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Trump ‘ladra pero no muerde’

Las órdenes ejecutivas efectuadas en las primeras semanas de administración del Presidente Donald Trump, son bastante polémicas desde una perspectiva social, pero son meramente ‘simbólicas’ en materia económica mientras no haya la aprobación del Congreso.

Manuel Restrepo
6 de febrero de 2017

En los últimos seis meses, es sorprendente cómo Donald Trump sigue siendo el personaje que se sigue robando nuestra primera atención de la mañana frecuentando las primeras planas de nuestro periódico, cada día más controversial que el día anterior.

Los analistas políticos afirman que en sus primeras dos semanas de administración, el mandatario ha llegado ‘pisando fuerte’, mostrando señales de congruencia entre sus promesas durante la campaña, y sus primeras acciones ejecutivas. En menos de un mes, ha firmado varias órdenes ejecutivas que incluyen el retiro de EE.UU del acuerdo comercial TPP, la restricción anti migratoria contra 7 países de mayoría musulmán, la luz verde para los oleoductos de Keystone y Dakota, el desmantelamiento del ObamaCare, la construcción del muro con México, entre otras.

Claramente la actitud de Trump es muestra del apetito por restablecer el orden y mostrar cumplimiento a sus promesas propuestas durante la campaña, al costo de las protestas, retos legales, y carreras políticas que tiene que enfrentar. Desde su perspectiva, sus acciones que esperan ser exitosas tienen como consecuencia directa el irrumpir con una ‘ortodoxia fallida’.

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El despido de la fiscal general, Sally Yates, luego que ella obligara a sus subordinados de la Corte Suprema oponerse frente a las restricciones migratorias recientemente propuestas por el mandatario, fueron catalogadas como un régimen dictatorial en la Casa Blanca. Varias compañías como las tecnológicas Facebook, AirBnB, Google y Uber se han pronunciado con un alto grado de frustración frente a las nuevas políticas de Trump.

No es tan fácil como lo pintan

No obstante, aunque las órdenes ejecutivas efectuadas en las primeras semanas de administración del Presidente Donald Trump, son bastante polémicas desde una perspectiva social, estas son ‘simbólicas’ en materia económica, y por eso mismo el Presidente ha seleccionado temas migratorios o desregulación en el sector de energía dentro de sus órdenes ejecutivas, las cuales requieren menos aprobación en el Congreso para tramitarlas.

Sin embargo, casos como la construcción del muro en la frontera con México, con un costo aproximado de $20 mil millones de dólares para financiar este proyecto, requieren una revisión unánime del Congreso. Asimismo las grandes decisiones sobe la eliminación de Obamacare, el rearmamento militar, el gasto en infraestructura y la reforma de reducción de impuestos, impactan negativamente el déficit fiscal, el cual es un tema sensible incluso para los mismos congresistas republicanos.

Recordemos que los Congresistas republicanos tienen todavía fresco en su memoria que un un gasto descontrolado sin recortes de programas o sin otros recursos de ingresos que mitigen las pérdidas, es un gran problema para el fisco. Por eso mismo, no es suficiente las órdenes ejecutivas para llevar a cabo varias de las propuestas del Presidente en materia económica.

Adicionalmente, los demócratas pondrán “piedras en el camino” mediante maniobras legislativas para frenar las propuestas de Trump. Igualmente varias demandas, así como la baja popularidad de Trump, actualmente del 36 por ciento, minan con el empoderamiento para llevar sus ideas a cabo.

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