CLAUDIA VARELA

¿Tienes claro tu contrato psicológico?

Hay una gran conciencia sobre los contratos legales, los términos de las jornadas laborales, beneficios, pagos de primas, duración a término definido o indefinido. En las entrevistas de selección se pregunta por el tipo de contrato los beneficios extra legales y el salario.

Claudia Varela, Claudia Varela
8 de octubre de 2017

Los nuevos potenciales empleados comparan sus condiciones con las actuales, en sofisticados modelos de excel (los más juiciosos) para entender cuál va a ser su nuevo ingreso al aceptar una oferta de la nueva empresa.

Sin embargo, hay una serie de intangibles, de cosas que no pueden tocarse ni meterse en excel. Cosas que no tienen un valor en el momento de totalizar el neto que voy a devengar y que el nuevo empleado debe tener muy claro al momento de dar el sí.

Es bueno también aclarar que la responsabilidad mayor de que las reglas del juego estén claras desde el inicio es de los líderes que contratan. Hay que hablar claramente de la cultura que se vive, de los valores que se esperan, de la importancia de la obediencia o de la valoración a un perfil disruptivo y de la real aceptación de la diversidad o no.

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Empezar en una nueva empresa genera cambios inmensos para el empleado entrante. Un cambio de vida para él/ella donde debe acomodarse no solo a sus funciones técnicas y al buen uso de su talento sino a un nuevo ambiente en el que pasará las mayores horas de su día y a un clima en el cual definitivamente debe sentirse cómodo.

No todas las organizaciones son para todos. Hay que encontrar esas empresas que te calcen bien donde tu talento sea valorado y tu forma sea bien vista. También como líder hay que tener la responsabilidad clara de que si traigo a alguien a estar en mi equipo sus posibilidades son buenas tanto para su crecimiento como para que realmente sea feliz y pueda desarrollar su propósito personal.

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Esto funciona también para los equipos que ya están establecidos y tienen cambios de líderes. Los líderes le dan un toque especial a sus equipos. He vivido situaciones en las cuales aunque el ambiente general es hostil el micromundo de los equipos de trabajo gerenciados por su líder es amistoso, de alto desempeño y colaborativo.

Si soy nuevo en un equipo y soy su líder debo generar el espacio para que mi cultura, mi ambiente, el manejo de los propósitos individuales y colectivos se vivan de una manera real y la gente vibre cada mañana cuando va a trabajar.

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Hay algunas preguntas que cada empleado debería hacerse al momento de un cambio, sin importar si es un alto ejecutivo o no. ¿Qué tal preguntarse si la gente sonríe en el ascensor? ¿Qué tal mirar la disposición de los espacios físicos? ¿Cómo se viste la gente…hay variedad o todos tienen el mismo estilo? ¿Salen temprano a sus casas o está mal visto que lo hagan? ¿Cómo es el gran líder de la organización? ¿Tienen un propósito superior o solamente una misión? ¿Qué tan importante fue en el proceso recursos humanos y que tanto involucramiento tuvo el líder de la posición? ¿Qué energía percibí en el ambiente? Estas son solo algunas de las preguntas que vale la pena hacerse antes de tomar una decisión de entrar a una empresa o de seguir en ella.

Jamás hay que renunciar a la propia esencia. Y ningún contrato legal por los millones que sean deben lavarnos el alma al respecto. El contrato sicológico es aquel en el cual yo firmo uno legal pero estoy entregando mis sueños, mi pasión, mis valores, mis creencias y mi fuerza a una empresa que debe merecer esto. Igualmente, la empresa me dará estabilidad (que siempre es temporal, no hay nada eterno) un salario justo y beneficios. Si la transacción es justa y me siento bien con lo que siento, veo y recibo…¡adelante porque mi contrato psicológico me sirve!

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