JOSÉ MIGUEL SANTAMARÍA

Trabajemos la sanción social

Hago un llamado a la sociedad en general para que si la justicia no opera y no es capaz de juzgar a los corruptos, delincuentes de cuello blanco y narco guerrilleros, estos deberían por lo menos tener el rechazo social, que no sean tratados por la sociedad como si no hubieran hecho nada o fueran personas de bien.

José Miguel Santamaría, José Miguel Santamaría
12 de abril de 2019

Definitivamente la situación de nuestra justicia hizo agua: ni la Fiscalía, ni la Procuraduría, ni la Contraloría han logrado ser eficientes, los índices de impunidad son grandísimos, en todos los sectores público y privado, y ni hablar de la JEP, justicia hecha a la medida de los peores delincuentes de nuestra historia quienes seguramente no pasarán un solo día privados de la libertad.

Se necesita urgentemente una reforma integral a la justicia, desde la constitución de 1991 esta se politizó, las cortes tienen demasiado poder, esto ha hecho que cualquier reforma deba pasar por ellos y siempre la rechazan, ni se auto reforman ni se dejan reformar, se podría decir que la justicia tiene secuestrado al país.

Ya los partidos políticos de oposición van a echar para atrás las objeciones que el presidente Iván Duque hizo constitucionalmente a la ley estatutaria de la JEP por el simple hecho de defender una supuesta paz que no existe y que por lo tanto no está en riesgo, estoy casi seguro que más de la mitad de estos congresistas ni se han tomado la molestia de leer las objeciones y las razones.

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Cuando cosas así pasan en una sociedad esta tiende a coger la justicia por sus manos, de ahí que durante mucho tiempo tuvimos grupos ilegales haciendo justicia en Colombia, eso no lo podemos permitir otra vez.

Es por eso que hago un llamado a la sociedad en general para que si la justicia no opera y no es capaz de juzgar a los corruptos, delincuentes de cuello blanco y narco guerrilleros,   estos deberían por lo menos tener el rechazo social, que no sean tratados por la sociedad como si no hubieran hecho nada o fueran personas de bien.

Existen diferentes maneras de ejercer esa sanción social dependiendo del sector y de las características específicas de las personas. Por ejemplo, a los políticos corruptos o que hayan participado en actos de corrupción, volteo de tierras, favorecimiento indebido o compra de votos se les debe castigar en las urnas, es un impensable ético votar por alguien que utiliza los recursos públicos en provecho propio, si lo ha hecho una vez, lo seguirá haciendo. Los partidos políticos también deben tener en cuenta esto para otorgar los avales para las elecciones.

En el campo del sector privado pululan los delincuentes de cuello blanco, para que haya un corrupto en el sector público necesita la contraparte en el privado, el pago de coimas, la captación ilegal de recursos de personas y la trampas en la contratación son algunas de estas, allí la sanción social debe ser total, no podemos dejar que estos delincuentes vivan como si nada en nuestra sociedad, paseándose por los clubes, en los más encopetados restaurantes y sitios públicos, si somos indiferentes ante esto lo seguirán haciendo.

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Por último no quería acabar esta columna sin hablar de los bandidos que por algún acuerdo o razón por cuenta de un indulto, o proceso de negociación con el estado se integran a la sociedad sin pagar la deuda que tienen con esta, no podemos por cuenta de ello olvidar su pasado y las atrocidades que cometieron y menos convertirlos en foros morales de la patria, que los medios los traten como artistas o ídolos y que no sean juzgados por delitos de lesa humanidad que nunca han estado en los acuerdos.

Nuestros hijos en gran parte son el reflejo de la familia y la sociedad donde viven, si somos indiferentes ante estas personas les estaremos dando el ejemplo errado.

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