JOSÉ MIGUEL SANTAMARÍA URIBE

Un cuento para reflexionar

Aunque la historia de los países es distinta y no es replicable, existen innumerables líderes de izquierda que estarían muy contentos de que en Colombia estuviera pasando lo mismo que en Chile, de hecho, apoyan irrestrictamente el paro convocado para el 21 de noviembre por cuenta del derecho a la protesta, aunque de antemano saben que será violento y se puede salir de madre. Esperemos que este paro no llegue a mayores.

José Miguel Santamaría, José Miguel Santamaría
15 de noviembre de 2019

Me aterra la manera en que piensa hoy en día la juventud, aunque se podrían comer al mundo porque tienen todo para lograrlo, la tecnología, la información y el conocimiento se están autodestruyendo, creen que con actos violentos pueden exigir más a cambio de poco, ese cuento que nos echaban nuestros abuelos que el trabajo duro y la dedicación tendrán dividendos y frutos en el futuro pasó de moda.

El siguiente cuento puede ser realidad o ficción, es indiferente, aspiro les deje un mensaje para reflexionar por el futuro.

Es la historia de una conversación entre un padre y una hija, Juan un gran empresario dueño de una empresa exitosa de más de 500 empleados y Marcela, una muy buena estudiante de pregrado en una de las mejores universidades del país.

Un día Marcela y Juan se sientan a conversar acerca de la vida y terminan hablando de inequidad, donde ella le comenta al padre que debería cambiar la manera de gerenciar la empresa, ella considera que él debería repartirla con los empleados, que no era justo que ellos trabajaran y no tuvieran más beneficios, los mismos que él, que él ya tenía mucho y no necesitaba seguir teniendo más y más mientras que los empleados necesitaban tener más, independientemente de que Juan fuera un excelente empleador y que ellos tuvieran todos los beneficios de ley, buenos salarios y una buena estabilidad laboral.

Juan le contesta que la idea no se le hace descabellada y que en aras de la equidad, le propone a Marcela que como ella, que es una muy buena estudiante y tiene un muy buen promedio, en la universidad debería regalar parte de sus notas a otros estudiantes que van perdiendo la carrera y que ella podría graduarse con notas más bajitas y sus compañeros también hacerlo, que de esa manera todos se graduarían utilizando lo que le sobraba de notas a Marcela.

Marcela le dice que no está de acuerdom ya que ella ha hecho una gran esfuerzo para obtener las notas que tiene y que ella no considera justo entregar su esfuerzo a personas que no han trabajado tanto, ya que podrían haberse esforzado más durante la carrera y tener mejores resultados, a lo que Juan le contestó que eso mismo le pasaba a él, que llevaba creando la compañía que tiene más de treinta años, que había hecho un gran esfuerzo para hacer de ella lo que es hoy, que siempre ha sido un buen empleador y entregado muchos beneficios a sus empleados pero que él tampoco tiene porque entregar parte de ese gran esfuerzo a terceros por el solo hecho de tener más. De esta manera Marcela entendió que entregar beneficios por entregar, a cambio de disminuir la equidad no es justo, y que las sociedades progresan cuando se beneficia el esfuerzo individual, si todos terminamos teniendo lo mismo habiendo hecho diferentes esfuerzos terminará creando personas que harán lo justo y nunca lucharán por hacer más, se acabaría la sana competencia que es lo que ha generado gran parte del progreso de la humanidad y de los desarrollos que hoy disfrutamos. También entendió lo fácil que es repartir lo de los otros y lo complicado que es hacerlo con lo propio.

La lucha de las sociedades y los países deben centrarse en acabar con la pobreza, no en disminuir la desigualdad, si no hay pobres termina siendo indiferente que unos tengan más que otros, lo grave es que por buscar la igualdad ninguno tenga nada y todos terminen pobres y se acabe la iniciativa privada y el esfuerzo individual porque no va a generar beneficios.

El socialismo en Latinoamérica ha sido y seguirá siendo un fracaso para el progreso de nuestras naciones, no hay un solo caso de éxito para mostrar, el que lo conozca que me lo haga saber.