Cambios en los entornos familiares y patrimoniales. Su impacto en las empresas familiares

Dinero
5 de febrero de 2009

En el artículo anterior “La empresa familiar actual frente a los cambios del entorno y la dirección”, se resaltaba que, ante estos cambios, las empresas familiares se enfrentan ante el reto de lograr un adecuado estilo de dirección conservando su unidad familiar.

En línea con lo anterior, este artículo se enfocará en los cambios que se han presentado en los entornos familiares y patrimoniales, los cuales impactan considerablemente a las empresas familiares actuales. ¿Cuáles son estos cambios? ¿Cuál es el impacto sobre las empresas familiares?

A nivel familiar , se presentan cambios sustanciales en la esencia del núcleo familiar que se manifiestan en una menor dependencia de los hijos, una mejor preparación de los herederos, la incorporación de la mujer en el trabajo, una fuerte crisis de valores y principios, la extensión del ciclo de vida de los padres y el manejo familiar de la propiedad. En cuanto a las relaciones padre-hijo, se observa una menor dependencia de los hijos, quienes se alejan de sus hogares a edades cada vez más tempranas.

Se presenta también una mejor preparación de los herederos gracias a las diversas posibilidades de capacitación que ofrece el entorno; como consecuencia se tienen hijos mejor preparados, pero no necesariamente con mejores oportunidades laborales, ya que se presenta dificultad para ubicarse en los puesto de trabajo, lo cual motiva a los padres a emplearlos dentro de sus propias empresas para facilitarles el camino.

La presencia de estos hijos con excelente formación dentro de la empresa genera complicaciones en ciertos sectores en donde el padre, quien fundó su empresa siendo un autodidacta, empieza a enfrentarse con las sugerencias profesionales de su hijo que al no llegar a acuerdos, termina retirándose de la empresa y buscando opciones en multinacionales.

La incorporación de la mujer en el trabajo, ha constituido otro factor de cambio a nivel familiar. En tiempos pasados, las mujeres se dedicaban, exclusivamente, a la transmisión de valores y a la educación de los hijos en el hogar. Hoy en día la mujer, por su propia formación profesional ha incursionado en el campo laboral, dejando la educación de los hijos en manos del personal de servicio y apoyo. Esta situación se convierte en una problemática familiar que ha llevado a numerosas separaciones en las familias, continuando con la creciente tendencia “DINK” (Double Income Not Kids), parejas que reciben doble ingreso con la intención de no tener hijos, pero que el tenerlos significa una frustración especialmente para la mujer, que termina dejando su trabajo y esto ocasiona frecuentes conflictos en la pareja que finaliza en su separación. La tendencia creciente de divorcio de parejas jóvenes traen cambios en las estructuras familiares generando la “Cultura del padrastro o madrastra” dentro las empresa familiares, cuestión no relevante en el siglo pasado, hoy en día se convierte en una de las causas que afectan la estabilidad de las futuras generaciones.

En el aspecto ético existe una tendencia a nivel familiar, en cuanto a la falta de valores y virtudes ocasionada por una libertad mal entendida que se ve reflejada en algunas empresas como fuente de la ruptura de las relaciones familiares, lo cual fomenta la desunión con la formación de parcelas familiares, con consecuencias inmediatas en la dirección y posteriormente en el patrimonio.

También en los cambios a nivel familiar, es importante destacar la extensión del ciclo de vida de los padres como un cambio fundamental. Hace unos años, el promedio de vida esperado era de 65 años; actualmente el promedio de vida llega a los 71 años. Este aumento en el ciclo vital trae como consecuencia que el fundador permanezca por más tiempo en las labores diarias de la empresa, los fundadores quieren sentirse útiles por mucho más tiempo, quieren sentir que no han perdido su poder e influencia, y esto incrementa los conflictos al interior de las empresas familiares cuando se quiere iniciar un proceso de sucesión y de transformación.

En cuanto al tema patrimonial, el manejo de la propiedad, se ha considerado como otro cambio a nivel familiar. Años atrás, el tema de la propiedad era vetado y oculto, no se trataba en familia, era un tema privado por parte de los fundadores. Hoy en día, este aspecto ha tenido un cambio radical, debido al alcance de diferentes mecanismos a los que pueden acceder los miembros de la familia para el manejo de la propiedad como son los testamentos abiertos, los testamentos cerrados, los mecanismos de planeación, la creación de fideicomisos (trust) y las fundaciones de interés privadas. Este solo cambio ha generado inclusive, una mejor planeación para evitar las destrucción del patrimonio por parte de los herederos que no desean formarse adecuadamente o que presentan problemas de carácter.

En las últimas décadas, se han observado como existen cambios profundos no solamente a nivel de la dirección de las empresas sino también en la familia y en el manejo de la propiedad. Aunque el reto es grande en los aspectos patrimoniales y de la dirección, es mucho mayor desde el punto de vista familiar, porque el hecho de ser empresa familiar implica contar con una familia que puede verse afectada por la pérdida de su unidad y armonía debido a la cantidad de amenazas que existen en el entorno.

Por lo tanto, el contar con una visión familiar compartida y práctica entre los miembros de la familia, con la cual, día a día se construya un legado familiar para las futuras generaciones; es el camino más adecuado para enfrentarse a los cambios que se presentan en la familia y en el patrimonio; cambios que no podrán ser controlados pero sí asumidos de la mejor forma en pro de la continuidad de la empresa y de la unidad y armonía familiar.


* Profesor Área Política de Empresa, INALDE - Universidad de La Sabana Consultor Senior Family Council Consulting International Group