GUILLERMO VALENCIA

Trump y todo el mundo juegan a la gallina

Los juegos de la geopolítica y el sistema monetario están causando inestabilidad en el mundo. La próxima podría ser la crisis de monedas más grande de la historia.

Gustavo Valencia Patiño, Gustavo Valencia Patiño
3 de septiembre de 2019

El historiador escocés, Niall Ferguson, escribió en su libro ‘La guerra del mundo’, que todos estamos inmersos en el ‘juego de la gallina’. Esta es una competición de automovilismo en la que dos participantes conducen un vehículo en la misma dirección del contrario: el perdedor es aquel que desvía de su trayectoria y evita el choque. Este será humillado por comportarse como una gallina.

El oro a lo largo de la historia. Fuente: Macrotrends.net. Análisis: Macrowise Newsletter.

Tal vez hoy, el mayor protagonista de este juego es Donald Trump, quien ya ganó varias partidas contra México, Canadá y Corea del Norte. Trump ha llevado su competición a China, la Unión Europea y Rusia. Sin embargo, su tablero no se limita a la arena internacional, también juega así en casa, y lo hace en contra de la Reserva Federal de EE.UU., donde ejerce su influencia para presionar una baja en las tasas de interés. No podemos descartar que haga algo similar en la etapa final de las elecciones de su país.

No obstante, Trump no es el único que juega a la gallina. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, también lo hace y busca replantear la relación estratégica de Europa occidental con Rusia, mientras trata de llegar a un acuerdo que le permita ‘bypasear’ el sistema de pagos Swift, que EE.UU. controla, y hoy impide que la eurozona comercie con Irán.

Para Macron, si Europa no replantea su estrategia, el continente se convertirá en el campo de batalla de la guerra comercial entre EE.UU y China. Por eso, le urge encontrar puntos comunes en el comercio y cooperación internacional con Rusia.

El ‘juego de la gallina’, que también practica Boris Johnson -tanto con la Unión Europea como con el parlamento británico- es jugado por China cuando responde con la misma moneda a las tarifas del gobierno Trump o trata de aumentar su zona de influencia en el mar de sur y acuerda con Rusia transar petróleo por oro buscando alternativas a la tiranía del dólar.

Sin embargo, Xi Jinping no solo juega a la gallina, sino que enfrenta una feroz oposición en las calles de Hong Kong. Allí, los jóvenes exigen instituciones democráticas y ponen a Pekín entre usar la fuerza para contener las protestas, como lo hizo en la Plaza de Tiananmen -en 1989-, ó permitir que Hong Kong se pueda convertir en un ejemplo para otras provincias chinas.

El juego es mundial y todos parecen estar aplicándolo. En nuestro continente, el gobierno de Mauricio Macri aplica eufemismo de ‘reperfilamiento’ de la deuda para disfrazar un posible y nuevo ‘default’. 

En Japón, el Banco Central (BoJ) y el Banco Central Europeo (ECB) llevaron al límite una guerra de monedas colocando a niveles negativos casi el equivalente a 11 Trillones de dólares (estándar anglosajón) a niveles negativos. Es decir, todos los fondos de pensiones del mundo les pagan a los japoneses y europeos por el privilegio de prestarles a ellos.

En medio de tantos choques, la deuda se ha convertido en la protagonista en todas las latitudes. En este gráfico podemos ver su alto valor en varios países. ¿El ‘juego de gallina’ les permitirá mantenerse a salvo?

Cantidad de bonos en tasas negativas en el mundo. Fuente:https://www.isabelnet.com

Los políticos y bancos centrales del mundo están jugando un ‘juego de la gallina’ a todo nivel, que podría devenir en la crisis de monedas más grande de la historia. 

En un escenario así siempre ha existido una constante cuando hay un cambio en la arquitectura del sistema monetario internacional, el gran ganador es el oro. Es decir, el metal dorado es el refugio ante la incertidumbre, pero en el siglo XXI existe un nuevo experimento de moneda digital. Me refiero al bitcóin, que en este escenario podría pasar de su infancia a una prometedora juventud.