MARIA ALEJANDRA GONZALEZ-PEREZ

Un código personal para la creatividad y las ideas grandiosas

Establecer un código personal creativo es una plataforma para generar ideas, y no depender de la ideación accidental.

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
9 de julio de 2017

Es conocido que los artistas, emprendedores y científicos comúnmente comparten el atributo de ser creativos. Las organizaciones destinan importantes recursos para la innovación, suelen afirmar que atribuyen un gran valor a la creatividad y consideran que la búsqueda de grandes y creativas ideas es de gran importancia, sobre todo en el mundo actual, donde la información está disponible para todos.  Sin embargo, aunque tenemos evidencias de que definitivamente la creatividad puede ser enseñada, las certezas sobre si esta puede ser aprendida son escasas.

Hace unos diez años, en el año 2008, Andrew J. Razeghi, fundador y director de Strategy Lab Inc, publicó el libro   “The Riddle: Where Ideas Come from and How to Have Better Ones”que está dedicado a explicar de dónde vienen las ideas grandiosas y cómo tener mejores ideas.

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Para Razeghi, las grandes ideas no solamente vienen de sofisticados procesos de investigación. La creatividad es un acto tanto intelectual como emocional, y por esta razón la asimilación oportunista: buscar “momentos de Eureka”, en lugar de solamente encontrarnos con las grandes ideas de manera accidental o aparentemente desconectados.

Con frecuencia asociamos la innovación con pensar diferente y pensar tempranamente. Para Razeghi, lograr ideas grandiosas vienen con más frecuencia de enfocarnos en solucionar problemas, que en innovar por innovar. Por esto apela al principio de la observación, ya que la creación surge de establecer y crear conexiones. Es decir, se necesitan rutinas para (i) nutrir la curiosidad y exponernos a diferentes partes en nuestras vidas; (ii) identificar limitaciones; (iii) retar las costumbres y suposiciones predominantes; y (iv) hacer conexiones poco convencionales que reten la sabiduría popular.

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La importancia de observar (escuchar con los ojos) y de hacer asociaciones no convencionales tiene una relación concepto bíblico de “no hay nada nuevo bajo el sol”. Hay, de hecho una conexión con la existencia del mundo de las ideas que presentó Platón.  El mundo de las ideas de Platón supone la división del mundo sensible y de otro mundo que trasciende a los sentidos, donde habitan las ideas.

Stelios Haji-Ioannou, dueño del grupo EasyGroup (Easyjet, EasyCar, EasyInternetcafé, FastJet, entre muchos otros), adjudica parte de su éxito a tener un código creativo basado en la simplicidad.

Un código creativo personal no está orientado a algún problema específico, es simplemente una plataforma para generar ideas, y no depender de la ideación accidental.

Para crear un código creativo personal que lleve a ideas, productos y procesos innovadores, es importante identificar de dónde y cómo surgen nuestras propias ideas. Esto supone un entendimiento íntimo y una consciencia de lo que ha funcionado y no ha funcionado en el pasado, entender los deseos de la audiencia (qué quieren y qué compran los consumidores), generar conexiones poco convencionales, y diseñar un código creativo personal.

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