deben incorporar para llegar a ser dinastías familiares. La pregunta correcta para descubrir nuestras falencias es:

“¿Que valores y virtudes nos hacen falta para llegar a ser una Dinastía?”

Después de reconocer los errores e identificar los valores que los complementan como familia, el siguiente punto es definirlos, pues no todas las personas los entienden de la misma forma. Una vez definidos se puede continuar con el desarrollo de una visión familiar, para lo cual hay que tener en cuenta que existe un conjunto pequeño de valores con una marcada importancia en los que la familia debe comprometer todas sus energías y recursos, los cuales son parte fundamental para la elaboración de la visión. Estos son los valores nucleares, los cuales responden a la pregunta: ¿Cuáles son los pilares que guiarán nuestra conducta para alcanzar nuestra visión familiar con éxito? Empecemos por definir es una visión familiar.

La Visión Familiar
La visión es un concepto muy cercano para nosotros como personas, pues siempre tenemos una visión en nuestra mente, de lo contrario sentiríamos que no vale la pena vivir. La visión familiar es una herramienta poderosa que impulsa a todos sus miembros a alcanzarla, y no sólo es útil en el caso de las familias empresarias, es un elemento enriquecedor en la vida cotidiana de cualquier familia, en especial cuando la rutina es agobiante y puede dejar en las personas un sentimiento de vivir una “vida vacía”.

Aunque los seres humanos vivimos siempre de tener una visión de un futuro mejor, muy pocas familias toman la decisión y la proactividad de construir una visión familiar, debido a que la prioridad en nuestras vidas es el entorno laboral, sin pensar que lo más importante en nuestras vidas son nuestras familias, esas personas que quedan relegadas a un segundo plano son quienes nos acompañan desde nuestro nacimiento hasta la muerte, en las buenas y en las malas.

Uno de los requisitos para alcanzar la continuidad de la empresa familiar es tener o desarrollar una filosofía y valores comunes, y una visión de futuro compartida, basada en la experiencia del pasado y la ilusión en el futuro .

Desde un punto de vista práctico, la visión se formula imaginando el punto ideal, lo que debe ser en el futuro la familia. Debe ponerse por escrito para poder transmitirlo y que sea recordado a cada momento por el resto de integrantes. Pero la visión no debe ser aceptada como un mandato ni tampoco debe ser repetida mecánicamente; la visión debe ser comprendida y compartida, razón por la cual se construye en consenso. Una vez definida la visión, todas las acciones deben apuntar hacia ésta.

La visión no debe ser un sueño inalcanzable, debe surgir de la realidad actual, debe ser retadora e inspirar pues es el principal promotor de ideales y triunfos de la familia empresaria en un tiempo determinado. De la claridad y lo aterrizada que sea la visión depende que toda la familia se esfuerce por cumplirla o desista incluso antes de comenzar.

La mejor visión es la que surge de los factores diferenciales de la familia, de sus competencias, sus valores y no de sus sueños, preparando a las personas para el futuro pero haciendo mérito al pasado. Es la visión la que le da sentido a la familia, su patrimonio y sus empresas, así mismo ayuda a alinear las fuerzas de todos los integrantes en momentos de gran dificultad y volatilidad.

Partiendo del hecho de la enorme importancia que tiene MI familia en MI vida, debemos construir un futuro con ellos y responder a la pregunta:

¿Qué tipo de familia deseamos tener?

Tómese un minuto para responder… ¿Qué tipo de familia deseo tener? Y escriba su respuesta en un papel.

Una respuesta profunda y sincera le mostrará un panorama distinto. Debemos creer realmente en la fuerza que tiene la visión pues este es el elemento fundamental, el primer paso para construir una Dinastía.

 
 
Profesor Área Política de Empresa, INALDE - Universidad de La Sabana Consultor Senior Family Council Consulting International Group